OTRA REENCARNACIÓN MÁS

En Asarat.. Darg sentía un escalofrío que recorría su cuerpo…

- ¿Qué te pasa Darg, estás bien?- Le pregunto Mirta al verlo estremecer

-No sé… es un mal presentimiento, le dijiste a Akilah que escondiera a Ra ¿verdad?-

-No...no creí que fuera necesario, además Akilah no es tan imprudente, relájate.. Todo estará bien…-

En Agraris, Zadkiel se acercaba lentamente al dragón, ya que vio que no se movía y no tenía intención de atacar, al contrario, estaba muy tranquilo, la persona que le estaba poniendo los pelos de punta era la damisela en peligro que lo veía.. como si fuera ella quien se lo quería devorar.

- Akilah…¡Por los dioses, que pensamientos tienes!…deja de pensar en esas cosas, pobre hombre-

- ¿Queee... el dragón habla?-

Se preguntaron todos al escucharlo, y Zadkiel sonrojado intentaba cerrarse la camisa al ver la mirada lujuriosa de esa mujer, era tan penetrante que ni siquiera presto atención al escuchar al dragón hablar...¿No tiene vergüenza? Pensaba.…

- Yo no tengo la culpa, mira como viene con esos pectorales de fuera, ¡No estoy ciega!, me quiere seducir con ese cuerpo que se carga-

- Pffftt… ja, ja, ja- se escuchó la risa de Krubìm, al escuchar a la señorita hablar de esa manera, al contrario de lo que se pensaba su amigo nunca había estado con una mujer, ni se le acercaban al pensar que era igual a su padre y cuando se supo de la enfermedad del mismo el poco acercamiento se volvió nulo por parte de las damas.

- Krubìm cállate-

- Bien... Ya después de esta distracción momentánea de mi parte, permítanme presentarme, mi nombre es Akilah Neferù, y vengo a hablar con el Duque Zadkiel Agraris, lamento mi abrupta interrupción y el malentendido que he causado... Pero es algo urgente.-...por Dios que bonito me salió..saque la europea dentro de mí, jo jo, pensaba Akilah

-No podías hacer eso desde un principio Akilah-

- ¿Neferù?... No, no, no, no…mi respuesta es No…no, no…no pasará -

- Te faltó un No, mi bien dotado amigo, pero aún no te digo a qué vine-

- Lo sé.. Se a que vienes, el Duque Brenna y mis abuelos me lo contaron y la respuesta que mande es…¡No!-

- Espera no te vayas déjame al menos te digo-

Empezó a seguir a Zadkiel que después de dar su respuesta empezó a devolverse por dónde vino

- ¡Espere señorita!... ¿Qué hacemos con su amigo?-

- Déjenlo que corra por ahí no hará nada-

-Que.. Pero señorita…-

Zadkiel cansado de andar por todos lados tratando de deshacerse de la invasora que no dejaba de seguirlo.. Hasta pensó en meterse al baño…de seguro lo dejaría en paz.. Pero su sorpresa fue que incluso ahí entro y ni pena le daba.. Solo le dio la espada y le pregunto.... ¿Si algo se le ofrecía?…¿Qué se me pudiera ofrecer? .... ¿En serio?... ¿No tiene pudor? ¿Cómo se metió?... alguien se quedaría sin trabajo ¡eso es seguro!…pensaba Zadkiel.

-¡¡ Está bien!!…escucha impertinente mujer, no me interesa, no quiero ser Rey es mucho trabajo..además…-

-Además…¿qué?…¿por qué me ves así?-

- Eres hermosa-

- Vaya tienes problemas de personalidad, está bien, te buscamos ayuda, te pondremos un doctor por eso no hay problema, podemos darnos ese lujo-

La mirada de Zadkiel era demasiado penetrante no dejaba de mirar a Akilah

-¿Ya te perdiste Duque?-

- Escucharé lo que tienen pensado, ven vamos a mi oficina-

cuando entraron a la oficina Zadkiel mando pedir refrigerios y la sentó frente a él..algo parecía haberle echo click en su cabeza, Akilah sabía que algo había pasado estaba totalmente renuente y de pronto solo acepto a hablar con ella, sabe que es hermosa, pero esa no es la razón, en ese momento recordó lo que le dijo su mamá, si sentía que algo no Iba bien, si algo le decía que se fuera solo lo hiciera, pero es demasiado terca para aceptar huir, al parecer no aprendió nada de sus otras vidas, además el tipo era de muy buen ver, muy alto, cuerpo demasiado bien esculpido, ojos demasiado azules que solo la embelesan cada vez que los miraba, ¿Para que correr? Mejor solo se lo queda...y ya..total ¿Que puede pasar?.