Esta es la continuación de la primera novela de la saga, titulada; NO ES TU HIJO.
Cyrus Vidal, al nacer en una familia adinerada, crece sabiendo aprovechar el poder que le fue otorgado desde su nacimiento, logrando encontrar placer en el caos que el mismo causaba, aprovechándose de las personas a su alrededor y engañándolas.
Uno de sus mayores timos, era cuando se hacia pasar por su hermano gemelo, Ethan, logrando asi, tener lo mejor de ambos mundos, sin importarle quien saliera herido en el proceso de su diversión.
Aunque como todo, siempre aparece un rival, en el caso de Cyrus, se trataba de Nyra, la mejor amiga de Ethan a quien quería ver sufrir sin importar el costo.
Es asi como después de descubrir el amor no correspondido de la mujer por Ethan, Cyrus descubre la forma de verla a sus pies, "El y yo somos iguales, ¿quieres usarme como su sustituto?"
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Capitulo 22. Irresistible
La mujer se veía deslumbrante, con la mirada llena de alegría y brillo, mientras observaba las luces de los fuegos artificiales en el cielo, el mar se encontraba calmado como un plato, por ello, parecía un enorme espejo que reflejaba el encanto del cielo nocturno.
- Cyrus, esto es demasiado hermoso – dice Nyra fascinada
- Si, lo es – le dice viéndola fijamente mientras le sonríe, ¿Por qué ahora la miraba de forma diferente?, ¿Qué había cambiado?, ¿quizás él había cambiado?, no, aun tenia presente el hecho de querer verla llorar ante sus pies, entonces, ¿Cuál era la razón por la cual no podía dejar de admirarla?
- ¿Qué sucede? – le dice Nyra, notando la penetrante mirada de Cyrus sobre ella
- Solo, estaba pensando – se acerca a ella – en este barco, tenemos un camarote con un balcón para una hermosa vista – le dice al oído - ¿quieres verlo? – le dice sugerente
- Cla, claro – le dice Nyra, sintiendo sus mejillas calientes
Enseguida Cyrus la guio, hasta llegar al lugar.
La iluminación era tenue, haciendo contraste con el dorado del lugar, brindándole una apariencia cálida y confortable, con una cama enorme, un gran baño, un área de comedor y el balcón.
- ¿Te gusta? – le dice Cyrus desde su espalda, abrazando su cintura y pegándola a su cuerpo
- Sí, es hermoso – su respiración comenzaba a agitarse, sintiendo el tacto del hombre, pasando sus manos desde su cintura hacia su pecho, cosquilleando su cuello.
Al besarla, Cyrus sintió una corriente recorriendo su cuerpo, seguida de la insaciable sensación de querer fundirse con ella, tenerla hasta el cansancio, era como olvidar todo a su alrededor y que solo existieran ellos y aquel momento.
“Así que es esto”, pensaba mientras la besaba, saboreando sus labios, apoderándose de su lengua, llenándose de ella, “Esta mujer y yo, tenemos una gran compatibilidad”, por eso ahora todo era diferente al verla, porque su cuerpo se había adaptado a esa mujer, hasta llegar al punto de casi olvidar el objetivo por el cual comenzó a hacer todo eso en primer lugar.
- Cy, Cyrus, a, a, aquí, no – le dice Nyra llena de vergüenza, sostenida de la baranda del balcón a espaldas de él, su cuerpo desnudo a la luz de la luna, teniendo el mar como paisaje, era una obra maestra
- ¿Por qué?, ¿no te gusta la vista? – le dice besando su espalda
- Es, es, es que, po, po, podrían vernos – dice – ¡Ah! – gime al sentirlo en su interior
- Tranquila, estamos en alta mar, aquí no hay nadie más que nosotros – le dice al oído – además, si llegaran a vernos, solo encárgate de darles una buena distracción con tus encantos – le dice comenzando a moverse, el aroma salado del mar se mezclaba con el dulce aroma de Nyra – tu sabor de hoy, es inigualable – le dice lamiendo su cuello, provocando que Nyra gimiera fuerte debido a la corriente que recorrió su cuerpo sumido en el placer - ¿Qué voy a hacer? –le susurra al oído – creo, que deseo estar así para siempre – Nyra voltea su rostro hacia él y la besa.
Dado que muy temprano por la mañana, tenían una reunión con la junta directiva, no podían quedarse hasta el amanecer allí, así que, solo pudieron descansar por unas pocas horas antes de tener que levantarse para prepararse, ambos tenían que ir a sus casas para cambiarse de ropa, no podían llegar ambos con la misma del día anterior, su relación seria algo demasiado obvio, incluso para los Beta que no pueden notar el aroma de Cyrus en Nyra.
- Yo iré a bañarme primero – le dice Nyra caminando hacia el baño en bata – Q… ¿Qué haces? – le dice sorprendida viendo a Cyrus entrar en la ducha con ella
- ¿Qué no es obvio?, nos bañaremos juntos, de esa forma ahorramos tiempo – le dice en tono astuto
- Pe, pero – se sentía inquieta estando en esa situación, incluso si ya lo habían hecho incontables veces
- Tranquila, todo estará bien – dice tomando el jabón líquido y echando un poco en sus manos – incluso, puedo hacer esto – comienza a pasar sus manos por el cuerpo ce Nyra, llenado todo de Jabón, desde su abdomen hasta sus pechos – que suave y resbaloso – dice con una risita
- Eres un pervertido – le dice viendo la cara de malicia en la mirada de Cyrus, como si quisiera devorarla
- Ja, ja, si, tal vez lo sea – le dice volteándola y luego la besa – pero, no veo que pongas resistencia alguna – la carga y apoya la espalda de Nyra contra la pared
- Es, espera, espera, Cyrus – le dice agarrándose fuerte al hombre – ba, bájame, me voy a caer – le dice
- No lo harás, yo nunca te dejaría caer – le susurra, su voz era un eco que rebotaba en las paredes del lugar
- ¡Ah! – Nyra no pudo evitar gemir en el momento en que Cyrus se abrió paso en su interior, era caliente y podía sentirlo por completo
- ¿Ves?, así incluso es mejor, tu puedes abrazarme, colgarte de mis hombros – comienza a moverse – y yo, puedo llegar más profundo dentro de ti
- El, el tiempo, ¿Qué pasara con la reunión? – le dice entre gemidos
- Llegaremos a tiempo, no pienses en eso ahora – le dice embistiéndola con fuerza, dejando que la gravedad hiciera su trabajo – solo, céntrate en mí y en sentirme en tu interior – le dice antes de besarla.
Media hora faltaba para dar inicio a la reunión, y Cyrus apenas estaba llegando a la Mansión de los Vidal, era un hecho que Darius estaría de los mil demonios, eso sin mencionar al “señor perfecto” de Liam.
Bajó de su auto y vio lo que llevaba en los asientos de atrás, abrió la puerta y sacó el ramo de rosas junto con la caja de chocolates, obviamente él nunca había sido un hombre celoso y tampoco lo seria por causa de Nyra, ya que ella no era más que una simple diversión, aunque en ese momento por su mente pasó la extraña idea, ¿Qué tal, si nos quedamos tal y como esta?, no existía nada de aquella situación que le molestara, al contrario. Entonces, ¿Por qué no posponer su objetivo un poco más?, por lo menos hasta aburrirse del cuerpo de la mujer o conseguir una conexión sexual aún mejor con otro Omega.
- Jummmm, sí, creo que eso sería lo mejor – dice meditándolo
Entra a la misión, donde la servidumbre ya estaba esperando para darle el recibimiento.
- Señor, ¿desea que le prepare la tina? – le dice la encargada de supervisar el personal
- No, solo vine para cambiar mi ropa – le dice caminando, mientras la mujer lo seguía
- Entiendo, en ese caso, ¿desea un jarrón con agua para las flores? – le dice viendo el ramo - ¿Ah? – dice la mujer sorprendida en el momento en que Cyrus le entrego de forma brusca el ramo de rosas - ¿Qué debo hacer con ella, mi señor? – le dice confundida
- Bótelas y también haga lo mismo con esto – le entrega la caja con los chocolates
- Pe, pero, señor, todo esto se ve muy costoso – le dice viendo las cosas en sus manos
- ¿No me escucho?, dije que las botara, no importa cuánto valga – le dice despreocupado – o, si tanto le es difícil botarlas, quédeselas – le dice comenzando a subir las escaleras hacia su habitación
- ¡oh!, muchas gracias, mi señor – le dice haciéndole una reverencia, como gesto de agradecimiento
- Si, si, lo que sea – le dice en tono de tedio dejando a la mujer atrás, admirando las cosas