¿Qué harías si un día despertaras en un mundo totalmente desconocido?
Andaira, una joven del siglo XXI, despierta en la majestuosa mansión Valois sin memoria y con más preguntas que respuestas. En un reino de magia y misterio, deberá desenterrar los secretos de su pasado y descubrir su verdadero destino. Rodeada de intrigas y peligros, Andaira se encuentra con Kaiden, un valiente príncipe y poderoso general, quien la ayudará a enfrentar las sombras que amenazan su existencia.
A medida que Andaira explora este mundo mágico, se dará cuenta de que su vida está entrelazada con fuerzas antiguas y poderosas. ¿Podrá encontrar su verdadera identidad y salvar al reino de una oscura amenaza?
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Capitulo 14
Al final llegó el momento de conocer al príncipe Evander. Con el corazón palpitante, volví al palacio para reunirme con el hermano de Kaiden. Evander era alto y de porte distinguido, con ojos penetrantes y una presencia que imponía respeto. Su cabello oscuro y bien cuidado contrastaba con su piel clara, y su porte regio hacía honor a su linaje.
La reunión se llevó a cabo en un elegante salón de té del palacio, un espacio amplio y luminoso con grandes ventanales que dejaban entrar la luz natural. Los muebles eran de fina madera tallada, y en el centro de la habitación, una mesa de mármol blanco estaba decorada con un delicado servicio de té de porcelana. El aroma de las flores frescas que adornaban la habitación se mezclaba con el suave perfume del té recién servido.
Sin embargo, mientras estaba con el príncipe, no podía evitar distraerme pensando en que Kaiden debía estar con la princesa Veridia. La ansiedad y la incertidumbre me consumían por dentro.
Evander, notando mi distracción, habló de manera educada y cortés.
—Princesa Andaira, es un placer finalmente conocerla. He oído hablar mucho de usted —dijo, con una sonrisa que intentaba tranquilizarme.
—El placer es mío, príncipe Evander —respondí, intentando concentrarme en la conversación.
—¿Le gusta la vida en el palacio? Sé que puede ser un lugar abrumador a veces —continuó Evander, buscando romper el hielo.
—Sí, es un lugar hermoso, aunque a veces puede resultar un poco solitario —admití, recordando los momentos en los que había anhelado compañía y comprensión.
—Entiendo perfectamente. Crecí aquí y sé cómo puede sentirse uno aislado entre tantos muros —dijo Evander, con una expresión comprensiva.
Asentí, sintiéndome un poco más relajada en la conversación. Sin embargo, mis pensamientos volvían una y otra vez a Kaiden y a la princesa Veridia.
—He oído que es una gran aficionada a la jardinería. Tenemos unos jardines maravillosos en el palacio, quizás pueda mostrármelos alguna vez —sugirió Evander, tratando de encontrar un terreno común.
—Sí, me encantaría. Los jardines son uno de mis lugares favoritos, siempre encuentro paz allí —respondí, sonriendo ligeramente.
La conversación continuó de manera trivial y cordial durante unos minutos más, permitiéndome sentirme más cómoda y disminuyendo la tensión un poco.
Finalmente, Evander cambió de tema con suavidad.
—Princesa Andaira, entiendo que originalmente iba a casarse con mi hermano Kaiden, pero no se preocupe. La trataré bien y haré lo posible para que se sienta cómoda —dijo, su tono lleno de cortesía.
Tratando de mantener la calma y la compostura, respondí educadamente.
—Agradezco sus palabras, príncipe Evander, pero debo ser sincera. No tengo pensado casarme con usted —dije, mirando directamente a sus ojos.
Por un momento, pude ver un destello de ira en el rostro de Evander, pero rápidamente volvió a su expresión educada y serena.
—Entiendo, princesa Andaira. Aprecio su franqueza y esperemos que podamos encontrar una solución que beneficie a ambos reinos —respondió Evander, su voz controlada, pero con un tono que dejaba entrever su descontento.
Asentí, sintiendo la tensión en el ambiente, pero también una renovada determinación. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentarlo con valentía y con el recuerdo del amor de Kaiden en mi corazón.
Para evitar el ambiente incómodo, Evander me invitó a dar un paseo por el invernadero del palacio. Asentí, agradecida por la oportunidad de cambiar de entorno y aliviar un poco la tensión.
Caminamos en silencio por los pasillos del palacio hasta llegar al invernadero. Al entrar, el aire cálido y húmedo, lleno de fragancias florales, me recibió como un abrazo reconfortante. Las plantas y flores exóticas de todas partes del mundo se alineaban en hileras perfectamente cuidadas, creando un pequeño paraíso verde.
—Este lugar es impresionante —dije, dejándome llevar por la belleza y la tranquilidad del invernadero.
—Me alegra que le guste, princesa Andaira. Es uno de mis lugares favoritos en el palacio. Es perfecto para encontrar un poco de paz y reflexión —respondió Evander con una sonrisa.
Mientras paseábamos entre las plantas, intenté disfrutar del momento y dejar de lado las preocupaciones por un rato. Sin embargo, mis pensamientos volvieron rápidamente a Kaiden y a la princesa Veridia. La incertidumbre de su situación me carcomía por dentro.
De repente, mientras doblábamos una esquina, me quedé helada al ver a Kaiden y a la princesa Veridia conversando cerca de una fuente. Kaiden levantó la vista y sus ojos se encontraron con los míos. Su expresión reflejaba sorpresa y un toque de preocupación.
—Andaira... —dijo Kaiden, dando un paso hacia mí, pero rápidamente deteniéndose al recordar la presencia de la princesa Veridia.
La princesa Veridia, una joven de porte noble y belleza innegable, nos miró con curiosidad, claramente consciente de la tensión en el aire.
Evander, notando la situación, intentó mantener la compostura.
—Hermano, parece que hemos coincidido en el invernadero —dijo, su tono amable pero cargado de tensión subyacente.
Kaiden asintió, intentando ocultar su incomodidad.
—Sí, Veridia y yo estábamos disfrutando de un paseo —respondió, tratando de sonar relajado.
Me sentí atrapada en medio de una situación incómoda, sin saber cómo proceder. La mirada de Kaiden me transmitía una mezcla de disculpa y preocupación, y yo solo podía pensar en lo complicado que se había vuelto todo.
—¿Quiénes son, Kaiden? —dijo la princesa Veridia, cruzando su brazo con el de Kaiden.
Sentí un nudo en el estómago al ver ese gesto de familiaridad entre ellos. Se acaban de concer y ¿ya le permitia llamrlo por su nombre y acercarse de esa manera?. La situación se volvía cada vez más incómoda.
Kaiden, visiblemente tenso, respondió con suavidad.
—Veridia, estos son mi hermano, el príncipe Evander, y la princesa Andaira —dijo, haciendo una pausa antes de añadir—. Andaira es una amiga cercana.
Noté la mirada evaluativa de Veridia mientras nos observaba. Su expresión mostraba una mezcla de curiosidad y desdén.
—Un placer conocerlos —dijo Veridia con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
—Igualmente, princesa Veridia —respondió Evander con cortesía—. Disculpen la interrupción, estaba mostrando a la princesa Andaira los invernaderos.
Veridia asintió, pero su atención estaba claramente centrada en Kaiden.
—No hay problema, solo estábamos paseando —dijo Veridia, apretando ligeramente el brazo de Kaiden.
El ambiente se sentía cada vez más tenso y cargado. Decidí intervenir para tratar de aliviar la incomodidad.
—El invernadero es realmente hermoso. ¿Es usted aficionada a la jardinería, princesa Veridia? —pregunté, tratando de mantener una conversación ligera.
Veridia me miró con una leve sonrisa, pero no pudo ocultar el tono condescendiente en su voz.
—No realmente, prefiero otras actividades más... emocionantes —respondió.
Me forcé a mantener la calma y la compostura, aunque la situación me resultaba cada vez más difícil de soportar. Kaiden, notando mi incomodidad, intentó cambiar de tema.
—Bueno, quizás deberíamos continuar nuestro paseo. No queremos interrumpir más su tiempo, Veridia —dijo, mirando a Evander y a mí con una disculpa silenciosa en sus ojos.
—Claro, Kaiden. Nos veremos más tarde —dijo Evander, asintiendo.
Mientras nos alejábamos, no pude evitar sentir una mezcla de celos y preocupación al ver a Kaiden con la princesa Veridia.
El príncipe Evander tomó mi mano y dijo con suavidad: —No se preocupe, princesa. Mi hermano no la lastimaría.
Creo que me equivoqué con él.
Antes de que pudiera responder, todo se oscureció repentinamente. Sentí cómo mis fuerzas me abandonaban y el mundo se desvanecía a mi alrededor. Solo podía oír la voz lejana del príncipe Evander llamándome, cada vez más distante.
—Princesa Andaira, ¡despierte! —su voz sonaba urgente y preocupada, pero cada vez más lejana.
La oscuridad me envolvió por completo y sentí que caía en un abismo profundo y silencioso. Mi mente se llenó de confusión y miedo, y no podía entender lo que estaba sucediendo.
no lo sé... tal vez estoy paranoica
es fantástica
porque su madre no la sano???
pero me gusta