Como un hombre responsable, Abas decidió casarse con su novia, quien quedó embarazada antes del matrimonio. Se unieron siendo jóvenes y tuvieron que abandonar la escuela. Lamentablemente, la familia de su esposa nunca aceptó a Abas como yerno. Puede decirse que nunca fue tratado con respeto, siendo constantemente humillado y menospreciado.
Hasta que, un día, influenciada por su propia familia, Tari tuvo el coraje de traicionar a Abas e incluso abandonar a su propio hijo.
Abas fue dejado solo y tuvo que cuidar de su hijo por sí mismo. A pesar de todo, no se rindió. Confiando en sus habilidades manuales, tanto para cortar cabello como para dar masajes, Abas siempre soñó con tener un negocio exitoso de peluquería y masajes terapéuticos. Durante su camino hacia el éxito, muchas mujeres entraron y salieron de su vida. Para su sorpresa, incluso su exesposa volvió a mostrar interés en él.
¿Cómo será la lucha de Abas tras ser abandonado por su esposa y sus suegros? ¿Logrará construir el negocio exitoso con el que siempre soñó?
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Capítulo 7
El pensamiento de Abas se disipó cuando un hombre de mediana edad llegó para cortarse el pelo. Abas inmediatamente hizo su trabajo de cortarle el pelo al hombre.
Normalmente, Abas terminaba de cortar el pelo en una media hora. Ahora acababa de terminar de cortar el pelo de su primer cliente.
Ese día, Abas solo tuvo tres clientes. Aun así, siempre estaba agradecido por el dinero que ganaba. Aunque fuera poco, Abas solía darle el dinero a Tari o dárselo a Denis como dinero para las meriendas. No importaba lo mucho que Tari se burlara de él por ganar tan poco.
El reloj marcaba las doce del mediodía. Fue entonces cuando Abas cerró la barbería para ir a buscar a Denis.
Abas usó su moto Jupiter como de costumbre. Antes de volver a casa, le compró un helado a Denis primero.
Al llegar a casa, la atención de Abas fue atraída por el coche de Tari. Eso significaba que su mujer estaba en casa.
"¡Papá! Ese es el coche de mamá, ¿verdad?", dijo Denis.
"Eso parece. Vamos a echar un vistazo a la casa", invitó Abas mientras sujetaba la mano de Denis en dirección a la casa. Estaba realmente sorprendido porque Tari rara vez llegaba temprano a casa.
Al entrar en la casa, todo parecía tranquilo. Los suegros de Abas tampoco estaban a la vista.
"¡Papá! Tengo ganas de hacer pis. Ve tú delante y encuentra a mamá, ¿vale?", dijo Denis.
"Vale, entonces." Abas dejó que Denis fuera al baño. Mientras él se dirigía a la habitación.
Al llegar delante de la puerta de la habitación, Abas oyó gemidos claros procedentes del interior. El corazón de Abas se disparó. Sobre todo porque conocía muy bien el gemido de la mujer que estaba en la habitación. ¿Quién podía ser sino Tari? La propia esposa de Abas.
Con una sensación de resentimiento y vacilación, Abas abrió la puerta de la habitación. De repente, pudo ver la repugnante visión de Tari con un hombre. Ambos estaban en el mismo estado sin ropa. Estaban haciendo el amor locamente en la cama donde Abas solía dormir.
"¡Puta!", maldijo Abas. Su rostro estaba rojo de ira. Las venas de su cuello estaban salientes. Caminó rápidamente hacia la habitación. Quería golpear inmediatamente al extraño que estaba ocupado acostándose con su esposa.
Al ver la llegada de Abas, Tari y el hombre que estaba con ella se apresuraron a vestirse.
En cuanto terminó de ponerse los pantalones cortos, el hombre que estaba con Tari fue atacado inmediatamente por Abas.
Los golpes de Abas alcanzaron la cara del hombre repetidamente. Abas ahora estaba poseído por un demonio debido a su ira.
"¡Abas! ¡Basta!", gritó Tari. Pero Abas no le hizo caso y continuó golpeando al hombre.
"¡ABAS!" Tari inmediatamente se interpuso para separar a Abas de su amante. Pero su fuerza ciertamente no era igual a la de Abas.
¡Pa!
Tari le dio una fuerte bofetada a Abas en la cara. La bofetada consiguió que Abas dejara de golpear al amante de su esposa.
"¡Idiota, idiota!", rugió Tari. "¿No deberías estar enfadado conmigo?", dijo mientras apartaba a su amante de Abas. Los dos estaban ahora de pie.
Los ojos de Abas temblaron. El dolor y la rabia luchaban en su corazón. Esto hizo que sus pupilas temblaran al mirar a Tari. ¿Cómo la mujer que había amado y en la que había confiado durante tanto tiempo pudo traicionarle?
"¿Por qué has hecho esto? ¿No has pensado en mí y en Denis?", dijo Abas mientras se levantaba lentamente.
"Claro que he pensado. Pensé que te enfadarías mucho si lo hacía. Por eso, divórciate de mí y vete de aquí", dijo Tari.
"¡Tanto querías el divorcio que has tenido que hacer esa cosa tan sucia!", respondió Abas.
"La única persona sucia aquí eres tú. Estoy harta de ti, Bas. Eres un marido inútil. ¡Ni siquiera puedes mantenerme!"
"¡Lo he intentado lo mejor que he podido!"
"¿Te refieres al dinero que ganas cortando el pelo? ¿Crees que eso es suficiente? ¡Debería haber sabido desde el principio que eras muy estúpido!"
"Papá... Mamá..." Se oyó una vocecita de Denis. ¿Desde cuándo estaba parado en la puerta? Lo que está claro es que Denis había visto a su padre y a su madre peleándose.
"¡Denis!" Sólo Abas se preocupó por el niño. Se acercó a Denis e inmediatamente lo abrazó.
"Vete y llévate a Denis contigo", dijo Tari.
Abas apretó los puños. Su rabia hacia Tari había llegado al límite. Pero antes de liberar su rabia, Abas le ordenó a Denis que se fuera primero. Le dijo a su hijo que esperara abajo.
