Eloisa se encontraba llena de tristeza mirando el cielo rojo que se pintaba con el atardecer, en su mente las imagines de su madre se hacían presente, recordaba con dolor la traición del hombre que le juro amor eterno, sentía que su vida ya no tenía sentido en tan poco tiempo había perdido tanto. No tenía idea por dónde comenzar, mientras caminaba perdida por la arena de la playa, se encontró con un perro, este la siguió por todo la playa, cuando Eloisa estaba apunto de subirse a su auto, el perro le ladro. Ella dejo que el perro entrara a su auto en la parte trasera, cuando llegó a su departamento, acomodo al perro en una esquina del pequeño balcón que tenía, le colocó agua y comida. Desde ese día su vida de Eloisa a cambiaría por completo, descubre que el pequeño perro que adopto es miembro importante de una numerosa familia que llevan semanas buscando al pequeño perro, ya que el dueño es el hijo mayor de la familia quien se encuentra en un viaje.
NovelToon tiene autorización de Joss Riverant para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
ignorarte
Mientras Eloisa manejaba, decidió visitar la playa, estacionó el auto y bajo, se sentó en la orilla de la playa y miraba las olas.
- Mami, ese hombre me altera tanto, tengo miedo, no quiero que rompan de nuevo mi corazón, decía llorando.
Las olas tocaron sus pies y ella alzó la mirada al sentir el frío del agua.
Eloisa se quedó sentada mirando el mar, se olvidó del tiempo, solo pensaba en los encuentros con Gonzalo.
- Estoy enamorada del amargado de Gonzalo, dijo sonriendo. Tal vez mi cielo no se torne azul y sea rojo.
Un rojo que signifique amor, pasión, por qué el tipo está muy bien, decía mordiendo sus labios.
Creo que estoy loca, decía para ella misma.
Se levantó y se subió a su auto. Miró su celular y tenía muchas llamadas perdidas de Samuel, las ignoro. Disculpame Samuel, pero mi corazón le pertenece al amargado de tu primo, decía sonriendo Eloisa. Tal vez no llegue a nada con el por qué su novia es muy sexi, pero mi corazón puede amar en silencio.
Los siguientes días, Eloisa ignoraba las llamadas o los mensajes de Samuel, incluso cuando miraba su auto estacionarse frente a la agencia, corría por la puerta trasera y se escondía en el café que estaba a unas cuadras de la agencia.
Mayra tenía que mentir, le decía a Samuel que ella salía a visitar a clientes.
- Le puedes decir que saldré de la ciudad por unos días, que espero no me ignore mis mensajes, decía Samuel triste.
- Ella está ocupada Samuel, no creo que lo haga consciente, hemos tenido mucho trabajo.
- Si claro.
Samuel se marchó y Mayra le mandaba un mensaje a Eloisa para que regresara.
Eloisa entraba con cafés y todas las miraban enojadas.
- ¿que?.
- El tipo está interesado en ti, no sea una grosera y dale la cara, decía Anahí.
- Si el pobre hombre está triste, por Dios dile de frente que no te interesa, decía rubí
- Eso he intentado, decía Eloisa.
- Pero no por mensaje, dilo de frente.
- Es que no quiero ser grosera.
- Pues lo eres, escondiendote de el.
- Ten los huevos Eloisa y habla con el pobre hombre, dijo Mayra enojada.
Eloisa se sentó y se sentía muy mal, ellas tenían razón, lo mejor era decirle de frente que no está interesada en el.
El teléfono de Eloisa comenzó a sonar era Fabiola.
- Hola Fabiola, ¿cómo estas?
- Bien cariño, puedes cenar conmigo, tengo que contarte algo.
- Claro, ahí estaré. ¿Todo está bien?
- Si, tranquila es sobre el viaje a Grecia.
- Ok, decía tranquila Eloisa.
Ella ya estaba imaginando que iba a reclamarle por tratar mal a su sobrino.
En la noche Eloisa entro a la mansión y peludo saltaba sobre su cuerpo.
- Hola rojo, lo acariciaba.
- Ya llego mamá, gritaba Ximena.
- Hola Ximena, decía sonriendo Eloisa.
- ¿estás emocionada?, iremos a Grecia, decía Ximena abrazando a Eloisa.
- ¿cuándo iremos?
- Este fin de semana, todo ya está listo, el hotel es hermoso, nos vamos a divertir mucho.
- Yo no creo poder ir, tengo trabajo.
Fabiola miró molesta a Eloisa.
- No Eloisa, Gonzalo ya pago todo, además sin ti todo va a ser aburrido.
- si, decía Ximena.
- Fabiola podemos hablar a solas, dijo Eloisa
- Claro, cariño.
Eloisa se encerró en una oficina con Fabiola.
- Estos días estuve ignorando a tu sobrino, yo me siento mal, pero no quiero lo que el quiere, si me entiendes, se que es tu sobrino favorito y me siento mal en irme de viaje contigo cuando me estoy portando grosera con Samuel, yo solo quiero estar lejos de esta familia, quiero seguir con mi vida normal, tu me agradas mucho, pero siento que no merezco tu amistad, soy una mala persona Fabiola, dijo triste Eloisa.
Fabiola abrazo a Eloisa.
- El es mi sobrino cariño, pero si tú no quieres nada con el está bien, eso no tendría por qué afectar nuestra amistad.
Eloisa la miró y soltó una lágrima.
- Yo necesito estar lejos de esta familia Fabiola, no solo es por Samuel, yo ...
- Es por mi hijo, suspiro Fabiola.
Eloisa se quedó callada.
- Ese tonto siempre arruinando todo, decía Fabiola enojada.
- No, el no tiene idea, yo solo no quiero involucrarme más en sus vidas.
- Entiendo, tienes miedo, no te preocupes cariño, voy a extrañarte, pero si eso te hace feliz, adelante.
- Gracias, Fabiola.
Eloisa le dio un abrazo y salió a toda prisa de la mansión.
Gonzalo llegó a la mansión y saludo a su madre, ella le dio una cachetada.
- ¿que hice?, decía asombrado.
- Ella no quiere viajar conmigo, resulta que tú la incómodas, ¿que le hiciste?.
- Nada, yo nisiquiera la he visto.
Ximena se reía.
- Ella se enamoró de ti idiota.
- ¿que?, decía asombrada Gonzalo
- Ella no quiere saber nada de la familia Corsa, Samuel me dijo que se esconde de el, que ya no le contesta las llamadas, pero resulta que no quiere saber nada de la familia por qué siente cosas por ti, es tan obvio, no quiere estar sentada a solas contigo, en la fiesta no dejaba de buscarte entre los invitados. Cuando la miras ella baja la mirada y se sonroja. Pensé que era por qué te tenía miedo, pero no antes te miraba enojada, pero ahora ya no te mira.
- Tenías que meterte con mi amiga, decía su madre.
- Mamá, yo no me metí con ella.
- ¿Te gusta también?, decía su madre
- No, mamá.
- Claro que sí, crees que no se que le preparaste sopa de verduras, ya me dijo Anita que estabas con ella en la cocina.
- ¡Le preparaste sopa!, ella te encanta, decía Ximena.
- Solo quería ser amable.
- Amable, si claro, ahora ella odia a toda la familia.
- claro, como no va a odiarla mamá, si Samuel la acosa y Gonzalo la ignora pero le prepara sopa.
- Ya basta, si ella no quiere estar cerca de la familia, no es mi problema.
Gonzalo dejo a su madre y su hermana en la sala y se marchó a su recámara.
- No quería enamorarme de ti, no quería ignorarte, pero no quería hacerte daño, pensaba Gonzalo mientras acariciaba a peludo.