Sé Mi Emperatriz, Comandante.

Farkas guía a Tatiana hasta el palacio de la emperatriz, el cual es nombrado, el palacio luna, su diseño es elegante, con un jardín espacioso, perfecto para eventos de gran magnitud, también cuenta un salón para fiestas, salón de té, invernadero equipado para una reunión, aunque para Tatiana esos lujos no son necesarios, entiende que ahora es el lugar donde deberá vivir. Farkas le explica que también hay una zona en la parte trasera, donde los caballeros podrán alojarse, de ese modo, siempre estarán cerca de ella. También pone a su disposición, a los sirvientes, quienes al saludan al entrar y Farkas les hace que su lealtad debe de ser hacía ella, pues si descubre que alguien le ha faltado al respeto o intenta algo en su contra, el mismo le pondrá un castigo.

Tatiana agradece y menciona algo similar a lo que Farkas les dijo, pues ella valora mucho la lealtad, dicho esto, ordena que se retiren.

— sigamos, le mostrare la habitación.—

Farkas la guía al segundo piso, entrando en una elegante habitación, la cual tiene una cama con dosel, una sala, también hay una mesa con dos sillas cerca de la ventana y una puerta hacía el balcón que da una bella vista al mar.

— estoy seguro que disfrutará mucho las noches en esta alcoba.— le comenta Farkas.

Tatiana da unos pasos dentro y Farkas la sigue, aunque Tatiana se da la vuelta mostrando una sonrisa ladina.

— la disfrutaré las noches cuando mi esposo me haga compañía.— desliza su mano sobre el pecho de Farkas.

Por supuesto, el emperador se sentía tentado ante las palabras de Tatiana, así que se inclina para unir sus labios en un fogoso beso, el cual Tatiana corresponde. Sus labios juegan entre si, al igual que sus lenguas, hasta que el aire hace falta y se separan.

— ya no soportaba estar sin ti, mi pequeña ninfa.— acaricia las mejillas de la rubia.

—¿acaso su majestad se ha enamorado de mí?, creí que el linaje era lo que importaba.—

— el linaje es lo de menos mi pequeña ninfa, desde el momento en el que te vi, supe que eras la única mujer que podría estar a mi lado.— habla mirando a los ojos a la Tatiana.

— que romántico majestad...— Tatiana desliza su mano por el pecho del emperador.

Pero, no se detiene ahí, solo comienza a desabrochar los botones de aquel traje, aunque Farkas la detiene.

— eso es peligros pequeña ninfa, si sigues, no me detendré.— asegura, mientras su respiración parece agitada.

— me encanta el peligro y más si debo enfrentarme a un lobo salvaje.— responde la rubia.

Y es que desde aquella última vez que se besaron en la mansión del conde, Tatiana había sentido esa necesidad de estar cerca del emperador, los besos, no eran suficientes y si el peligris hubiera cedido aquel día, ella sin duda habría caído en sus brazos.

Tatiana continúa hasta dejar al descubierto el pecho del lobo, así que ella toca directamente la piel, escuchando un gruñido de parte del emperador. Ella sonríe y se aparta, empezando a quitarse el traje también, Farkas observa fijamente, como las telas se deslizan por su cuerpo, dejando al descubierto aquella hermosa piel, aunque antes ya la había visto, no podía evitar sentirse emocionado. En cuestión de segundos, la ropa ya no estorbaba su vista, el cuerpo de su ninfa ahora estaba al descubierto ante él.

Farkas observa fijamente cada parte del cuerpo de la rubia, hasta que ya no puede más y la sujeta del brazo para llevarla a la cama, donde la recuesta y se sube sobre ella, notando como el pecho de la joven sube y baja debido a su respiración agitada, lo cual le hace saber que ella también estaba ansiosa y lo deseaba. Farkas se inclina, besando los labios de Tatiana, ella corresponde el beso, mientras se sobresalta al sentir una mano del lycan sobre su sen*, esta la amasa suavemente, frotando con el dedo medio aquel pequeño rosado botón, causando un cosquilleo en el cuerpo de la rubia. Farkas se aparta del beso, para tomar entre sus labios el sen* que estaba desatendido.

Tatiana lleva su mano al hombro del emperador, apretando un poco debido al cosquilleo que su cuerpo estaba experimentado. Farkas pasaba de un sen* a otro, saboreando cada uno, notando la dureza de ese pequeño botón rosa. Así que, desliza su mano hacía abajo, hasta tenerla entre las piernas de la rubia, frotando el ded* medio entre sus pliegues y sintiendo la humedad. Tatiana deja escapar un jadeo, arqueando la espalda. Ante esta reacción, Farkas sonríe ladino y continúa, ahora moviendo los ded*s entre sus pliegues, sin dejar de atender sus sen*s. Pero no demora en reincorporarse para separarle las piernas, sorprendiendo a Tatiana por esto, además de ver la sonrisa ladina del emperador.

— mi pequeña ninfa, ¿estas avergonzada?—

—¿por qué lo estaría?, más bien, no deberías perder el tiempo hablando.— responde burlona.

Farkas hace caso a su petición y se inclina deslizando su lengu* sobre la intimidad de la chica, Tatiana nuevamente jadea, esa nueva sensación estremeció de nuevo su cuerpo. Farkas continúa con lo suyo, pasando su lengu* entre pliegues, frotando también aquel pequeño punto que cada vez, causaba más jadeos en la rubia, hasta hacerla alcanzar su primer clím*x. Farkas se reincorpora relamiendo sus labios solo para observar a una Tatiana respirando agitada, sus labios entre abiertos dejaban salir su cálido aliento tras ese clím*x.

Tras esto, Farkas paso a quitarse el resto de la ropa, dejando ver su dureza, al verlo Tatiana se sorprende, en verdad era un hombre bien dotado, quizás por su condición de lycan, Tatiana se sienta sosteniendo a Farkas por la cintura y besa su abdomen, pasando también su lengu*, Farkas se sorprende y sobresalta por esto, pero antes de poder decir algo, Tatiana sostiene esa dureza entre sus manos, pasando su leng*a sobre ella, causando que Farkas deje salir un leve gruñido.

— pequeña ninfa...no sabía que eras tan traviesa.— pasa su mano por la frente de la rubia para apartar su flequillo.

Al hacer esto, puede ver la mirada de Tatiana levantarse, mientras aún desliza su leng*a sobre dureza como si disfrutará de un delicioso caramelo, Farkas dejaba escapar un par de jadeos, antes la sensación húmeda y tibia de su lengu*, pero pronto se siente envuelta entre sus labios, mientras usa su lengu* para darle una mejor sensación, Farkas se estremecía en cada movimiento, sintiendo que eso lo haría alcanzar el límite, pero no, no quería aún llegar, así que la aparta para empujarla sobre la cama y se acomoda entre sus piernas, frotando su dureza entre sus pliegues para después llegar a ese lugar en el cual comienza a hundirse, Tatiana siente una descarga de dolor y placer al momento de recibirlo, ella se aferra a las sábanas. Farkas quiso detenerse, pero ella asiente, así que continúa hasta hundirse por completo. La joven rubia respira agitada, pero Farkas comienza a moverse despacio, observando cada gesto de su ninfa. Para Tatiana era doloroso, pero conforme se mueve, el dolor va dando paso al placer, así que las estocadas se van haciendo más bruscas. Farkas la sostiene de la cintura mientras empuja una y otra vez disfrutando el sentirse apretado entre ese instante suave y cálido, mientras que Tatiana, se estremece en cada movimiento, sintiendo como se mueve dándole mayor placer, el lycan sabía perfectamente como moverse para darle placer, ambos lo estaban disfrutando hasta alcanzar juntos el extas*s.

Ambos respira agitados, pero Farkas finalmente la había hecho suya, algo que llevaba deseando desde hace tiempo. Tatiana estaba agotada, pero, tan pronto descansaron unos minutos, ella se subió sobre el lycan, para continuar, ya que apenas recién empezaba la noche.

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Al día siguiente, los murmullos no se hicieron esperar, pues desde muy temprano vieron al emperador salir del palacio luna, después de que un sirviente le llevara ropa limpia. Así que era obvio lo que había pasado; aún no se casaban y ya han consumado su unión. Esto confirma que el emperador iba en serio con respecto a darle el trono a la joven extranjera. Aunque los ministros al escuchar esto, pensaron que podrían refutar la decisión del emperador, alegando que la mujer era indecente por entregarse antes de la boda, pero al escuchar esto, el emperador se transformo el lycan y se lanzo contra el cuello de aquel que se atrevió a decir tal cosa, asustando a todos cuando el cuello de aquel noble, había quedo destrozado y lo sacaron del salón casi sin vida. Esto, hizo callar a los demás, pero seguían sintiendo que Tatiana no tenía derecho a ocupar un cargo tan importante.

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El ataque del emperador hacía aquel noble, dejo consternados a todos, nadie esperaba que el emperador reaccionaría de esa forma, pero también estaba el hecho de que, la futura emperatriz, hija de la ninfa celestial, en realidad es la heroína de Kazaj. Aunque algunos sugieren que como es una guerrera, quizás no sabrá nada y no podrá cumplir con los deberes de emperatriz, por lo que tendrán la oportunidad de presionar al emperador para bajarla de trono.

El primer ministro al llegar a casa, estaba frustrado, le contó a su esposa e hija quien era la mujer que el emperador tomaría como emperatriz.

— no importa quien sea, padre, debemos acabar con ella...— suplica Sira.

— la corte se reunirá, pensaremos en una solución.— responde el primer ministro.

— pero padre. Voy a entrar al palacio, me acercaré a ella como amiga, así podré obtener información.— asegura Sira.

— esa es una buena idea, querido, deja que Sira haga eso, de ese modo será fácil deshacerse de ella.—

El primer ministro lo piensa, tal vez no sea mala idea, porque de ese modo, Sira les pasaría información para poder arruinar a Tatiana. El primer ministro aprueba la idea de su hija, pero debe de ser cuidadosa, tiene que tener una buena actuación para no ser descubierta y el día de la fiesta, será la oportunidad de Sira de acercarse a Tatiana.

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NOTA: si estás leyendo este mensaje, es porque si me aceptaron el capítulo tal y como esta originalmente. Espero lo hayan disfrutado, porque las conozco, estaban esperando este momento 🫢😏 villanas de mente sucia 🫣