Maryory Williams es una mujer de 33 años de edad periodista de profesión cuya carrera está a punto de ser destruida por defender a su antiguo amor de la secundaria y se encuentra en un momento muy importante de su vida porque debe enfrentar su mayor reto profesional, Porfirio Ruíz es un hombre de 33 años, un exfutbolista exitoso el cual está enfrentando el peor momento de su vida
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Capítulo XIX: Contra toda posibilidad parte 2
Maryory escuchaba a Porfirio y se daba cuenta de que estaba preocupado por ella, realmente deseaba levantarse de la cama e irse del lugar de inmediato, el problema es que no podía hacerlo debido a que todo daba vueltas a su alrededor y se preguntaba si durante los próximos meses siempre se sentiría de esa manera
-La ayuda médica ya viene en camino – Dijo Porfirio
Maryory lo sujetó del brazo y negó con la cabeza porque no deseaba recibir atención médica debido a que se revelaría la verdad sobre su embarazo y aún no estaba segura de si le contaría a Porfirio que era el padre de su bebé, tal vez cuando naciera y pudieran realizar una prueba de paternidad que corroboraran sus palabras sería un momento, en el fondo no lo culparía si no le creyera si le contaba la verdad, ya que era consciente de que Porfirio tenía problemas de confianza dado lo que le ocurrió con Dalia
-Lo siento Maryory, pero esto no es negociable – Dijo Porfirio en un tono de voz que no daba pie a la negociación
Porfirio estaba sentado a su lado y arreglaba su cabello, Maryory permanecía con los ojos cerrados y Porfirio estaba sorprendido de que luciera tan pálida y fatigada en ese momento y se preguntaba que ocurría en su vida en este momento para que se enfermara de esa manera, el problema es que desde la vez que estuvieron juntos rara vez conversaban principalmente debido a sus rutinas diarias
-Ya llegaron y pronto te vas a sentir mejor - Dijo Porfirio
Porfirio se levantó de la cama cuando escuchó el sonido de golpes en la puerta, así que la abrió y para su alivio se dio cuenta de que se trataba de Milena, la cual venía acompañada del personal médico que había solicitado
Porfirio
-Vinimos por la llamada de emergencia – Dijo la doctora
Porfirio saludó al personal médico, los cuales lo reconocieron de inmediato, sin embargo, debían ser profesionales porque obviamente había una persona que se encontraba mal de salud y esa era la prioridad en ese momento
-¿Dónde está el paciente? – Preguntó la doctora
Porfirio les señaló a la mujer que estaba acostada en su cama y el personal se acercó para tomarle sus signos vitales, Porfirio quiso darle un poco de privacidad así que salió además de que notó que sus hijos se encontraban en la puerta y ambos se veían consternados, ambos niños estaban muy traumados debido al divorcio y la muerte de su madre y desde que se mudaron juntos nuevamente intentaban reconectar la relación, aunque tomaría tiempo sanar las heridas
-¿Papá que le pasa a tu amiga? – Preguntó Federico
Federico era un niño muy sensible y aún era muy reciente la muerte de su madre, así que ver a una persona enferma lo afectaba, Porfirio se inclinó y se puso a su altura, lo observó con amabilidad y le sonrió para calmarlo
-Fede aún no lo sabemos, aunque la buena noticia es que ella está recibiendo atención médica
-Eso no significa nada porque no pudieron hacer nada para salvar a mi mamá – Respondió Eusebio
Porfirio sabía que Eusebio estaba muy afectado debido a la muerte de su madre y actualmente asistía a terapia para el duelo y cuando hacía ese tipo de comentarios se sentía mal porque, aunque tenía sus razones para
hacer lo que hizo no dejaba de preguntarse como pudo castigarlos, siendo las personas más inocentes en esa situación.
-Maryory va a estar bien así que no se preocupen que no le va a pasar nada malo – Dijo Porfirio
Los acompañó hasta la habitación de juegos, se trataba de un espacio diseñado para que los tres pudieran compartir tiempo jugando con sus consolas de videojuegos
-Maryory cuéntame sobre tus síntomas – Dijo la doctora
Maryory a pesar de su malestar, notó que Porfirio salió de la habitación, lo cual la hizo sentirse más cómoda
-Doctora, estoy muy mareada – Dijo Maryory
La doctora continuaba haciéndole preguntas a Maryory para poder darle primeros auxilios
-¿Es la primera vez que te ocurre?
-Sí – Respondió Maryory de forma evasiva
La doctora le tomaba los signos vitales para determinar la causa de su malestar el problema es que Maryory se negaba a responder a todas sus preguntas dificultando su trabajo
-Es difícil saber lo que te pasa si no me hablas sobre tus síntomas, por ahora voy a colocarte un medicamento que te ayude con tu mareo
Maryory no quería darle mucha información porque le preocupaba que Porfirio regresara y se enterara de que estaba embarazada, sin embargo, le preocupaba que esa medicina le hiciera daño a su bebé
-¿Ese medicamento puede ser aplicado durante un embarazo? – Preguntó Maryory con preocupación
La doctora observó a Maryory y negó con la cabeza porque si desde el principio le hubiera dicho que estaba embarazada habría sido más fácil
-No te preocupes porque no está contraindicado durante el embarazo, aunque debiste decirme desde el principio que estás embarazada
Porfirio estaba a punto de entrar a la habitación cuando escuchó la confesión de Maryory e inmediatamente frunció el ceño porque no le gustó el contenido de esa conversación y esperaba que ella no intentara hacerle lo mismo que Dalia
-Me acabo de enterar – Admitió Maryory
-Es importante que comiences con el cuidado prenatal de inmediato
La doctora le colocó el medicamento y poco a poco ella comenzó a sentirse mejor y escuchaba atentamente las sugerencias que le daba el especialista para que esto no volviera a ocurrirle
-Doctora podría pedirle discreción con respecto a mi embarazo – Dijo Maryory
-Por ética profesional no puedo divulgar tu información médica a otra persona
-Gracias doctora, es que me gustaría mantenerlo en secreto por un tiempo
-Por lo general, se recomienda anunciarlo luego del periodo de riesgo, es decir, después de las 12 semanas de gestación
Maryory no quería mantenerlo en secreto debido a eso, sino porque tenía temor de contarle la verdad a Porfirio, aunque esta le pareció una razón justa
-Además, aún no me siento lista para hablar con el padre del bebé – Dijo Maryory
Maryory se cubrió la boca y puso una expresión de desconcierto porque se dio cuenta de que dijo lo que estaba pensando en ese momento en voz alta y por suerte la doctora solo estaba enfocada en aplicarle el tratamiento, el problema es que no fue la única persona que escuchó el comentario, poco después Maryory se quedó dormida debido al medicamento, la doctora colocó el récipe con las medicinas que debía tomar, así como la indicación de que hiciera una cita con su obstetra a la brevedad posible
-Gracias por venir tan pronto – Dijo Porfirio con frialdad
-Le colocamos un medicamento y ella va a dormir por un par de horas
Porfirio se despidió del personal médico, pero antes de que se fuera la doctora porque tenía una pregunta en mente, y no quería acusar a Maryory falsamente de engañarlo cuando ella realmente no había hecho nada
-¿Doctora un hombre con un bajo conteo de esperma puede embarazar a una mujer? – Preguntó Porfirio
-Lo siento, pero esa no es mi especialidad, en todo caso debería consultar con un urólogo – Respondió la doctora
Porfirio, a pesar de que estaba enojado de forma irracional, una parte de él quería pensar en que existía una mínima posibilidad de que se tratara de su hijo
-Eso lo comprendo doctora, pero hablando hipotéticamente y contra toda posibilidad, ¿Es posible si o no que un hombre con bajo conteo de esperma pueda embarazar a una mujer? - Preguntó nuevamente Porfirio
La doctora sospechaba que si no le daba una respuesta, Porfirio no la dejaría irse y debía atender a otro paciente, además de que no quería estar involucrada en una situación tan incómoda
-Supongo que depende de si la azoospermia que padece es leve, moderada o severa porque en los dos primeros casos es posible que ocurra un embarazo de forma natural, en el tercero es casi imposible
-¿Entonces es posible? – Preguntó Porfirio
-Si aunque le vuelvo a repetir que debe ir a su urólogo porque es el especialista más apropiado para aclararle sus dudas, además también puede solicitar una prueba de ADN
-No creo que pueda esperar por tanto tiempo – Admitió Porfirio
-Actualmente, se puede hacer una prueba para determinar la paternidad a partir de la séptima semana de gestación
Estas respuestas le daban a Porfirio un poco de esperanza, aunque también existía la posibilidad de que Maryory estuvo con otro hombre además de él
-Gracias por responder a mis preguntas doctora – Respondió Porfirio
-No se preocupe, aunque le sugeriría que aclare todas sus dudas porque ella va a necesitar mucho de su apoyo durante los próximos meses – Dijo la doctora
Porfirio observó como se marchaba la doctora y entró a su oficina para buscar su expediente médico, y se dio cuenta de que su problema se encontraba en el rango de moderado, y aunque evitaba hacerse ilusiones, aun así decidió llamar al urólogo y solicitar una cita tal como le sugirió la doctora porque después de todo no tenía nada que perder