Descripción de la Historia:
"Más Allá De Las Fronteras"
Narra la conmovedora travesía de Diana, una adolescente que, desde temprana edad, ha vagado de un país a otro, buscando un lugar donde pertenecer. Enfrentándose constantemente a sentimientos de desarraigo y soledad, su vida parece una serie de capítulos inciertos llenos de sombras y luces intermitentes. La narrativa se despliega de manera poética, capturando los matices más profundos de sus emociones y las complejidades de las relaciones humanas.
A medida que Diana navega por el complicado paisaje de la adolescencia, encuentra consuelo en la amistad inesperada con Abigail, una chica con sus propios fantasmas y desafíos. Sin embargo, la llegada de Derek, un joven carismático y decidido, agita aún más las aguas, despertando en Diana sentimientos que ella había mantenido cuidadosamente enterrados.
El triángulo de amistades y amores se complica con la presencia de Josué, el novio de Abigail, cuyo inminente traslado a otro estado
NovelToon tiene autorización de danyee para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
18# Caminos Separados
Capitulo dirigido por Abigail
...No funciona...
El sol apenas se asomaba por el horizonte cuando Abigaíl despertó, la habitación bañada en la tenue luz de la mañana. Se sentía atrapada en un torbellino de emociones, cada rincón de su ser resonando con los recuerdos de Josué.
Los días felices, las risas compartidas y las promesas de un futuro juntos parecían tan lejanos, casi irreales. Mientras se preparaba para el instituto, su mente no podía escapar de la realidad de la distancia que ahora los separaba.
En clase, sus pensamientos vagaban, siempre regresando a Josué. Los amigos notaban su distracción, sus preguntas sobre él eran como alfileres en su ya frágil corazón. Abigaíl intentaba mantener la compostura, pero cada pregunta era un recordatorio del abismo que se había abierto entre ellos.
La tensión crecía como una sombra ineludible. Una noche, durante una videollamada, las emociones estallaron.
-"No seguir así, Josué,"- dijo Abigail, su voz temblorosa. -"Me siento tan sola, y tú estás tan lejos."-
Josué suspiró, la frustración evidente en su rostro.
-"También me duele, Abigail. Pero estoy haciendo lo mejor que puedo."-
-"¿De verdad? Porque parece que tienes tiempo para todo menos para mí,"- respondió Abigail, el dolor y los celos asomando en sus palabras. Había visto fotos de Josué con sus nuevos amigos, riendo y disfrutando mientras ella se consumía en la distancia.
La llamada terminó abruptamente, dejando a ambos en un silencio cargado de palabras no dichas.
Los días siguientes fueron un torbellino de emociones. Abigail descubrió que Josué había estado saliendo más a menudo, disfrutando de la compañía de sus amigos mientras ella se sentía abandonada. La inseguridad y los malentendidos se multiplicaron, erosionando lo poco que quedaba de su relación.
Finalmente, la conversación definitiva llegó.
-"No podemos seguir así,"- dijo Josué con voz entrecortada. -"La distancia nos está destruyendo a ambos."-
Abigail sintió como si su corazón se rompiera en mil pedazos.
-"Lo sé,"- murmuró, las lágrimas brotando-. "Te amo, Josué, pero esto está matando lo que tenemos."-
Con un doloroso adiós, decidieron poner fin a su relación.
Abigail se quedó mirando la pantalla de su teléfono, incapaz de procesar completamente lo que había sucedido. El mundo parecía desmoronarse a su alrededor.
Esa noche, sus amigos, al enterarse de la ruptura, la invitaron a una fiesta.
Abigail, desesperada por escapar de su dolor, aceptó. La música pulsante, las luces parpadeantes y las risas de sus amigos la rodearon mientras intentaba encontrar algún alivio en la euforia del momento.
En la pista de baile, Abigail se dejó llevar. Cada paso, cada movimiento era una liberación, un intento desesperado por olvidar. La fiesta, con sus colores y sonidos vibrantes, era un contraste drástico con la tristeza que la consumía. Rodeada de amigos, se dio cuenta de que aún había alegría en su vida, aunque efímera.
...En el otro (Parte de Josué)...
Desde su habitación, lejos de Abigail, Josué también luchaba con su propio dolor. Miraba las fotos de ellos juntos, recordando los momentos felices.
-"¿Hicimos lo correcto?"- se preguntaba, el eco de su amor resonando en el vacío de su soledad. La distancia había sido cruel, y la ruptura, inevitable.
Mientras tanto
En la fiesta, Abigail se encontró en una esquina, observando a sus amigos. La música seguía, pero ella necesitaba un respiro. Uno de sus amigos se acercó, ofreciendo una bebida y una sonrisa de apoyo.
-"Sabes que estamos aquí para ti, ¿verdad?"-
Abigail asintió, sintiendo una calidez en su corazón.
-"Gracias,"- murmuró. -"Realmente lo necesito."-
Las conversaciones con sus amigos eran un bálsamo, cada palabra una pequeña pieza que ayudaba a reconstruir su espíritu roto. Compartió lo sucedido, y en ese proceso, comenzó a encontrar consuelo y comprensión. La fiesta se convirtió en una catarsis, un espacio donde podía empezar a sanar.
La noche avanzaba y, a pesar de la tristeza, Abigail encontró momentos de risa genuina. Cada risa, cada gesto amable era un recordatorio de que no estaba sola. Sus amigos eran su ancla, el faro que la guiaba a través de la tormenta de emociones.
Al regresar a casa, exhausta, pero con una sensación de alivio, Abigaíl se sentó en su escritorio y abrió su libreta de notas.
El bolígrafo se deslizó sobre el papel, cada palabra una liberación del peso que cargaba en su corazón.
"Querido diario," comenzó, "hoy ha sido uno de los días más difíciles de mi vida. Terminar con Josué ha sido devastador, pero necesario. La distancia nos estaba destruyendo, y aunque duele, sé que debemos seguir adelante por separado."
Mientras escribía, las lágrimas caían sobre las páginas, mezclándose con la tinta. Recordó la fiesta, la risa de sus amigos, y cómo, por un momento, había sentido que el dolor se aliviaba un poco.
"Esta noche, rodeada de mis amigos, me di cuenta de que no estoy sola. La tristeza todavía está ahí, pero también hay esperanza. Espero que Josué encuentre su camino, al igual que yo estoy intentando encontrar el mío."
La madrugada la encontró aún despierta, pero más en paz.
Las palabras escritas eran un espejo de su alma, un testimonio de su fuerza y resiliencia.
A la mañana siguiente
Abigaíl se despertó con una nueva determinación. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero también sabía que tenía el apoyo de sus amigos y la capacidad de seguir adelante.
El instituto se veía diferente ese día, no tanto como un lugar de dolor, sino como una oportunidad para empezar de nuevo.
Mientras caminaba por los pasillos, recibió miradas de curiosidad y preocupación. Algunos sabían lo que había pasado, otros solo podían adivinar. Pero Abigail mantuvo la cabeza en alto, decidida a no dejarse vencer por la tristeza.
En clase, sus amigos se acercaron, ofreciéndole apoyo sin necesidad de palabras. La calidez de sus gestos y la sinceridad de sus sonrisas le dieron la fuerza que necesitaba. Aunque el vacío dejado por Josué aún dolía, cada pequeño acto de bondad era un paso hacia su recuperación.
Durante el almuerzo, Abigail y sus amigos se sentaron juntos, la conversación fluyendo con facilidad. Hablaron de planes para el futuro, de sueños y ambiciones, llenando el espacio con esperanza y positividad.
-"¿Te has decidido por universidad?" - le preguntó uno de sus amigos.
-"No estoy segura aún,"- respondió Abigail, -"pero estoy empezando a considerar mis opciones. Quizás algo relacionado con psicología o maestría."-
La conversación se desvió hacia posibilidades y aspiraciones, cada palabra un recordatorio de que el futuro estaba lleno de potencial. Abigail comenzó a sentir que, aunque había perdido algo importante, también había ganado la oportunidad de descubrirse a sí misma.
Al final del día, mientras se dirigía a casa, recibió un mensaje de Josué.
[Josué] ❤️
"Espero que estés bien. Solo quería que supieras que siempre te desearé lo mejor, Abigail."
Ella leyó el mensaje varias veces, sintiendo una mezcla de emociones. Respondió con un simple:
^^^[Abigail]^^^
^^^"Gracias, Josué. Te deseo lo mismo."^^^
La noche llegó nuevamente, y Abigaíl se encontró en su habitación, reflexionando sobre el día. Se sentía más ligera, como si una parte del peso que había estado cargando se hubiera desvanecido.
Sabía que aún quedaba mucho por sanar, pero también sabía que estaba en el camino correcto.
"Querido diario," escribió esa noche, "hoy ha sido un día de pequeños triunfos. La vida sigue, y con ella, yo también. A pesar de la tristeza, hay momentos de alegría, y en esos momentos, encuentro la fuerza para seguir adelante."
Mientras la luz de su lámpara se desvanecía, Abigail se acurrucó en su cama, una sensación de paz inundando su corazón. Sabía que el futuro era incierto, pero también sabía que, con cada paso, estaba más cerca de encontrar su propio camino.
Josué por su parte
Se encontraba en su propia encrucijada. La decisión de separarse había sido dolorosa, pero también liberadora. En su propia habitación, miraba las fotos de Abigail, su mente llena de recuerdos. El vacío que sentía era profundo, pero también una oportunidad para el crecimiento personal.
Esa noche, escribió en su libreta:
"Hoy hemos decidido tomar caminos separados. La distancia fue demasiado para nosotros, pero no puedo dejar de desearle a Abigaíl todo lo mejor. Este es el comienzo de un nuevo capítulo, para ambos."
La vida, con sus giros y vueltas, había separado sus caminos. Pero ambos sabían que, en algún lugar bajo el mismo cielo, compartían una conexión que, aunque transformada, siempre sería parte de ellos. Esta conexión era un hilo invisible, tejido con recuerdos, risas compartidas y sueños entrelazados. Era un lazo que no podía romperse, sin importar la distancia física o el tiempo que pasara.
Abigail y Josué, cada uno en su propio espacio, reflexionaban sobre los momentos que habían definido su relación. Pensaban en las noches estrelladas en las que habían hablado de sus sueños y aspiraciones, en los días soleados en los que se habían apoyado mutuamente en los desafíos del día a día. Cada recuerdo era una pieza del rompecabezas de su historia conjunta, una historia que había dejado una huella indeleble en sus corazones.
Para Abigaíl, esta conexión era una fuente de fortaleza y consuelo. Aunque la tristeza de la separación la envolvía como una manta fría, sabía que no estaba sola.
Sentía la presencia de Josué en los pequeños detalles de su vida cotidiana: en la música que escuchaba, en los libros que leía y en los lugares que visitaba. Cada experiencia nueva se entrelazaba con los recuerdos compartidos, creando una rica tapicería de su vida.
Josué, por su parte, encontraba consuelo en saber que Abigaíl estaba bajo el mismo cielo, mirando las mismas estrellas que él. Esta conexión le daba la fuerza para seguir adelante, a pesar del vacío que sentía.
Sabía que cada paso que daba lo acercaba a un futuro mejor, un futuro en el que ambos podían crecer y prosperar, aunque no fuera juntos.
La distancia, aunque dolorosa, también les ofrecía una oportunidad para descubrirse. Ambos sabían que este tiempo separados les permitiría reflexionar sobre quiénes eran y quiénes querían ser. Les daba el espacio necesario para sanar y encontrar nuevas direcciones en sus vidas.
En las noches tranquilas, cuando el mundo se sumía en silencio, Abigail y Josué miraban al cielo estrellado y se permitían sentir la conexión que los unía. Era un recordatorio de que, aunque sus caminos se habían separado, el amor y la amistad que compartían eran eternos. Esta conexión les daba la esperanza de que, algún día, podrían encontrarse de nuevo, más fuertes y más sabios, habiendo aprendido de sus experiencias y crecido como individuos.
Así, bajo el vasto cielo nocturno, Abigaíl y Josué se entregaban a sus pensamientos y sueños. A pesar de la distancia, sabían que estaban conectados por algo mucho más grande que ellos mismos. Y con esta certeza en sus corazones, se preparaban para enfrentar los desafíos del mañana, sabiendo que, pase lo que pase, siempre tendrían una parte del otro dentro de ellos.
...¿El descubrimiento de sí mismo es increíble?...
...¿porque no funcionó?...
...¿Se identificaron?...