Sol Rucci es una joven de 18 años que ha sido profundamente marcada por la trágica muerte de su hermana, Flor, sucedida ante sus propios ojos. Al quedar huérfana, fue acogida y protegida por el novio de su hermana, quien asumió su crianza desde que Sol tenía 10 años. Ambos han encontrado en su apoyo mutuo una forma de sobrellevar el dolor de esta pérdida.
Con el paso del tiempo, él ha desarrollado una tendencia a sobreprotegerla, ejerciendo un control sobre su vida. Por su parte, Sol ha experimentado un notable aumento en su belleza, convirtiéndose en un reflejo impactante de su hermana. Con el tiempo, comienza a despertar en ella sentimientos que trascienden la gratitud y el apoyo, mientras que él empieza a verla de una manera diferente, ya no como la niña indefensa a la que él protegía por una promesa hecha a su novia antes de su muerte, sino como una oportunidad de reencontrarse con su amada Flor a través de ella.
NovelToon tiene autorización de Daniella cantillo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 22 Embarazo de sol 2/2
Sol Rucci
\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*
Al despertar de manera gradual, me di cuenta de que no estaba en mi habitación. Al mirar a mi alrededor, reconocí que este lugar era la antigua habitación de Kai. Me pregunté qué hacía allí. Me toqué el vientre y decidí levantarme, pero en ese momento la puerta se abrió y apareció Kai con una charola.
—Buenos días, mi reina. ¿Cómo te sientes? —me preguntó.
—Estoy bien, cariño. ¿Qué hacemos en la casa de tus padres?
Él se sentó en la cama, tomó una cuchara, la sumergió en el caldo y sopló sobre ella antes de ofrecérmela. La acepté.
—Mi reina, ayer te vi mal, así que te traje con mi madre. Ella te aplicó una ampolla que te ayudará con tu embarazo. Desde ahora, estarás más tranquila.
—¿Qué era lo que tenía, amor?
Él continuó dándome caldo.
—Es culpa mía, mi reina. Mi madre y mis hermanos han estado realizando experimentos durante años. Me aplicaron esas fórmulas y eso afecta a los bebés; de verdad, lo siento.
Abrí los ojos, sorprendida, angustiada y temerosa.
—¿En qué afectará a nuestros bebés? Kai, ¿no me digas que nuestros hijos nacerán mal? —le dije mientras le apretaba el brazo.
—No, mi amore. Los niños estarán perfectamente saludables; no tendrán ningún problema. No debes preocuparte, solo que nuestros hijos pueden no llegar a sentir dolor. Tendrán más fuerza que un bebé normal, por eso es que sientes dolor cuando se mueven o te patean; son más fuertes que un bebé promedio.
Solté su brazo; lo que decía sonaba como un guion de ficción. ¿Estaba bromeando? Sin embargo, sabía que Kai no podía sentir dolor, y eso podría ser muy peligroso si mis hijos heredaban esa condición. Debía cuidarlos el doble. Noté la tristeza y la culpa en la mirada de Kai; tenía ojeras bajo los ojos. Pasé mi mano por su mejilla y le hablé con suavidad.
—No es tu culpa, no sabías que iba a pasar por esto. También fue mi error no decírtelo. Perdóname, amore, por ocultarte las cosas; solo quería evitar que te angustiaras.
—Quiero que tengas claro, mi reina, que tú y mis hijos son lo más importante en mi vida; yo paso a segundo plano. Lo más mínimo que sea, debo saberlo. Mi deber es que tú y mis hijos estén bien. Te amo, Sol; si algo llegara a pasarte, me muero. De verdad, perdóname.
—Ya, mi amore, por favor, no quiero verte triste; no tengo nada que perdonar. ¿Podrías seguir dándome caldo? Está muy rico —le respondí sonriendo.
Él asintió y comenzó a servirme el caldo de pollo; estaba delicioso. Al terminar, escuché que llamaban a la puerta. Kai dijo que podían pasar y observé cómo entraban sus padres junto con Zoe. Kai dejó la charola en la mesa. Los padres de Kai comenzaron a preguntarme cómo me encontraba, a lo que respondí que me sentía mejor. La señora Valka se acercó para revisarme y comentó que ya me veía de mejor color. Lo más recomendable era que permaneciera en la mansión hasta el nacimiento del bebé para realizarme chequeos. Miré a Kai y asentí; lo más importante era que mis hijos estuvieran bien. Tras conversar un poco, los padres de Kai se retiraron.
—Kai, ¿podrías dejarme a solas con Sol, por favor? —dijo Zoe.
Kai la observó y, después de un segundo, se retiró, cerrando la puerta tras de sí. Ella se sentó en la cama.
—Tu vientre está enorme, Sol; parece que en cualquier momento va a explotar. Dime, ¿realmente ya te sientes bien? —me preguntó ansiosa mientras pasaba su mano por mi vientre.
—Sí, Zoe. Ya me encuentro mejor. La verdad es que estos meses han sido complicados, pero ya escuchaste a tu madre, todo estará bien con mis bebés. ¿Qué te pasa, Zoe? Te noto tensa.
La vi levantarse y comenzar a caminar de un lado a otro, llevándose la mano al cuello con frustración.
—Necesito contarle esto a alguien o siento que me ahogaré. Pero te lo diré en modo paciente, a modo de psicóloga; Sol, necesito que esto quede en secreto. Nadie puede saberlo —me advirtió, acercándose a mí y mirándome intensamente.
—Claro, si así te sientes más segura. Estoy lista para escucharte.
Ella se alejó de nuevo y comenzó a caminar de lado a lado. La escuché respirar hondo y, al detenerse, dijo:
—Después de la fiesta de Almass, me dirigí a un hotel a descansar. Cuando caminaba hacia mi habitación, un hombre me tomó del brazo. Al verlo, noté que sus ojos estaban rojos, con los párpados caídos. Podía escuchar cómo su corazón latía con fuerza y su olor desprendía alguna sustancia. Me pidió que lo ayudara, que había colocado una droga en su bebida y que se sentía muy mal. Luego, tomó mi mejilla y me besó.
—¿Qué? —interrumpí, asombrada—. ¿Qué hiciste después?
—Yo quedé estática; me había perdido en su mirada, sus ojos eran de color negro. Mi pulso se aceleró y seguí su beso. No sabía por qué me sentía así; él me llevó a su habitación, Sol. Te juro que no pensaba en nada; no sabía lo que me pasaba en ese momento, era como si no fuera yo. Sus caricias, sus besos, me hacían desearlo. Mi piel pedía a gritos su contacto; era como si lo conociera de antes, como si él fuera el dueño de mi piel. Me entregué a él. Me sentía feliz, no entendía por qué y aún no lo entiendo, Sol.
ahora resulta que flor no estaba muerta que la habían llevado a otro país para que se prostituirla ahora que ha escapado qué casualidad que se haya topado con Kai ahora qué pasará kai dejará sol por flor