Los Milagros De Marina

Nadie nunca podría imaginar la importancia de esa carpeta en mi vida. Dentro de ella estaba mi presente y futuro.

Ahora era alguien, tenía una identidad, y realmente me sentía su hija. Lo miraba y había tanto amor por mi Papá Reymundo. Y a la vez percibía con cada palabra y acto su cariño.

Acomodamos las provisiones. Los sacos de trigo debían ser depositados en contenedores herméticos que aseguraran su frescura. Nos llevó todo un día acomodar las provisiones. Casi todo venía en sacos, el azúcar, té, arroz, café, sal, fideos, legumbres....

En tarros, el aceite y conservas y en una caja venían huevos embalados. Eran como cien. Me explico que solo esos podían ser, después se malograban.

El cuarto de despensa quedó hasta el techo de los abarrotes.

No almorzamos, nos dedicamos solo al arreglo. Ya atardeciendo, pudimos descansar y degustar

pasteles, chocolates, dulces y muchas cositas ricas, que mi paladar no estaba acostumbrado.

--Ves esa maleta azul, es para tí abrela hija.

Con mis manos temblorosas lo hice. Dentro estaba llena de ropa.

--Es mucha!!!

--Crecerás mucho más y necesitarás ropa más grande, compré dos tallas más. Y también ropa interior. Pantalones, shorts y zapatillas, de distintos números.

--Vienen accesorios para tu cabello que está largo. Y toallas femeninas, para que ya no tengas que lavar. Por al menos algún tiempo.

--No te avergüences es el ciclo de la naturaleza para ustedes. Ya te lo explique. No te olvides que fuí doctor.

Me pare del suelo y fuí a besarlo en sus mejillas.

--Gracias Papá Reymundo, es lo más maravilloso tener ropa. Aunque era feliz con la tuya. y me reí.

--Niña traviesa, jajaja

Era raro tener ropa nueva. Me probé un jeans y una polera roja y se sentía raro. No me quedaba ancha.

Así comenzó una nueva etapa en nuestras vidas.

Papá levántate, es hora de nuestro desayuno, me senté en su cama y Vaquero y Susy tambien.

--Bajense pulgentos de mi cama.

Le hice cosquillas y se reía.

--Eres mala, deja dormir a éste anciano niña.

--No eres un anciano, eres mi Papá Angel.

--No seas flojo y levántate, hice pan y está calientito.

--Acuérdate que hoy tenemos clase de orfebrería. Necesito terminar esa cadena. Los eslabones se me hacen difícil. Necesito tu ayuda Maestro.

--No seas mentirosa, tus manos tienen un Don y tus joyas son espectaculares. Si lleváramos a una Joyería tus obras te puedo asegurar que te pagarían un buen dinero.

--Tus figuras de animales son obras de arte.

--Mejor dime cómo estás para la prueba que te haré en la tarde?

--Tu sabes que hoy veremos venopunsion. Y no hay nada mejor que el modelo sea tu profesor.

-- Con todo lo que sabes puedes perfectamente trabajar en un hospital de enfermera. Solo te falta práctica. Porqué en teoría estás lista.

--Hay no.....la semana anterior, me costó mucho la

vena Balística.

Hoy será tu prueba de fuego, la vena cubital siempre es más fácil es más grande y la vena cefálica igual. Pero la vena balística es el colador para lograr ser un profesional.

--Hija nunca se sabe, tu sabes lo que siempre te digo.

--Ya lo sé Papá.... "El conocimiento te da poder"

--No te rías, todo lo que has aprendido en estos tres años te servirán para tu futuro.

--Yo no planeo salir de aquí. Quiero morir en éste lugar.

--Marina, no quieres conocer el mundo? No te gustaría viajar?

--Para que papá? hasta que te conocí mi vida fue un desastre, solo en mi pasado veo golpes de esa mujer, hambre, humillaciones y ese hombre estuvo a punto en convertirme en prostituta. El gran remplazo de ella.

--No gracias, hay una Niña con un pasado de horror y hay una Marina feliz. No necesito nada más en mi vida, contigo y mis perros no le pido nada más al Creador.

--Escúchame Papá a mi no me interesa ni el dinero, ni tu pasado. Se que llevas un dolor por dentro, pero los dos vivimos felices aquí, tú con tu pasado y yo sanando espiritualmente y aprendiendo casa día algo nuevo.

--Tu sabes que en algún momento tendremos que ir a la ciudad.

--Me estoy haciendo viejo y tienes que aprender que hacer, para seguir viviendo aquí.

--No te olvides que te herede éstas tierras. Son tuyas. Y nadie sabe de éste Edén escondido. Te abrí una cuenta corriente, por cualquier cosa que me suceda, ahí tienes dinero. Cuando vayamos a la ciudad iremos al banco para que veas in situ cómo se hacen los trámites. Igual como lo hemos practicado aquí.

--Tú más que nadie sabe que los alimentos se están acabando. Hace un tiempo que ya se terminó el arroz por qué ésta parejita come mucho.

--Papá, pobrecitos no los hagas sentir mal.

--Jajaja, te puedo asegurar que ignoran mi comentario. Cierto Señorita Susy? y Don Vaquero también.

Los perros movían su cola, sabían que hablaban de ellos.

--Cuando le robé a Susy a esos muchachos malos, estaba tan mal que le daba leche a gotas con un trapito. Era tan pequeña y lo único que pensaba era que moriría, pobre mi perrita nunca creí que volvería a caminar. Pero era una negrita tan valiente. Nunca entró en celo. Como me explicaste, debe haber sido por las golpizas que le daban.

--Seguramente....cuando hay un maltrato de tal magnitud. Los órganos internos se salen de su lugar y ellos nunca retoman su posición. Eso debe haberle pasado a la pequeña Susy.

--No llores hija, esos recuerdos te hacen mal. Debemos pensar en tu futuro y yo sé que será muy bueno para tí.

--El próximo mes debemos ir.

--Lo sé, pero tengo miedo. Alguien me puede reconocer.

--Hija, el abogado averiguo y no hay ninguna orden de captura para tí. Cómo no tenías nombre, te busco por tus características físicas, tus ojos tan llamativos de diferentes color y tú cabeza rapada y no había nada . No te preocupes iremos a una óptica y te pondrás lentes de contacto, en uno de ellos. Así que tranquila.

--Que dirá don Pepito ? De verte acompañado ? con una fémina y dos perros ?

-- El no dirá nada es un caballero. Tu tranquila, debes confiar en él, es una buena persona.

--Ahhh.... y no le digas Don Pepito, no le gusta, a mi me lo permite porqué lo conocí de pequeño, y me gusta molestarlo, dile solo, José.

--Esos dos días serán eternos para mí.

--Lo sé, pero solo serán dos días.

Cada noche cuando me acuesto le agradezco a Dios todo lo que me ha dado, lo vengo haciendo hace algún tiempo. El tiempo se me ha hecho tan corto, ya van tres años de felicidad.

Pero algo me dice que éste viaje no será bueno como dice papá Reymundo.