Narra la historia de Elina, una mujer rica y poderosa que reencarna como Elena, una extra en una novela. Ella deberá salvar al villano depresivo Noah. Noah es un "red flag" en la historia original, ya que se obsesiona con Sofía, la protagonista. Elena era la esposa de Eliézer, el protagonista, pero nunca logró obtener el amor de su esposo.
La protagonista de esta historia es una diva empoderada; no se arrastra ante ningún hombre, es firme y vengará a la Elena original. No es la típica protagonista: es ambiciosa, sensual, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, pero también tiene su lado dulce y tierno.
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rescate
La fiesta se convirtió en un caos; Sofía abrió la puerta de la habitación y fue testigo de la infidelidad de Eliézer y Vanesa. Eliézer estaba sorprendido.
- «No puede ser, aquí debía estar Elena», susurró Eliézer, sorprendido.
Vanesa estaba avergonzada.
- «Esto no puede ser; Elena era quien debía estar aquí».
Noah se acercó a mí con una sonrisa.
- «Me diste un gran espectáculo, jajajaja», me susurró Noah con una sonrisa sádica.
Mike fue a buscar unos documentos a mi casa y, a dos cuadras, fue atrapada por tres hombres.
- «Mira lo que tenemos aquí, un fenómeno. ¿Eres hombre o mujer? Me pregunto si tendrás tus partes íntimas de mujer, jajaja».
«Mire, es una mariquita; creo que es travesti, jajajaja».
«Yo no tengo problemas, le entro a todo; quiero probar lo que se siente hacerlo con un monstruito», exclamaban los hombres, llenos de maldad y lujuria.
Mike estaba asustada y su cuerpo temblaba de miedo; le arrancaron la ropa y, justo cuando iban a abusar de ella, apareció Luke. Luke golpeó a los tres hombres lleno de furia y la cargó a Mike hasta mi casa. La pobre Mike no dejaba de llorar; se sentía como un fenómeno. Luke le preparó una taza de té.
«Toma esta taza de té para relajarte, no les haga caso; eres un chico guapo y eso es lo que importa», susurró Luke, un poco molesto por la actitud de esos chicos.
Mi madrastra está triste porque el doctor le dijo que podrían amputarle el brazo debido a las lecciones.
- «No, esa maldita, la voy a demandar; ella tiene que pagar el daño que me hizo. Seguro que ya cayó en el plan y Noah la odia. Quiero quemarle la cara lentamente y desfigurar a esa perra; quiero que muera con mucho dolor y sufrimiento», gritó Gitana, mi madrastra, consumida por la ira y el deseo de venganza.
Sofía se desmayó de la impresión.
- «Noah, soy tu esposa y fui difamada por esa sirvienta. Manchar mi honor es manchar el tuyo; quiero que esa sirvienta sea condenada por difamación», exclamé con una sonrisa burlona.
Violeta, la sirvienta que me tendió la trampa, se arrodilló ante mí suplicando mi perdón:
- «Perdón, señora; por favor, tenga piedad de mí. Yo solo obedecí a la señora Julia. Por favor, no me lleve a la cárcel; tengo dos hijos pequeños, soy su sustento y no quiero ir a la cárcel».
Mandé a investigar y resultó cierto. Me acerqué a la sirvienta y le di una oportunidad:
- «Soy mujer y soy empática con mi mismo género. Te daré una oportunidad de trabajo; ve mañana a mi mansión. Solo te diré una cosa: por la buena soy un ángel y por la mala, un demonio; los que me traicionan no la cuentan».
Violeta, llena de lágrimas, me dio las gracias:
- «Gracias, señora; daré lo mejor de mí».
Las personas tomaron fotos y, en minutos, Vanesa y Eliézer eran tendencia.
Lucas, furioso, se agarró a golpes con Eliézer.
- «Vanesa, eres una meretriz, una vagabunda; no quiero volver a verte», gritó Lucas furioso.
- «Pues no me importa; eres un patético que no sirve para nada. Nunca me has tocado ni me has complacido como mujer. No eres más que un inútil. Soy una mujer ardiente que no puede esperar al matrimonio y, si te engañé, no solo con Eliézer, también con tu propio padre. Si me voy a hundir, no lo haré sola», exclamó mi hermana Vanesa sin ningún tipo de vergüenza.
La madre de Lucas, enloquecida por la rabia, la agarró del cabello y la golpeó.
