¿Tu Eres Mi Esposa? Completa

...Elena:...

Me quede completamente helada cuando vi al hombre frente a mi, lo reconocí de imediato, la piernas me flaquearon, estoy segura de mi cara esta pálida, la vista se me puso borrosa y la sensación de querer vomitar vino a mi, estaba segura que me desmayaría, el me sostuvo lo que me confirmó que no era un fantasmasma que venía a torturarme, busque a Franco tratando de controlarme y buscar respuestas en su mirada, al parecer el tampoco entendía nada por que solo encontré incertidumbre.

No comprendía nada apenas pude asentir con la cabeza cuando la señora Aurora me preguntó mi nombre, me ayudaron a sentarme y no se de donde tome fuerza pero me encontré con la mirada de Elliot, el verdadero, lo vi con ojos llenos de piedad, no se que pasaría conmigo, inesperadamentee me abrazo, me quede escuchando los latidos de su corazón, se escuchaba acelerado pero fuerte y claro, sus grandes brazos rodearon mi cabeza y espalda, sentía su respiración con el movimiento de su pecho, empece a controlarme, poco a poco las emociónones desbordadas hace un momento fueron menguando un poco, es extraño pero sentí calma con su abrazo, al mismo tiempo que pensé que si algo malo se me avecinara esto no estaría pasando, mi cerebro tenía miles de pensamientos.

Elliot se separó de mi, y Franco se acercó para abrazarlo, mientras lo abrazaba, el maldito hipócrita fingía ante su familia, me vio con mirada amenzante sin que la señora Aurora lo notara, entendí que no quería que dijera nada, Reachel quien me imagino es la hermana de este par, regresó con el te para mi, cuando tome la taza aún temblaba.

La señora Aurora nos dijo que Elliot no tenía memoria, y maldije en mi mente, creí que todo este teatro se acabaría en ese instante, pero la felicidad que mostró Franco me indicó que solo era el comienzo de un infierno en el que estaría por largo tiempo, tal vez su sonrísa paso desapercibida para los demás debido a que fue casi nula, pero no pasó desapercibida para mi, de no ser por mi padre y mi hermano, yo ya habría soltado todo, me siento estúpida e impotente, me pareció por un momento que Elliot sospechaba algo pero no, después nos fuimos a su casa, me negué no sabría que hacer ahí sola con el pero no hubo opción.

Todo el viaje fuimos cayados, era un silencio tan incómodo que solo observe la ventana por la apenas se podía ver hacia afuera, debido a que era de noche y también los vidrios eran oscuros. Llegamos a una especie de portón, muy alto, al abrirse el auto avanzó por un camino a los lados de el el césped era abundante y los árboles muy bien mantenidos, nos encontramos con un rotonda en la cual había flores blancas de todo tipo la casa era tan moderna, grandes ventanales y luces cálidas se veían desde afuera, este tipo de casa solo la había visto en mis trabajos de investigación.

El auto se posicionó frente a la puerta y bajamos de el, al entrar nos recibió una señora bastante amable llamada Flor, que aunque no reparó mucho en mí se le notaba la alegria al ver a Elliot de vuelta

Subimos a la recámara de Elliot no sin aclarar, que no dormiríamos juntos, lo aceptó, me daba miedo estar a solas con el, no sabía que pasaría, si estaba fingiendo o no, eso me tenía atormentada, vino a mi mente el recuerdo de cuando Franco estuvo a punto de forzarme y me estremecí, pero debía ser valiente, al menos no debía vivir con el, pero no pude evitar pensar que eran hermanos y llevaron la misma crianza, tal vez al tener dinero crean que tienen derecho sobre las mujeres.

Al llegar el comenzó a ponerse cómodo y se retiró la camisa, me sorprendí al ver sus grandes heridas en la espalda, para mí el debía seguir hospitaltalizado pero por lo poco que lo he escuchado hablar no parece ser un hombre que acepte órdenes de otros.

Me ofrecí a limpiar sus heridas, después de todo era lo menos que podía hacer por el, hubo momentos en los que estuve nerviosa, comimos y alárgue la platica lo más que pude pero el momento de mentir había llegado

Conté toda mi historia desde que conoci a Franco hasta que me case con el, omitiendo alguna que otra cosa que pudiera delatarme o que no tuviera relevancia

- Y así es como nos casamos- ya nos encontrábamos sentados en el sillón, había duda en su mirada pero que podía hacer, no sabía si el me creería,o se pondría del lado de su familia o si lo convencerían de que yo mentía

-Sabes todo esto que me cuentas, se siente como si no fuese yo, como si hubiese sido otra persona completamente distinta a mi la que estába contigo

-Tal vez por que no tienes memoria- trate de convencerle

- Tal vez pero, Te recuerdo a ti y eso me basta- me dijo tomándome la mano

Yo lo había escuchado en casa de la señora Aurora pero creo que había sido una excusa para llevarme a su casa, no creí que en verdad me recordara , yo no lo conocía

-¿Como puede ser posible?- pregunte

-No lo se, cuando me dijeron en el hospital que había una mujer con la cual me había casado sin decirle a nadie, se me vino a la mente tu rostro, aunque estaba un poco borroso lograba distinguirte, pero cuando te vi no me quedo ninguna duda de que eras tu

Eso me puso en alerta tal vez el me conocío de alguna forma pero no sabía como

Se acomoda un poco más cerca de mi, nuestros rostros quedan a una corta distancia

-¿Sabes? me gustaste mucho desde que te vi- mis nervios se dispararon- no se, fue como si algo me atrajera a ti, tal vez si nos quisimos mucho- susurró en tono muy dulce

-Si- dije cortante agachando la cabeza nerviosa por su cercanía

Me tomo de la barbilla y me levanto el rostro dejando el suyo aún más cerca del mío

-¿Puedo? - me quede paralizada me iba a besar

No supe que responder, me tarde un momento y al parecer interpreto mi silencio como un si, ya que tenia sus labios sobre los míos, extrañamente la sensación me agrado demasiado, un fuerte hormigueo en la zona baja íntima de mi cuerpo, fue placentero pero me asusté así que me separé abruptamente y al levantarme le di la espalda

-¿Que pasa?

-No, no, no quiero que me beses- tartamudee, debía calmarme, pensar un poco antes de hablar

- ¿Por que,no?

Debía inventar algo rápido

-Pues por que me mentiste, me dijiste muchas cosas que no son ciertas y que yo ya no se si tú de verdadme querías o sólo me usaste- dije con reproche al girarme para verlo

Seguía sentado y se levantó- Elena, se que mentí, no sólo a ti, a mi familia y no se por que lo hice, tal vez creía que no te aceptarían, o tal vez quise ponerte a prueba para ver si en verdad me amabas y no por dinero

-¿Por que? ¿Cres que soy poca cosa? ¿O interesada?- me dolieron sus palabras

-No, no lo creo, pero ni yo mismo comprendo por que actué como actúe, necesito que tú me ayudes a recordar, que seas mi guía para que este matrimonio funcione, Lo que si se que es verdad es que siento una fuerte atracción hacia a ti, no puedo asegurarte que es amor pero si que me gustas y mucho, al menos lo que he visto de ti hasta el momento ¿puedes perdonarme ? - pregunta ante mi silencio

-Si esta bien- obviamenteente yo sabia que el solo era una victima más de todo esto y lo notaba sincero, su palabras de que yo le gustaba crearon cierta emoción en mi

-Siendo así- Se acercó y me pareció que sus ojos se habían oscurecido, era una mirada que no lograba descifrar

Di unos pasos hacia atrás, pero termino arrinconándome en la pared, mi mirada estaba en su pecho, nuevamente me levanto la vista, sus suaves labios se posaron sobre los míos y su barba un poco crecida acariciaba mi rostro, comenzó a mover sus labios, a un ritmo lento, se sentían como caricias, no me di cuenta pero mis ojos ya estaban cerrados, disfrutando, volvió el beso más profundo, se sentía tan rico, jamás había sentido algo así, el atrapó mi cintura y me pego a él, senti algo duro contra mi abdomen, me asusté y lo aparté

-No espera- dije apenas

-¿Que por que?- se extrañó-¿no es algo que se supone que ya hicimos?

- No - dije nerviosa y también negando con la cabeza

-¿Por que? - dijo incrédulo

-No, estabamos casados-dije, era verdad era la razón por la cual nunca le permití a Franco pasar la línea

Le pareció extraño y sonrió ligeramente

-¿De verdad?

-Si

-Bien, lo bueno es que ya estamos casados

Me beso nuevamente, y sabía que seria muy extraño negarme, lamentablemente mi primera vez seria así, por lo que solo me quedaba tratar de disfrutarlo, el no era desagradableable y hasta el momento me hacía sentir bien solo me dejaría llevar.

Me pegó mas a él, y sus besos comenzaron a recorrer mi barbilla y mi cuello, solté un gemido, me avergoncé pero el no dijo nada así que lo deje continuar

De pronto la puerta se abrió abruptamente, lo aparte rápidamente, era una empleada que entró sin tocar

- Perdon señor, no quise ser inoportuna

- ¿Acaso no le enseñaron a tocar?- dijo Elliot en un tono de voz que me heló la sangre, hace un momento tenia una voz tan suave, con un toque grutural pero al final suave

-Perdon señor, venía por el servicio- se apresuró a decir

-Adelante- dijo el y luego me miro sonriendo, ¿como podía cambiar su expresión tan fácil?

-Yo quisiera irme a mi habitación- pedí

El suspiro resignado- esta bien

-¿Tu como te llamas?- se dirigió a la mujer recogiendo la mesa

- Rebeca- dijo mordiéndose un labio

-Lleva a mi mujer a su habitación y avísale a Flor que venga ella a recoger el servicio

-Señor ya estoy a la mitad, la señora puede ir a buscarla para que la guíe

-Haga lo que le pedí, por favor- pidió Elliot

-Pero señor yo…

Un un golpe estruendoso se escuchó y me sobresalte, Elliot había golpeado una mesa en especie de repisa con la palma de su mano

-Mire señorita, ya debe estar enterada de mi problema de memoria, por lo que no se muy bien como eran las cosa aquí antes, pero lo que si se es como serán ahora, me gusta la eficiencia y no la ineptitud, aparte de que no me gusta que se metan en lo que no les importa

Esas palabras eran muy severas, realmente daba miedo

- Si señor- asintió la chica

-Haga lo que le pedí- ordenó

La chica se puso en marcha y el volteo hacia a mi

-Descansa- tenía una sonrisa

-Gracias, tu también- dije antes de empezar a seguir a la chica

Había varias puertas pero al final, del pasillo esta mi habitación, la chica abre la puerta

-Es aquí

-Muchas gracias

La chica se disponía a irse

-Espera- la detuve pero volteo sus ojos, eso me dejó confundida

-¿Que quiere? - me lo dijo en tono grosero

-Podrías darme la clave del Wifi

-Por que no la averigua usted- me dice y esto si me hizo enojar

-¿Tienes algún problema conmigo?- me gustaba ser directa, si tenía un problema conmigo no lo iba a tolerar

- No se crea que es la señora de esta casa solo por que está aquí y está casada con el Señor, el no es de estar con una sola mujer, así que no se crea especial, prueba de ello es que dormirán en cuartos separados - su tono era en burla

Y no se por que pero si me molesto demasiado

- Lo que pase entre él y yo no es asunto tuyo- la vi directo a los ojos

-Ya se dará cuenta usted misma- levantó una ceja

- La contraseña- dije ignorando sus palabras

Solo soltó una risa y salió del la habitación sin darme una respuesta, maldita sea ahora tendría que lidiar con la amante o verdadera novia, no se.