Después de años de matrimonio con Josue de un momento a otro me pide el divorcio. Como volveré a confiar en los hombres?
NovelToon tiene autorización de lucy curiel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Estoy embarazada
Hablaron francamente y Arturo comprendió mi punto de vista, pero cabía la posibilidad de que algo saliera mal y no quería dejarme sola con un hijo sin padre.
Mauro al final le pidió que habláramos, para tomar la mejor decisión, por tu hijo no te preocupes, que tendrá una excelente madre y muchos tíos que lo vamos a querer. Añadió para después despedirse y dejar que meditara lo que le había dicho.
Por la tarde, después de que comimos, me dijo que quería hablar conmigo, y me externo las dudas que aún tenía, que básicamente eran si yo podría criar a nuestro hijo sola, y si de no ser la posible solución a su problema, querría embarazarme de todos modos, ya congelamos los espermas, si algo te pasa, yo podría tomar la decisión de inseminarme y tener el hijo que tanto deseo, pero no quiero hacerlo sin tu consentimiento, y quiero que seas parte del proceso. Así que tú decides, si no quieres, nunca voy a tocar tus muestras. Le dije con seriedad.
Finalmente aceptó, quería hacerme feliz por lo menos al intentarlo. Compartí la gran noticia con mis amigas y familiares.
El doctor Moran al recibir la noticia de que haría el tratamiento, me derivó con un médico ginecólogo especialista en reproducción asistida, quien me dijo que la mejor opción era la inseminación intrauterina, que es directamente inyectar el semen descongelado en el útero, para que naturalmente se dé la fecundación. Yo creí que la fertilización in vitro sería mi mejor opción, pero al implantar embriones ya fecundados, generalmente se hace con dos o tres al mismo tiempo para que haya más certeza, pero un embarazo múltiple tiene más riesgos, y lo más conveniente es que los fetos lleguen a término, a los siete meses no sería conveniente que nacieran.
Me mandaron a hacer análisis para ver que todo estuviera bien, y según la fecha de mi última regla, me programaron una cita para el procedimiento, mientras tanto debía tomar hormonas para estimular mi fertilidad.
Arturo estaba muy pensativo, me imagino que el procedimiento lo tenía así, uno da por sentado en tener hijos de otra forma, después de una noche de pasión, llena de besos y caricias, en una entrega total de cuerpos y almas después de tocar el cielo, no de una cita médica. Pero es lo que nos tocó vivir,
La fertilización se llevó a cabo en una clínica, yo estaba tan nerviosa que temblaba durante el proceso. Arturo me acompañó en todo momento, tomando mi mano para tranquilizarme, después de todo era un hijo de ambos lo que buscábamos y no lo iba a hacer sola. Fue una experiencia surrealista, las manos de mi pareja no me acariciaban, en su lugar unas manos con guantes de látex depositaron la semilla de mi esposo en mi interior, no hubo clímax, sino dolor e incomodidad, y no descansé en su pecho al final, sino quedé recostada en la camilla. Después de que lo completaron me hicieron reposar un buen rato y solo esperaba que hubiera buenos resultados, pues no quería repetir el proceso, además de que no teníamos tanto tiempo para hacerlo.
Después de tres semanas debía volver y hacerme una prueba de embarazo, además de una ecografía.
Esas semanas fueron las más largas de mi existencia, cada segundo estaba esperando sentir algún síntoma que me anunciará qué la implantación había tenido éxito, pero nada, ningún malestar, ningún antojo, ninguna sensación extraña, en fin nada.
Mi mamá me recomendaba calma, me decía que ella no tuvo los clásicos mareos ni náuseas, solo antojos y agruras ya pasado el primer trimestre. Pero era tanta mi desesperación que quería sentir algo, mi suegra trataba de mantenerme tranquila, diciendo que si estaba embarazada, tanto estrés le haría daño al bebé.
Trate de enfocarme en el trabajo, si planeaba estar tranquila durante el embarazo, tenía que contratar a alguien que nos ayudara a Don Rubén y a mí. Así que estuve ocupada buscando un posible remplazo para mi puesto, y después de mucho lo conseguí. Un hombre de 45 años, licenciado en administración de empresas, que había recién dejado de trabajar para una empresa similar a la nuestra, pues el dueño murió y el hijo que se hizo cargo, quería tener su equipo de gente joven con otra visión, o sea quería contratar a sus amigos y rodearse de personal de su absoluta confianza. Así que Cesar, como se llamaba, salía sobrando.
Consulte con mi suegro, dejándole a él la decisión final, y estuvo de acuerdo, el tipo tenía experiencia suficiente y aún era joven y activo. Así que me dediqué a capacitarlo. Mostrándole cada rincón de la empresa y cada proceso, fue conociendo al personal y finalmente nos pusimos al tanto en los balances.
Cuando al fin pasó el tiempo requerido fui a hacerme las pruebas, no había tenido mi periodo, pero como nunca fui muy regular, esto podría no significar nada. Me tomaron la muestra de sangre y se la llevaron a analizar, mientras Arturo y yo esperábamos en una salita, él me dijo que si el resultado no salía positivo, no me preocupara, que por lo menos lo habíamos intentado y que seguiría tomando las quimioterapias. Yo solo asentí, pero ni siquiera quería pensar en la posibilidad.
Pasado un rato angustiante, nos llamó el ginecólogo, por su cara podía adivinar que nos tenía buenas noticias, pero no quería anticiparme, el médico en cuanto nos saludó y nos sentamos, nos leyó los resultados, para no hacernos más difícil la espera. Nos tomamos de la mano esperando lo que viniera juntos, como habíamos acordado. Felicidades, el procedimiento resultó exitoso, van a ser padres, mencionó, ahora vamos a hacer una ecografía para checar qué todo esté bien, yo solo me repetía mentalmente, estoy embarazada, estoy embarazada. La cara de Arturo se iluminó por la doble esperanza que eso significaba, una nueva vida y la posibilidad de vencer a la leucemia.
Cuando salieron de ahí, rápidamente escribí un mensaje para todos mis seres queridos, solo cuatro palabras, que expresaban la maravillosa noticia. "Lo logramos, estoy embarazada".