una historia de una enfermera y un paciente
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capitulo 19: Marcos de nuevo en la familia.
La abuela Sofía continuó hablando con Marcos, recordándole los buenos momentos que habían compartido como familia. Marcos comenzó a llorar, y finalmente, se derrumbó y confesó todo.
"Lo siento", dijo Marcos. "Me dejé llevar por la rabia y el resentimiento. Isabella me manipuló y me convenció de que mi familia me había traicionado".
La familia se sorprendió al escuchar la verdad. Alejandro se acercó a Marcos y lo abrazó.
"No importa, hermano", dijo Alejandro. "Te perdono. Pero debes ayudarnos a detener a Isabella y arreglar el daño que ha causado".
Marcos asintió y juntos, la familia comenzó a trabajar para deshacer el daño que Isabella había causado. Descubrieron que Isabella había estado trabajando para una empresa rival, intentando destruir la reputación de la familia de Alejandro.
Con la ayuda de la familia, Alejandro logró arreglar todo. La empresa rival fue desmantelada, y Isabella fue llevada ante la justicia.
La familia de Alejandro y Sofía se reunió para celebrar su victoria. Alejandro y Sofía se abrazaron, sabiendo que su amor había superado todos los obstáculos.
"Gracias por creer en mí", dijo Alejandro.
"Siempre te creeré", respondió Sofía.
Y así, la familia vivió feliz para siempre, sabiendo que su amor y su unidad eran más fuertes que cualquier obstáculo.
La familia de Alejandro y Sofía se reunió para celebrar su victoria. Alejandro y Sofía se abrazaron, sabiendo que su amor había superado todos los obstáculos.
En ese momento, Alejandro se arrodilló frente a Sofía y sacó un anillo de compromiso de su bolsillo.
"Sofía, desde el momento en que te conocí, supe que eras la mujer de mi vida", dijo Alejandro con emoción. "Quiero pasar el resto de mi vida contigo. ¿Quieres casarte conmigo?"
Sofía se sorprendió y se llenó de emoción. "Sí, sí, mil veces sí", respondió con lágrimas en los ojos.
La familia aplaudió y se abrazó, celebrando el compromiso de Alejandro y Sofía.
"Te amo", dijo Alejandro, poniendo el anillo en el dedo de Sofía.
"Te amo", respondió Sofía, sonriendo.
Después de la proposición, Alejandro y Sofía se abrazaron y besaron, rodeados de su familia y amigos. La emoción era palpable en el aire.
La madre de Sofía, Laura, se acercó a la pareja y les dio un abrazo fuerte. "Estoy tan feliz por ustedes dos", dijo. "Siempre supe que eran perfectos el uno para el otro".
El padre de Alejandro, Carlos, también se acercó y les dio un abrazo. "Bienvenida a la familia, Sofía", dijo. "Eres una hija más para nosotros".
La hermana de Sofía, Gabriela, se acercó y abrazó a Sofía. "Estoy tan emocionada de que te cases con el hombre de tus sueños", dijo.
La abuela Sofía se acercó y les dio un abrazo a ambos. "Que Dios los bendiga y los proteja en su camino juntos", dijo.
Después de los abrazos y felicitaciones, Alejandro y Sofía se sentaron a planificar su boda. Querían una boda sencilla pero hermosa, con sus seres queridos cerca.
Mientras planeaban, Alejandro tomó la mano de Sofía y le dijo: "No puedo esperar para pasar el resto de mi vida contigo".
Sofía sonrió y respondió: "Yo tampoco, mi amor".
La boda de Alejandro y Sofía fue un día perfecto. El sol brillaba en el cielo, las flores estaban en plena floración y la iglesia estaba llena de amigos y familiares.
Sofía se veía hermosa en su vestido de novia blanco, con su cabello recogido en un moño y un velo que le caía suavemente sobre la cara.
Alejandro se veía guapo en su traje negro, con una sonrisa nerviosa en su rostro mientras esperaba a su novia en el altar.
Cuando Sofía llegó al altar, Alejandro se emocionó al verla. Tomó su mano y le susurró: "Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida".
Sofía sonrió y respondió: "Tú también estás muy guapo".
El sacerdote comenzó la ceremonia y Alejandro y Sofía intercambiaron votos y anillos. Después de un beso apasionado, fueron declarados marido y mujer.
La recepción fue un evento festivo, con música, baile y comida deliciosa. Alejandro y Sofía bailaron su primer baile como marido y mujer, rodeados de sus seres queridos.
Después de la recepción, Alejandro y Sofía se fueron de luna de miel a un destino romántico. Pasaron una semana relajándose en la playa, disfrutando de la compañía del otro y planeando su futuro juntos.
Después de su luna de miel, Alejandro y Sofía regresaron a casa y comenzaron a construir su vida juntos. Un año después de su boda, Sofía quedó embarazada de su primer hijo.
Estaban emocionados de ser padres y esperaban con ansias la llegada de su bebé. Finalmente, después de nueve meses, nació su hija, Vanessa.
Vanessa era una bebé hermosa, con los ojos azules de su madre y el cabello oscuro de su padre. Alejandro y Sofía se enamoraron de ella al instante y se dedicaron a cuidarla y protegerla.
Dos años después, nació su segundo hijo, un niño llamado Mateo. Mateo era un niño aventurero y curioso, siempre explorando y descubriendo nuevas cosas.
Alejandro y Sofía estaban felices de tener una familia hermosa y amorosa. Pasaban sus días jugando con sus hijos, enseñándoles y cuidándolos.
La familia de Alejandro y Sofía era un ejemplo de amor y felicidad. Estaban rodeados de amigos y familiares que los apoyaban y los querían.
Años después, Valeria y Mateo crecieron y se convirtieron en jóvenes inteligentes y talentosos. Valeria se convirtió en una excelente estudiante y Mateo en un deportista destacado.
Alejandro y Sofía estaban orgullosos de sus hijos y sabían que habían hecho un buen trabajo como padres. Su amor y dedicación habían creado una familia feliz y unidos.
Años después, Alejandro y Sofía habían construido una vida juntos, lejos del mundo del crimen.
Mateo, de 9 años, era un joven inteligente y valiente, con los ojos de su padre. Vanessa de 12 años, era una niña dulce y curiosa, con la sonrisa de su madre.
Un día, mientras Alejandro y Sofía preparaban la cena, Mateo se acercó a ellos.
"Papá, ¿puedo preguntarte algo?", dijo Mateo.
"Claro, hijo", respondió Alejandro.
"¿Es verdad que antes eras un mafioso?", preguntó Mateo.
Alejandro y Sofía se miraron nerviosos.
"Sí, hijo", dijo Alejandro. "Pero eso fue antes de conocerte a tu madre. He cambiado mucho desde entonces."
Mateo asintió.
"Estoy orgulloso de ti, papá", dijo Mateo. "Por haber cambiado y haberme dado una familia feliz."
Vanessa se acercó y abrazó a Alejandro.
"Yo también, papá", dijo Vanessa.
Sofía sonrió.
"Somos una familia feliz", dijo Sofía. "Y siempre lo seremos."
Pero en ese momento, la puerta sonó. Era Juan, el hermano de Alejandro, que había estado escondido durante años.
"Alejandro, necesito tu ayuda", dijo Juan. "La mafia ha encontrado mi paradero."
Alejandro se puso serio.
"No te preocupes, hermano", dijo Alejandro. "Los protegeré a todos"