ROMPIENDO LAS REGLAS

•Mía: empiezo a tentar a Estefan, él hace caso y me empieza a desnudar con mucha prisa. Lo miro, voy a decirle que entremos a la recámara, cuando siento que me toma y me pone en la mesa. Empieza a embestirme y a tocarme con tanta pasión, yo le sigo en todo, siento cómo este hombre me llenaba toda. Así continuamos hasta quedar los dos agotados. Nos dimos un baño en la tina juntos, me empezó a besar y a tocar mi cabeza. Me dio mucho sueño, pero no me duermo. Salí, miré la hora y ya era muy tarde. Estefan, tengo que irme. Sabes cómo se pone mi papá cuando estoy fuera por mucho tiempo.

• Estefan: por favor, quédate otro ratito más. No quiero quedarme solo. Ven un poco más, la cargo y nos recostamos en la cama. Empezamos a hablar, de un momento a otro empiezo a imaginar cómo sería una vida viviendo juntos. Sonrío, ella me queda mirando y me dice.

•Mía: ¿En qué piensas, Estefan, que tienes una cara de satisfacción? Espero que estés pensando en mí. Sabes que es muy pronto para decirte esto, pero quiero estar contigo. Me gustaría, más adelante, formar una familia y quisiera que hablaras con mi padre sobre lo nuestro. Sé que es complicado, pero tenemos que arriesgarnos. Para así no poner excusas para vernos; y si quisiéramos pasar las noches juntos, lo haríamos sin preocuparnos de si mi padre se va a enterar, ¿no te parece?

• Estefan: mi cielo, no creas que no quiero hacerlo. Simplemente conozco a tu padre muy bien y si se entera de los nuestro en estos momentos no lo aceptará, y tú lo sabes. Tampoco sientas que tengo miedo, porque no es así. En estos momentos quisiera que terminaras tus estudios y yo terminar unas inversiones que me están dando dolor de cabeza. Cuando terminemos todo esto, te prometo que enseguida voy a hablar con tu papá, no solo para que me dé permiso de ser tu novio, sino para que nos casemos, mi vida.

• Mía: todo lo que me dice Estefan es muy lindo y quiero creerle que siente muchas cosas por mí a pesar de la diferencia de edad que hay entre nosotros. De verdad quiero estar con él, sin importar qué. Lo amo mucho. Está bien, hagamos lo que tú dices. De todos modos, no creo que este sea el momento adecuado para hablar con mi papá. Bueno, ahora sí, ya es tiempo de irme.

• Estefan: Bueno, está bien. Vamos, yo te llevo cerca de tu casa. Mía se alista rápido, yo me pongo una bermuda y una camisa rápidamente. Salimos y entramos al coche. Ya llegamos, mi amor. Ven, dame un beso y entra. Nos despedimos, Mía entra a su casa y luego me voy. Siento que desde que salimos de casa me ha estado siguiendo un coche. Quiero pensar que no empezaremos con esto de nuevo. Llego a mi apartamento, entro y mi padre me está llamando por el portátil. Respondo.

•John: Hola hijo, ¿cómo estás? Te llamo para avisarte que en una semana tienes un viaje de negocios. Necesito que sí o sí te quedes con la inversión que los Montenegro nos quieren quitar. Sé que por esto se nos vendrán encima, pero lo importante es vencerlos. Y no te preocupes por tu relación, que de cuidarla me encargo yo.

•Estefan: Padre, ¿por qué todo esto tan apresurado? Sabes que tengo cosas que arreglar aquí y que este viaje puede demorar mucho. Sí, ya sé que me están siguiendo y también sé que no eres tú. No reconocí ese coche, tengo que mantener a Mia salvo de cualquier cosa.

• John:sé que tienes cosas que arreglar, pero esto es más importante y lo sabes. Además, de ahora en más, tienes que estar con guardaespaldas a donde quiera que vayas. Sabes que irán por ti en cualquier momento, así que necesito que estés preparado, hijo.

•Estefan: está bien padre, solo dame unos días más y estaré cumpliendo con lo que me estás pidiendo. Tranquilo que yo siempre cumplo con lo que me pides, no te preocupes. Aunque ellos sean personas terribles, no les tendré miedo porque gracias a ellos somos pocas personas buenas que les damos pelea. Termino la conversación con mi padre, ahora no sé cómo decirle esto a Mía. La verdad, ni yo sé cuándo volveré y no quiero que se preocupe o esté triste por mí. Me acuesto en mi cama y quedo dormido. Amanece, me baño y cambio, salgo a la oficina muy temprano para terminar de organizar todo lo que tiene que ver con el viaje que haré. Llamo a Mía y ella responde emocionada.

• Mía: Hola mi vida, ¿cómo amaneciste? ¿Y eso que me llamas tan temprano? Yo apenas voy de camino a la escuela, ¿qué haces tú?

• Estéfan: Qué bueno, cariño. Acabo de llegar a la empresa y tengo algunos asuntos que atender. Solo te llamaba para saludarte y escuchar tu voz por un momento. No sabes cuánto te quiero, hasta yo me sorprendo de cómo he llegado a quererte en tan poco tiempo. Entonces te dejo, me voy a ocupar, mi cielo. Ah, sí, antes de que se me olvide, cuando tengas tiempo puedes pasar por la oficina, tengo algo que contarte. ¿Está bien?

•Mía: es tan agradable hablar con Estefan a esta hora, simplemente me llena de energía. Está bien, mi cielo. Cuando pueda, paso enseguida a verte. Colgamos y voy a mi clase. Allí está Laura, me siento y empiezan las clases. No me puedo concentrar. ¿Qué será lo que me tiene que decir Estefan?

•Laura: Amiga ¿te pasa algo? ests como en las nubes, bueno mira ya traje lo que me pediste. Cuando termine esta clase, vamos al baño y hacemos la prueba. ¿Te parece bien?

•Mía: no le he dicho a Estefan, pero le pedí a Laura que me comprara una prueba de embarazo para así estar segura. Muchas gracias, Lau, por esto y por no preguntarme nada al respecto. No te preocupes, cuando hagamos esto, te contaré todo lo que está pasando. Eres mi mejor amiga, te quiero mucho.