Un Amor Nada Ordinario

Leilani

Llegué al lugar donde me mandaron la ubicación, era algo exclusivo, encontré a Wendy, Karen y Rodrigo, solo hacía faltaba Samuel, de repente Samuel se nos acercó y no venía solo, venía con Mark, el abogado de Sebastián, nos saludamos y empezamos a convivir y a tomar, después de unos 4 cócteles pedí al mesero que los siguientes cócteles no tuvieran alcohol; ya que yo manejaría de regreso a casa.

Fuimos a bailar, las copas se le empezaron a subir a Mark y a Samuel ahí me di cuenta que él y Samuel tenían algo, pero nadie dijo nada, todos sabíamos que cuando ellos estuvieran listos para decirnos algo nosotros los apoyaríamos.

Todos ya estaban algo tomados, por suerte alguien llegó por Mark y por Samuel, así que se retiraron como a las 2:00am.

Wendy, Karen querían seguir bailando, así que las seguí; Rodrigo había ido al baño, en ese momento que nosotras disfrutabamos de la música tres tipos se nos acercaron y nos quisieron manosear y yo como estaba sobria no se lo permití, ellos se dieron cuenta de mi enojo y se retiraron, lleve a Karen y a Wendy a sentarse, ya estaban demasiado tomadas, en lo que buscaba a Rodrigo que todavía que estaba más sobrio que ellas; cuando lo encontré, le dije que se llevará a las chicas y me avisará cuando llegarán; fuimos a verlas y ahí estaban ellas, sentadas y dormidas.

Bebi mi cóctel hasta el fondo, mientras Rodrigo pagaba la cuenta.

Sentí la necesidad de ir al baño y le dije que se adelantara a buscar transporte y si encontraba, que se adelantará, que yo me iría en mi coche.

En el baño empecé a sentirme mal, sentía unos mareos horribles, le mandé la ubicación de dónde estaba a Sebastián y le marque rápidamente a Sebastián.

📱-Mi amor ¿qué pasa?

-Sebas, creo que me drogaron, ven por mi al bar que te mandé la ubicación, me siento mal.

-Tranquila mi vida, voy para haya, no me cuelgues-Dijo preocupado

-Esta bien- Dije tratando de calmarme.

Pasaron 10 min.

-Estoy ya a unas cuadras, ¿Puedes salir o entro a buscarte?-Me dijo

-Te veo en la entrada -Le dije, pero mala idea.

Al salir sentí que cada vez me sentía peor, de repente sentí que alguien me agarró del brazo, aún no había colgado la llamada.

-¿Estás bien? Ven conmigo yo te ayudaré- Dijo un sujeto.

Yo no podía contestar, me sentía cada vez peor, de un momento a otro sentí que ya estaba en la entrada del antro.

-Sueltame, ya vienen por mi, gracias- Le dije

-No mientas, yo te llevaré- Dijo el tipo ese

-Sueltame!!- Trate de gritar pero no pude.

El hombre me forcejeaba, yo pensé que me secuestraría cuando de repente...

Sebastián llegó y le dió un golpe en la cara al tipo que trataba de subirme a su auto.

-Te dijo que la soltarás imbécil- Dijo Sebastián con una ira.

El otro sujeto trato de golpear a Sebastián, pero Sebastián era más ágil y fácilmente esquivo los golpes y lo siguió golpeando. Había gente saliendo del bar y los separaron.

Sebastián dijo -No lo suelten, drogó a mi novia y trato de secuestrarla- Dijo enojando.

Al oír a Sebastián todos asintieron, el tenía un aura aterradora y dominante.

Después el se acercó a mi y me abrazó, en ese momento ya no aguanté más y me desmayé, ...

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Este capítulo lo escribí para que todos y sobre todo nuestras lectoras más pequeñas, tomen conciencia de los peligros que corremos, este es un ejemplo de lo que muchas mujeres y hombres viven desgraciadamente en bares, antros y más lugares.

Tengan cuidado que no siempre se corre con la suerte de que alguien nos ayude y nos rescate.

Siempre recuerden:

Nunca te separes de tu bebida y si lo hiciste ya no la tomes, preferible comprar otra y evitar una tragedia.

No aceptes bebidas de desconocidos o abiertas.

Se responsable con lo que consumes, las cantidades y con quién las consumes (Tu compañía).

No sé queden calladas si ven que algo malo pasa, si nos cuidamos entre todos podemos evitar tantas desgracias.

Cuidense mucho chic@s y gracias por el apoyo en esta novela, los quiero mucho...

Atte. La autora