¿Hasta dónde llegarías por amor?
¿Hasta dónde soportarías por amor?
Lian es un joven de 20 años, independiente y esforzado, que trabaja desde los trece, cuando perdió a sus padres en un accidente de coche. Es un muchacho dulce, amable, tierno y alegre; pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a cierto senador de la República, un hombre controlador, manipulador y seductor.
¿Será que la dulzura de Lian podrá cambiar a un hombre tan frío?
Ven y embarca en esta historia para descubrir las muchas formas del amor. 🌹
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Capítulo 19
Casa en la que están.
Me despierto, ya era de noche, miro a mi lado y Álvaro está durmiendo tan tranquilamente, le hago una caricia suave en la cara y voy al baño a ducharme, salgo del baño, me pongo una bata y voy a mirar la casa y es tan linda, llego al salón y me siento en el sillón cerca del ventanal y me quedo mirando la luna reflejándose en el mar cuando de repente siento un beso en mi cuello y miro a Álvaro enrollado en la sábana.
Lian _ ¡Hola! mi amor.
Le doy un beso y él me lleva al sofá, me sienta y pone la cabeza en mi regazo, yo me quedé acariciándole el pelo negro, él se queda mirándome.
Álvaro _ Te eché de menos en la cama.
Lian _ Estaba mirando la luna, la vista desde aquí es tan linda.
Álvaro _ Qué bueno que te gustó mi pequeño porque es tuya.
Me llevé un susto cuando él dijo eso
Lian _ ¿Qué? No, Álvaro, deja de decir eso.
Álvaro _ Es verdad mi amor, había planeado toda una sorpresa, incluso hice algo para que comiéramos. Pero al final nos emocionamos.
Él habla y empezó a reírse, su sonrisa es tan linda, él está tan ligero, no tiene esa cara cargada seria de siempre.
Lian _ ¿Hiciste una cena? ¿En serio?
Álvaro _ Te dije que te di esta casa y ¿solo escuchaste sobre la comida? ¿En serio?
Lian _ Lo siento amor, es que tengo hambre. Pero en serio, no quiero ninguna casa.
Álvaro _ Ahora es tarde, ya está a tu nombre.
Él habla dándome un beso y se levantó.
Álvaro _ Amor, ve calentando nuestra cena que voy a darme un baño para que cenemos, la comida seguramente ya se enfrió.
Él va en dirección al cuarto y yo fui a la cocina y él realmente hizo todo, hizo un pescado asado, un arroz blanco y una ensalada verde con salsa de yogur, él realmente me sorprendió, yo puse la mesa y él vino en bata con el pelo mojado, Dios mío, mi cuerpo empezó a calentarse, pienso que me estoy poniendo igual a Erick. Soy sacado de mis pensamientos con él hablando.
Álvaro _ Creo que es mejor que comamos primero cerecita, después puedes hacer todo lo que quieras conmigo.
Él habló y yo me puse rojo, mi señor, ¿él se dio cuenta y yo todavía estoy duro? Realmente me estoy volviendo un pervertido.
Lian _ Tienes razón, vamos a comer rápido antes de que se enfríe. Te esmeraste mucho.
Digo sentándome a la mesa e intentando disimular.
Álvaro _ Te prometo que voy a resolver tu problemita después de la cena.
Él habla abriendo un vino blanco y riéndose de mi cara. Yo creo que me puse más rojo todavía.
Conversamos y cenamos la comida que él hizo que estaba deliciosa. Él me ayudó a ordenar la cocina y fuimos al salón, nos acostamos en el sofá y él se quedó acariciando mi pelo.
Álvaro _ Me encanta tu pelo, cerecita combina contigo.
Él da un beso en la parte superior de mi cabeza y continúa hablando.
Álvaro _ Quiero que vengas a vivir aquí, yo tampoco quiero que sigas trabajando en el ‘club nocturno’.
Yo me senté y me quedé mirándolo.
Lian _ Álvaro, yo no voy a salir del club nocturno, yo no puedo dejar a Breno en la mano y otra, ¿qué voy a hacer aquí solo?
Álvaro _ ¿Qué vas a estar haciendo aquí? Vas a vivir aquí Lian, yo compré esta casa para que estemos nosotros.
Y tú vas a salir del ‘club nocturno’ sí, yo no quiero que estés cerca de Breno. Yo no voy a dejar a Breno cerca de lo que es mío. Tú me perteneces.
Lian _Álvaro, yo no soy tu propiedad. Yo puedo hasta vivir aquí pero yo no puedo salir ahora, Breno está viajando y no sé cuándo vuelve.
Álvaro _ Todo bien pequeño pero cuando él llegue yo no quiero excusas, tú vas a salir de allí.
Él me tira para un abrazo y habla en mi oído dejándome todo erizado y mojado.
Álvaro _ Ahora déjame resolver tu problemita mi cerecita.
Él empieza a devorar mi boca como si estuviera hambriento y yo me pierdo una vez más.