Julia siempre ha sido una mujer de carácter fuerte, marcada por un pasado trágico que la dejó sin fe en el amor. Como hija de un CEO millonario, su vida está rodeada de lujos, pero también de heridas: su madre, destrozada por las infidelidades de su padre, terminó quitándose la vida. Ahora, su padre insiste en que Julia se case, organizando citas con hombres que él considera "adecuados". Pero Julia tiene un plan: sabotearlas todas.
Todo cambia una noche, cuando Julia, cansada de las manipulaciones de su padre, llega a una cita y, por error, se sienta en la mesa equivocada. Sin saberlo, su mordaz actitud y su lengua afilada despiertan el interés de un hombre que no es su cita: un peligroso mafioso acostumbrado a obtener lo que quiere. Fascinado por su audacia, él queda obsesionado con conquistarla, sin importar el costo.
Lo que comienza como un juego de poder y seducción pronto se convierte en una atracción incontrolable que arrastra
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capitulo 19
Julia estaba a punto de responderle a Adrián cuando el sonido de su teléfono interrumpió el tenso momento. Miró la pantalla y vio el nombre de su padre. Dudó unos segundos antes de contestar, recordando lo sucedido en la cena que aún pesaba en su mente como una piedra.
—¿Hola? —dijo con voz temblorosa.
Adrián, que estaba observándola, notó de inmediato el cambio en su expresión y cruzó los brazos, esperando con calma, pero alerta.
—Julia —la voz de su padre sonaba seria, casi culpable—. Quiero hablar contigo sobre lo que pasó en la cena.
Julia sintió un nudo formarse en su garganta. Las imágenes del día anterior volvieron a su mente: su madrastra, altiva y despectiva; su media hermana, riéndose cruelmente; y ella, llorando frente a una pintura rota, la única conexión tangible que le quedaba con su madre fallecida. Luego, la entrada de Adrián, decidido y furioso, llevándosela de ese infierno sin importarle la escena que estaba causando.
—¿Hablar? —respondió Julia con amargura—. ¿De qué, papá? ¿De cómo te quedaste callado mientras ellas me humillaban?
Hubo un silencio incómodo al otro lado de la línea.
—No es tan simple, Julia. Fue un malentendido. Estabas alterada y...
—¡Un malentendido! —interrumpió ella, levantando la voz sin darse cuenta—. ¿Sabes lo que significaba esa pintura para mí? Era lo único que tenía de mamá. Y ellas…
Su voz se quebró. Adrián, al escucharla, dio un paso hacia ella, pero se detuvo, respetando su espacio.
—Lo siento, hija —dijo su padre con un tono que sonaba más a obligación que a sinceridad—. Pero no puedes seguir comportándote así. Tu madrastra y tu hermana solo quieren ayudarte a madurar.
Julia sintió que su rabia aumentaba, pero algo en su interior se apagó.
—No quiero seguir hablando de esto —dijo al final, agotada.
—Julia, por favor...
—Adiós, papá.
Colgó antes de que pudiera decir más y dejó caer el teléfono sobre la mesa. Se pasó una mano por el cabello, tratando de recuperar la compostura, pero su cuerpo temblaba ligeramente.
Adrián la observó en silencio por unos segundos antes de hablar.
—¿Quieres contarme qué pasó? —preguntó con voz suave.
Julia negó con la cabeza, evitando su mirada.
—No es importante.
Adrián se acercó, esta vez sin dudar, y se sentó frente a ella.
—Si te hace llorar y temblar así, entonces sí es importante —dijo con firmeza—. No quiero que lleves todo este peso sola.
Ella levantó la vista y vio la preocupación en sus ojos. Por un momento, la coraza que había construido a su alrededor comenzó a resquebrajarse.
—Mi madre hizo una pintura para mí antes de morir. Era algo que significaba todo para mí, Adrián. Y ellas… la rompieron. Se burlaron de mí como si no tuviera valor. Mi padre… solo lo permitió.
Adrián apretó la mandíbula, su expresión endureciéndose al escucharla.
—¿Por eso llorabas anoche? —preguntó, recordando cómo la había encontrado, con los ojos hinchados de tanto llorar.
Julia asintió, mordiéndose el labio para no romperse de nuevo.
—No quería que vieras eso.
Adrián tomó su mano con delicadeza, algo poco común en él, y la sostuvo firmemente.
—Lo vi porque me importa, Julia. Y créeme, ellos no volverán a hacerte daño.
El tono de su voz, aunque calmado, estaba cargado de promesas que Julia no sabía si quería escuchar. Pero, por primera vez en mucho tiempo, se permitió sentir un poco de consuelo en su presencia.
o quizá se refiere a eilana o como se llame 🤔