Desde los 10 años, Latifa le ha confesado su amor al Príncipe Salomón y le ha pedido que se case con ella. Su destino es ser sólo una candidata a novia del heredero al trono del reino Sufan. Ella sólo es una agregada cultural, alguien a quien nadie ama y nadie extrañará una vez que se cumpla el objetivo de unir a los protagonistas.
Así era hasta que llegué yo, una persona madura que murió en otra realidad, pero esta es una nueva oportunidad para mi, así que no quiero seguir el destino marcado de Latifa, dejaré atrás rogar por el amor de un hombre, las declaraciones sin sentido y pedir el reconocimiento de los padres, es tiempo de darle a esta chica un destino donde ella sea la que tome las decisiones. ¿Habrá alguien que la quiera así?
NovelToon tiene autorización de Belegui Baccelieri para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Socios
Latifa: Debes comer, de lo contrario se verá raro que estemos solo mirándonos en el comedor, la gente podría pensar cosas raras.
Zaid: (Con cuidado comienza) Estoy dispuesto a pagarte lo que me pidas para que te declares nuevamente al Príncipe, todos sabemos que no podrás resistir mucho más… (con disgusto) porque lo amas demasiado… pero si lo haces esta misma semana puedo ayudarte con lo que pidas.
Latifa: Mmmhh… Ya no estoy interesada en él, así que no me interesa tu propuesta… creí que era algo más tentador, así que puedes retirarte en cuanto termines.
Zaid: (Desconcertado porque nunca nadie le había hablado así) ¡¿Cómo que ya no te interesa?! ¡¿Entonces ya no vas volver a confesarle tu amor?! (Una sombra de pánico cruzó por su rostro)
Latifa: Cálmate… cálmate… no entres en pánico. (Sonreí mientras veía cómo Zaid abre los ojos de par en par) No tengo la intención de volver a confesarme al Príncipe, pero... qué tal si te ayudo para que confieses tu amor a Naya.
Los ojos de Zaid no daban crédito, y su hermoso rostro era muy divertido de ver. Estoy segura de que este chico es el más guapo que he visto en esta y mi otra vida. Tiene unas cejas abundantes y pestañas largas, su piel blanca contrasta con el negro de su cabello quebrado. No entiendo cómo no hay montones de chicas a su alrededor… creo que se debe a su personalidad, es serio al extremo, aunque se nota a leguas que tiene un cuerpo espectacular.
Zaid: (Claramente dudando) ¿Podrías hacer eso?
Latifa: Me parece lo más justo si vas a pagar… además, (con una sonrisa pícara) yo no quiero solo tu dinero, hay otras cosas de ti que me interesan.
Zaid: (Inmediatamente se puso rojo como tomate y volteó la mirada a su comida) No creo tener nada que te interese.
Latifa: (Pícara) Jajajaja, eso es lo que tu crees, no todo en esta vida es el dinero, creo que para tu caso debo preparar varias cosas, así que me interesa más verte como socio que como un cliente. ¿Qué te parece?
Zaid: (Desconcertado alzó la vista y me miró con incredulidad) ¿Socio?
Latifa: Sip, socio… yo te pediré que me hagas algunos favores (lo siento no pude evitar mirar hacia sus pectorales cubiertos por la chaqueta del uniforme), te ayudaré primero a que ella sepa que existes y, después, a confesarle tu amor… ¿qué te parece?
Zaid: (Claramente incómodo y apenado) Está bien, pero… ¿qué tipo de favores quieres que haga?
Latifa: (Muy contenta pero hablando bajo) Ahhh… esto me encanta… hay algo que he querido hacer desde hace unos días, y serás perfecto para el trabajo. (Sonríe claramente)
Mientras todo esto sucedía, Latifa no se dio cuenta de que alguien miraba a lo lejos su interacción con Zaid, así que, al ver una sonrisa franca en su rostro, no pudo evitar acercarse.
Salomón: Latifa, trae cubiertos nuevos para mí… estos no me gustan… (dijo claramente molesto)
Ella mira la bandeja llena de cubiertos detrás junto a la barra de comida y solo le dice: ¿en serio?
Salomón: (Tirando los que llevaba en su mano) Estos cayeron al suelo, así que mejor ve a lavarlos.
Latifa lo miró claramente enojada, lo que sorprendió a Salomón, ella nunca lo había visto así…
Latifa: (Apretando los dientes, pero con un destello de maldad en sus ojos) ¿Pero va a esperar hasta que los traiga limpios?
Salomón: Si te lo estoy pidiendo, es porque esperaré… (dijo indignado)
Latifa: (Mira a Zaid con una sonrisa frustrada) Terminaremos de hablar en otro momento.
Cogió los cubiertos tirados por el Príncipe y salió del comedor… rápidamente fue con Rufus y regresó en poco tiempo.
Latifa: Aquí están sus cubiertos Majestad, espero los encuentre presentables.
Salomón los miró y dijo “Claro, ya está todo bien”. Así que comenzó a comer despreocupadamente y tras verlo usar los cubiertos, Latifa se alejó del sitio sonriendo, aunque no se dio cuenta de que Zaid vio toda su travesura.
.
.
.