Mi Dulce Venganza

Emily recibe la llamada de Greg; tal y como lo esperaba, Michael ha firmado la demanda y el acuerdo. El poder también ha quedado listo y ya puede decidir en qué país vivirá los próximos meses.

- ¿Estás segura de querer irte?

- Sí, Abby. No puedo permanecer aquí viéndolo día tras día sentado en la oficina que pertenecía a mi padre burlándose de mí.

- Entiendo que necesitas sanar, pero también debes luchar por recuperar lo que te ha arrebatado.

- Así es. Te prometo que volveré siendo una mujer fuerte a la que no podrán volver a engañar y sin duda voy a recuperar lo que es mío.

- Te voy a extrañar.

- Yo también a ti.

Espera a que Greg llegue de la productora y le hace saber sus planes.

- He decidido irme a Francia por un año, allá terminaré la Universidad y cuando vuelva me dedicaré a recuperar mi empresa.

- Es demasiado tiempo, Emily. Corres el riesgo de que al volver ya no exista ninguna empresa que recuperar.

- Tú vas a representarne. Michael no podrá tomar decisiones si tú no las apruebas. Sé que conoces a la perfección el manejo de la productora; los clientes te conocen, confían en ti, yo en estos momentos me siento incapaz de enfrentarme a él. No puedo, de verdad.

- Está bien, haré lo que esté en mis manos para allanarte el camino y que cuando vuelvas entre los dos podamos sacar a ese tipo de escena.

En un par de semanas, Emily realiza los trámites necesarios para cambiar su lugar de residencia y matricularse en una Universidad en París.

La fecha de la Audiencia para su divorcio queda fijada, ese día ella estará del otro lado del mundo comenzando una nueva vida.

El día del tan esperado viaje ha llegado; Abby y Greg despiden a Emily y a Clara en el Aeropuerto.

- Cuídate mucho, amiga y no te olvides de llamar.

- Nunca, te voy a extrañar.

Las chicas se abrazan y no pueden evitar derramar unas cuantas lágrimas.

- Cuídala mucho, Clarita.

- No se preocupe, señor Gregory. Voy a cuidar bien de mi niña.

- Adiós, Emily. Cuídate y regresen pronto.

- Adiós, Greg y gracias por todo.

Emily siente la necesidad de abrazarlo y así lo hace. El gesto toma desprevenido a Greg que al principio no sabe cómo reaccionar, por fin decide corresponder y la envuelve con sus brazos.

Ya no ve en ella a una niña vulnerable, ahora es una mujer que está tomando las riendas de su vida y aunque le duele saber que estará lejos, también entiende que es lo mejor.

Emily toma una gran bocanada de aire antes de darles la espalda a su amiga y al gran amigo de su padre. Documentan, hora y media después están abordando el avión que las llevará a su nuevo destino.

Aterrizan en París después de un largo vuelo de casi 12 horas. Aunque viajaron de noche, Emily no pudo dormir. No dejaba de pensar y de recriminarse por haber caído en las mentiras de Michael.

Un taxi las lleva al que será su hogar, un apartamento en una zona céntrica de la ciudad. Aquí ella es una más en la multitud, no como en Los Ángeles que era conocido y cada tanto asediada por los paparazzi.

Está decidida a llevar una vida más normal, mezclarse entre los habitantes de esta ciudad con la esperanza de sanar sus heridas.

El apartamento es muy bonito; amueblado, con dos habitaciones, cada uno con su propio baño, una pequeña cocina, sala de estar, comedor y un pequeño recibidor.

- Descansa, mi niña. Yo me encargo de poner todo en orden.

- Gracias, nana.

Elige su habitación, cierra las cortinas y busca una pijama en su equipaje. Se mete debajo de las mantas y cierra sus ojos esperando poder dormir un par de horas.

Clara le avisa a Greg que han llegado con bien a París. Ella será sus ojos y sus oídos mientras se encuentren lejos.

Emily despierta desorientada, revisa la hora en su celular y se sorprende al darse cuenta de que ha dormido muchas horas, prácticamente todo el día.

Se estira y se incorpora en la cama y revisa sus mensajes, Abby ha enviado un par preguntando sí llegaron bien. Lo responde enseguida sin pensar en la diferencia horaria.

- ¿Descansaste, mi niña?

- Sí, nana, gracias. ¿Tú has dormido un poco?

- No, me conoces, no puedo dormir de día.

- El viaje fue largo y pesado, necesitas descansar.

- Ya en un rato me voy a la cama. Tú necesitas alimentarte. Ven y te preparo algo.

- Gracias, nana. Voy enseguida.

Después de lavar su rostro se reúne con Clara en el comedor, le ha preparado una comida completa.

- ¿Cómo hiciste esto?

- Salí a caminar mientras dormías y encontré una tienda bastante cerca.

- Eres increíble, nana. Nada te detiene. Cena conmigo y después yo limpio la cocina, así puedes irte a descansar.

- No, esas tareas no te corresponden.

- A partir de hoy, sí. Aquí no tendremos servidumbre, quiero llevar un estilo de vida distinto al que tenía en Los Ángeles. Será parte de mi terapia, necesito mantenerme ocupada.

- Ok, mi niña.

Ambas disfrutan de los alimentos y como lo prometió, Emily limpia la cocina y Clara se retira a descansar.

Mira por la ventana del apartamento, comienza a oscurecer y la ciudad se llena de luces. París siempre tiene actividad, no hay temporada del año en que no haya miles de turistas paseando por sus calles.

Hace tiempo había soñado con pasar aquí su luna de miel. No cabe duda que la vida no siempre nos da lo que queremos.

Primero perdió a sus padres y a sus abuelos y después cayó en las garras de un estafador. Desde la noche en que lo descubrió con su amante no ha recibido una llamada y mucho menos un mensaje de su parte.

Le queda muy claro que ella no le importaba en lo más mínimo y al asegurar la parte económica no había nada más que los uniera.

De algún modo agradece no haber quedado embarazada, habría sido terrible tener un hijo de un hombre tan ruin como Michael.

Está decidida a superar el trago amargo. Terminará su carrera y durante estos meses también planeará su venganza. La distancia y el tiempo serán sus aliados, su exmarido se sentirá confiado, bajará la guardia y cuando eso suceda ella volverá para cobrarse cada una de las lágrimas que ha derramado por él.

Se integra rápidamente a las actividades en la Universidad. Ha creado una coraza para protegerse de cualquiera que quiera hacerle daño. Por el momento prefiere no hacer amistades y manejar un perfil bajo.

Por las tardes ocupa su tiempo visitando galerías de arte y conociendo la ciudad a fondo. Se resiste a tomar terapia, cuando sus padres murieron lo hizo y cree tener las herramientas para superar esto por sí misma.

El día de su Audiencia de su divorcio se siente intranquila, es un día importante que marcará el fin de una etapa y por más que lo intenta no deja de sentirse nerviosa.

Clara intenta distraerla, ella ha estado en contacto continúo con Greg y conoce los por menores del asunto. Michael sigue actuando de manera irresponsable poniendo en riesgo la productora y no será hasta que el divorcio finalice cuando Greg pueda tomar decisiones en la empresa haciendo valer su opinión como apoderado de Emily.

📩 Sin importar la hora por favor mantenme informada- le solicita a Greg a través de un mensaje.

📩 Así lo haré, intenta estar tranquila.

Será de madrugada cuando la Audiencia termine. Clara insiste en que se retire a dormir, al final se marcha a su habitación, más se mantiene despierta.

Es imposible no pensar en el momento en que conoció a Michael y como vivió enamorada de él por tantos años. Ahora que el amor ha dejado de cegarla puede ver claramente las señales de alerta de las cuales le hablaban su amiga, su nana y Greg.

Definitivamente, estaba obnubilada por lo que pensaba era amor. Le duele admitir que se equivocó y que derivado de ese error ha perdido la mitad de la empresa familiar.

Una notificación que llega a su celular interrumpe su reflexión, piensa que de trata de Greg y sin pensarlo dos veces desbloquea el celular.

📩 ¿En dónde estás?- el remitente es Michael- Eres más inmadura de lo que creí, mira que mandar a otro para divorciarte, es increíble tu cobardía.

Le parece absurdo que le envíe un mensaje ahora y por ese motivo. Cuando descubrió su infidelidad no hizo nada, no intentó explicar lo sucedido y ahora le escribe para reclamar que no se presentó a la Audiencia de divorcio.

Ignora sus mensajes, sería tonto desgastarse respondiendo. Decide leer un libro y esperar pacientemente a que Greg se comunique con ella.