Mi Mujer, Mi Esposa

Robert

Me sentía tan atraído por mi hermosa que lo hicimos creo que tres veces, esta dormida profundamente, no apagó su celular y esta sonando mucho creo que son mensajes, no se si ver quien es, pero no quiero invadir su privacidad, opté por apagarlo y no verlos, no quería motivos para pelear.

Me quedé dormido abrazándola, escucho a lo lejos que tocan la puerta y despierto, es la azafata que nos avisa que es hora de sentarnos porque ya vamos a aterrizar.

La despierto dándole muchos besos en su cara y acariciándola, por fin despertó.

Necesitamos tomar asiento preciosa, levantémonos

Esta bien – contesto abriendo sus hermosos ojos.

Nos levantamos y nos vestimos  rápidamente, la tome de la mano y pasamos a nuestros asientos, le abroche el cinturón, siempre que hago algo por ella la siento algo tensa y se que es porque no esta acostumbrada a que hagan nada por ella, pronto se acostumbrara a mis atenciones o eso espero.

Cuando llegamos al aeropuerto ya estaba un auto esperándonos, subimos y Sam nos llevó directo al hotel, si, Sam iba con nosotros.

Llegamos al hotel  tomados de la mano, de repente siento como alguien me voltea y se me cuelga del cuello, alguien que no me agrada para nada

Hola cariño! - dijo Rebeca, con una sonrisa sínica

Seguí  tomado de la mano de Ale pero sentí que le empezaron a sudar las manos y quiso zafarse pero no la deje.

Que quieres? Sueltame de inmediato - le pregunte al mismo tiempo que la empujé con mi mano libre, sacudí mi ropa en señal de molestia, de verdad estaba molesto.

Ya sabes lo que quiero, a ti – contestó, volteando a ver mi mano que sostenía la de Ale.

Pues creo que eso no podrá ser, vengo con mi mujer, así que te pido no vuelvas a abrazarme o a acercarte a mi.- conteste muy serio y molesto, tomando de la cintura a Ale, no quería que se sintiera mal por esa perra en celo.

Pero tu eres de solo una noche - dijo medio molesta

pues ya vez que ya tengo a mi mujer así que aléjate de nosotros - nos dimos la vuelta Ale y yo y nos retiramos dejándola ahí parada.

Alejandra

Cuando esa mujer se le hecho encima a Robert sentí algo que hace mucho no sentía, ¿eran celos? pero claro no iba hacer una escena, me quise soltar de su mano pero no me dejo y cuando escuche lo que le dijo me quede muda, no dije nada el me abrazó y solo nos fuimos a nuestra habitación, no pensé que la empujaría como si le diera asco.

No pregunte nada yo iba como si nada hubiera pasado, el se acercó y me preguntó:

No quieres preguntar nada?

No, -conteste.

Segura? – levanto una ceja

Si,- dije muy tranquila, si me picaba saber todo pero no quería que viera que tenía interés en su vida a final de cuentas nos separariamos.

Pues yo te lo diré, - dijo muy serio.

No es necesario, supongo que es alguien de tu pasado y al parecer no te agrada.

Así es pero mejor te lo cuento yo, fue mi novia formal, nos íbamos a casar pero me di cuenta de que me estaba engañando con un amigo de ella, dijo que estaba arrepentida y que había sido un error, por supuesto que no le crei, recaude pruebas y hace un año que terminamos, desde entonces no me deja en paz y desde entonces no he tenido a nadie en mi vida, nadie en serio, solo relaciones de una noche, hasta que llegaste tu, no hagas caso de sus delirios esta medio loca y es muy caprichosa.

Tendremos problemas con ella? – pregunté

Porque le dijiste que soy tu mujer? – me encanto que lo hiciera

Porque eso eres para mi por lo menos en este tiempo que estarás conmigo.

Y cuando no estés, - eso lo dijo en voz baja pero alcance a escuchar.

No habrá problemas con ella, no le permitiré que se meta contigo y si lo intenta pagara las consecuencias, no la soporto

Bueno entonces, venimos para disfrutar y no a perder el tiempo por alguien que no vale la pena, - lo abrazo y le digo que vallamos a darnos una ducha.

Eres increíble,- me abrazo y me cargo, rodeando mis piernas en su cintura.

Este hombre es maravilloso nunca se cansa de tener sexo es como si sus pilas nunca se agotaran. Lo hicimos en la ducha y ya no sabía si quería salir o quedarme dormida, estoy agotada del viaje y de tanto sexo, creo que lo he hecho tantas veces desde que estoy con el que si no me hubiera operado ya tendría hasta cuates.