Yo Erika, he reencarnado en Alina la desafortunada chica destinada a morir de la manera mas miserable e humillante. Pero no, yo no pienso morir así, porque yo, acabaré con los que la hicieron sufrir y les mostraré que nadie, debe meterse conmigo o acabarán en el infierno.
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capítulo 20- llegó
Después de un largo viaje, finalmente habían llegado al palacio, los carruajes y carretas pasaron las puertas, enseguida los sirvientes del palacio se apresuraron a ayudar con lo necesario, mientras que Luke guía al Lucían hasta el salón del trono de su padre, el emperador Marco, las puertas se abren, ahí estaba el hombre ya mayor, acompañado de su emperatriz, de nombre Clara, una mujer igual ya mayor, a lado de esta había una joven rubia, ante los ojos de cualquier hombre, es una chica muy hermosa, pero, Lucían no le toma importancia pues solo saluda a todos por cortesía, Luke toma su lugar a lado de su padre y mientras la platica entre emperador se va dando, la joven chica se acerca a su madre la emperatriz.
- madre, el emperador de oceánica ¿tiene esposa?
- no, se sabe que hasta el día hoy, no ha habido mujer que le haga desear casarse.
- ¡oh! Que bien...yo, quisiera casarme con él, es un hombre apuesto y sobre todo, un emperador.
- tranquila, el acaba de llegar, no podemos hablarle de matrimonio aun, espera un poco y le diré a tu padre.
- por supuesto madre, pero ¿puedo acercarme a él? Como anfitriona del palacio.
- bien, pero se cuidadosa, no puedes ofenderlo, la tensión entre nuestros países es muy delicada.
La joven princesa asiente ante lo dicho por la emperatriz, entonces cuando ve que el emperador voltea hacia ella, le sonríe, Lucían solo le corresponde la sonrisa por cortesía y continúa con su platica con el emperador. Al acabar, Luke se encarga de guiarlo hasta el palacio donde se estará quedando, ahí los sirvientes ya están acomodando sus cosas, la pequeña princesa, se apresura para alcanzarlos, llegando justo antes que Luke se despida del emperador.
- majestad, permitame darle la bienvenida a este palacio, me presento, soy Shanon Jones, primera princesa de Marino.
Shanon sonríe al levantar la cabeza después de la reverencia, pero, solo se encuentra con la mirada de molestia del emperador, este no muestra ninguna expresión y entra al palacio de invitados, Ivan solo mira a la princesa, es bastante obvio lo que desea.
- el emperador quiere descansar, si desea verlo, primero haga una petición, no le agradan las visitas sin invitación.
- pero que...
Ivan se da la vuelta y al entrar cierra la puertas del palacio, Luke deja salir un suspiro largo y empuja de los hombros a Shanon para alejarse del lugar.
- ¿que haces? Debiste esperar para presentarte...
- l-lo siento, es que, quería hablar un poco él, es tan guapo...
- Shanon, abstente de acercarte a él, el emperador no es un hombre que tome en serio a una mujer, no esperes que él quiera casarse contigo.
- ¿eh? Ay hermano, pero el amor cambia a las personas, además soy la princesa de Marino, le sería conveniente un matrimonio conmigo.
- no digas más, además evita causar problemas.
Ambos caminan de regreso al edificio principal, mientras que Lucían ya esta en su alcoba, esperando a que el baño este preparado.
- las intenciones de esa princesa...
- lo se Ivan, son muy obvias, pero, no tengo interés en un matrimonio político y una chica como ella, no es de mi gusto.
- lo se majestad, además, yo se, a que mujer desea en estos momentos ¿quiere que encuentre su residencia y envíe una carta?
- solo averigua donde vive, sobre la carta no hace falta, yo mismo iré a verla.
- por supuesto señor. Si gusta también puedo investigar más de ella, ya sabe, sobre esa primera noche.
- eso no hace falta, ya se mucho de ella. Su esposo, era un vejete obsesionado con otra mujer, por eso a ella nunca la tomo en cuenta, también se, como murió ese hombre.
Lucían sonríe, porque lejos de haberse asustado u horrorizado por lo que le hizo al Duque Norton, el joven emperador quedo encantado, una mujer como ella, es peligrosa y eso, le da cierto encanto que le atrae, porque, es mejor una mujer que sabe defenderse a una que siempre necesite protección.
- y por lo que veo, eso le causa mayor interés.
- me conoces bien, Ivan, la condesa de Norton, es una mujer única. Me recuerda un poco a la emperatriz de Ártica. Hermosa y peligrosa.
- a usted le encanta el peligro, eso lo se. No me sorprendería si decidiera darle la corona de emperatriz a la Duquesa.
Lucían mira a Ivan por un momento y sonríe, no había pensado en algo así, pero, la idea no esta nada mal, esta seguro que Alina podría llevar la corona perfectamente.
y Irene porque ella dejó el camino libre con ese inmaduro no quiere decir que lo volverá hacer boba.
Alina Animo