¡Dos Corazones y una Historia!

En el coche, Ayla y Ryan

Ayla

En el coche con Ryan, no puedo contener las lágrimas. Odio llorar y odio aún más llorar delante de Ryan, ¡sobre todo cuando está tan feliz!

Es que estoy asustada, ¡Ryan es mi mundo, mi vida! ¿Y si Yuri quiere quitármelo? ¿Y cómo reaccionará Ryan cuando se entere? Entonces me viene el pasado a la mente, las muchas cosas que he pasado, las pruebas que la vida me ha dado y para las que no he podido prepararme, y el miedo no hace más que aumentar.

Ryan estaba hablando emocionado de Yuri, tan emocionado que no se había dado cuenta de que estaba llorando.

¡Intenté controlarme, pero no lo conseguía! ¡Maldita sea! ¡Mil veces maldita sea! Y lo que menos deseaba sucedió, se dio cuenta.

- Mamá, ¿por qué lloras? – pregunta Ryan.

- Nada, cariño, mamá sólo está muy cansada – dice Ayla intentando sonreír sin mucho éxito.

- Lo siento mamá, si he hecho algo malo, ha sido sin querer, no llores – dice Ryan.

- ¡No! Hijo, eres mi amor, mi tesoro, ¡toda mi vida! No has hecho nada malo, eres una gran razón para que me levante por la mañana, hijo, eres mi alegría, mi felicidad – dice Ayla.

- Mamá no llores. Eres tan guapa – dice Ryan sacándole una sonrisa a Ayla.

- Te quiero mucho, hijo – dice Ayla.

- Yo también te quiero mamá, ¡muchísimo, más que al mundo! – dice Ryan.

Ayla

No pude resistirme y le pregunté a Ryan.

- Ryan, ¿te gustaría conocer a tu padre? – pregunta Ayla.

- Me gustaría, todos mis amigos tienen padre, sé que yo tengo padre, sé que dijiste que se había ido. Pero sí, me gustaría conocerlo, me divertí mucho con Yuri hoy, haciéndome a la idea de que era mi padre – dice Ryan.

- Me alegro de que te lo hayas pasado bien, cariño, y sí, tu padre tuvo que irse, pero ¿y si volviera y quisiera conocerte, hablar contigo? – pregunta Ayla.

- Mmm, hablaría con él, me gustaría tener un padre, mamá, ¡hoy ha sido súper divertido estar con Yuri! ¡Me ha encantado! – dice Ryan.

- Me alegro de que estés contento, Ryan, ¿y si tu padre fuera un hombre muy famoso? – pregunta Ayla.

- ¿Como Yuri? El mejor jugador de todos – dice Ryan sonriendo.

- Sí, como él – dice Ayla.

- Me encantaría tener un padre como Yuri, ¿querrá ser mi padre? – dice Ryan sonriendo.

Ayla

¡Dios mío! ¡Qué rápidos y adelantados son estos niños! Apenas tiene siete años y me deja sin saber qué hacer.

Me vi obligada a eludir el tema.

- Ryan, dime otra cosa, ¿y si tu padre te pidiera que vivieras con él? – pregunta Ayla.

- Entonces nos vamos contigo, mamá – dice Ryan.

- No, hijo, ¡mamá no! Sólo tú – dice Ayla.

- No, mamá, ¿quién va a cuidar de ti? ¡Tengo que cuidar de mi madre! Y luego tú y mi padre podéis vivir juntos, como los padres de mis amigos – dice Ryan.

Ayla

¡Dios mío! ¡Socorro....

- Ryan, las cosas no son así, cuando seas mayor lo entenderás. Pero me alegro mucho de que quieras quedarte siempre conmigo – dice Ayla.

- Mamá, no puedes quedarte sola, ¿recuerdas que tienes miedo a la oscuridad? – dice Ryan.

- Sí – responde Ayla riendo.

- Entonces, nunca te dejaré mamá – dice Ryan.

Paran en la empresa.

- Ahora, vamos a bajar, mamá tiene que terminar unos informes antes de irnos a casa.

Ayla

Menos mal que Bruno me dejó traer a Ryan en estos casos, porque Constanza y yo estamos como locas de tanto trabajo. Hoy será otro día que no salga antes de las ocho de la noche.....

Yuri

Pensé en contárselo a mis padres y no, todavía no. Necesito saber la verdad o me volveré loco. Estamos charlando, han llegado más conocidos y, sinceramente, ¡estoy pensando en Ayla y Ryan!