es una historia conmovedora y apasionada que explora temas como el amor, la identidad y la aceptación. La novela sigue la vida de Orange y Geovanni, dos amigos de la infancia que se reencuentran años después y reavivan una conexión profunda que evoluciona hacia un romance intenso.
La trama gira en torno al descubrimiento de la sexualidad y la lucha por la aceptación en una sociedad conservadora. Orange, un joven introvertido, se siente atraído por Geovanni, un hombre seguro de sí mismo y físicamente atractivo.
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Encuentro en Taxco
Geovanni se quedó paralizado, incapaz de articular palabra alguna. La mirada de Orange, llena de dolor y decepción, lo atravesó como una daga. En ese instante, comprendió la magnitud de su traición.
"Geovanni..." La voz de Orange era apenas un susurro, pero resonó en la habitación con una intensidad que heló la sangre de Geovanni. "Dime que esto no es cierto."
Geovanni sintió un nudo en la garganta. Sabía que tenía que decir la verdad, por dolorosa que fuera. Con voz temblorosa, comenzó a relatar lo sucedido en Ixcateopan. Describió cada detalle, cada momento, sin omitir nada. Con cada palabra que pronunciaba, sentía como si estuviera clavando un cuchillo más profundo en el corazón de Orange.
Orange escuchaba en silencio, su rostro pálido como la cera. Al terminar de hablar, Geovanni se quedó esperando una respuesta, pero Orange no dijo nada. Simplemente se levantó de la mesa y se dirigió hacia la ventana, mirando fijamente hacia afuera.
"Orange, por favor, escúchame..." suplicó Geovanni, acercándose a él.
Orange se giró lentamente, sus ojos llenos de lágrimas. "No sé qué decir, Geovanni. No sé cómo pude ser tan ciego."
Geovanni lo tomó de las manos, pero él las apartó bruscamente. "No me toques," dijo él, su voz fría y distante. "¿Cómo pudiste hacerme esto?"
Geovanni se arrodilló ante él, suplicando su perdón. "Lo siento, Orange. Lo siento más que nada en el mundo. Sé que no hay excusa para lo que hice, pero te amo y no quiero perderte."
Orange se sentó en el sofá y comenzó a llorar desconsoladamente. Su cuerpo se estremecía por los sollozos. Geovanni se quedó a su lado, acariciando suavemente su cabello, pero él no lo miraba.
"No sé si podré perdonarte," dijo Orange entre sollozos. "Has roto mi corazón en mil pedazos."
Geovanni asintió con la cabeza, entendiendo perfectamente su dolor. Sabía que había puesto en juego todo lo que tenían juntos y que la confianza que habían construido a lo largo de los años se había hecho añicos.
En ese momento, la realidad de su traición se abalanzó sobre él con toda su fuerza. No solo había herido a Orange, sino que había destruido la base misma de su relación.
Sin decir una palabra más, Orange se levantó y salió de la casa. Geovanni se quedó solo, rodeado por el silencio y la oscuridad. Sabía que había perdido a la persona que más amaba y que le iba a costar mucho tiempo, si es que alguna vez lo lograba, recuperar su confianza.
Los días que siguieron fueron los más difíciles de su vida. Geovanni se sentía perdido y solo. Se arrepentía amargamente de sus acciones y se preguntaba cómo había podido ser tan estúpido.
Mientras tanto, Orange se refugió en la casa de sus padres, buscando consuelo y apoyo. Sus amigos y familiares lo rodearon con amor y comprensión, pero él no podía dejar de pensar en Geovanni y en todo lo que habían perdido.
El pueblo entero se enteró de la infidelidad de Geovanni. Los chismes y los rumores se esparcieron como pólvora, y la pareja se convirtió en el centro de atención. Orange se sentía humillado y avergonzado, y deseaba con todas sus fuerzas desaparecer.
Geovanni, por su parte, intentó ponerse en contacto con Orange en numerosas ocasiones, pero él no le respondía. Se sentía desesperado y no sabía qué más hacer para recuperar su amor.
La historia de amor de Orange y Geovanni había llegado a un punto de inflexión.
Meses habían pasado desde la dolorosa separación. Orange había intentado reconstruir su vida, buscando consuelo en el trabajo y en el cariño de sus amigos. Sin embargo, la herida causada por la traición de Geovanni aún estaba fresca.
Un fin de semana, decidió escaparse a Taxco, un lugar que siempre le había traído paz. Mientras paseaba por las calles empedradas, disfrutando del ambiente colonial, se topó de frente con Naomi.
La sorpresa fue mutua. Naomi, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, lo saludó efusivamente. "Orange, ¡qué coincidencia encontrarte aquí!"
Orange sintió un nudo en el estómago. Tenía ganas de darse la vuelta y seguir caminando, pero algo lo obligó a detenerse.
"Naomi," respondió con frialdad, "qué sorpresa".
Naomi, sin inmutarse, continuó: "He estado pensando mucho en ti y en Geovanni. Sé que las cosas no están bien entre ustedes".
Orange la miró fijamente, esperando que continuara. Naomi, con una sonrisa burlona, comenzó a relatar en detalle lo sucedido en Ixcateopan. Describió cómo había drogado a Geovanni, cómo había aprovechado la situación para satisfacer sus propios deseos y cómo se había sentido al descubrir que Orange y Geovanni estaban separados.
Orange escuchaba atónito. No podía creer lo que estaba oyendo. La mujer que había admirado en el pasado se revelaba ahora como una manipuladora egoísta.
"Así que tú fuiste la que lo drogó," dijo Orange, su voz llena de rabia.
Naomi se encogió de hombros. "Bueno, ¿qué esperabas? Él estaba ahí, vulnerable. Y yo... bueno, yo aproveché la oportunidad".
Sin pensarlo dos veces, Orange le propinó una fuerte bofetada. El sonido resonó en la calle vacía, atrayendo las miradas de los pocos transeúntes.
"Eres una mujer despreciable," espetó Orange, sintiendo una mezcla de ira y tristeza. "No tienes idea del daño que has causado".
Naomi se llevó la mano a la mejilla, sorprendida por la reacción de Orange. "Pero... ¿acaso no estás feliz de que finalmente sepas la verdad?"
Orange la miró con desprecio. "No, Naomi. No estoy feliz. Estoy enojado. Y estoy decepcionado de mí mismo por haber confiado en ti".
En ese momento, una ola de comprensión se apoderó de Orange. Se dio cuenta de que no podía culpar a Geovanni por completo. Naomi había sido la verdadera culpable, la que había orquestado todo.
Mientras caminaba por las calles de Taxco, tratando de ordenar sus pensamientos, Orange se replanteó su relación con Geovanni. ¿Podría perdonarlo? ¿Podría volver a confiar en él?
Sabía que sería un camino largo y difícil, pero también sabía que amaba a Geovanni. Y aunque la traición había dejado una profunda herida, una pequeña parte de él aún albergaba la esperanza de que pudieran reconstruir su vida juntos.
Sin embargo, también sabía que no podía simplemente perdonar a Geovanni y seguir adelante. Necesitaba tiempo para sanar y para reflexionar sobre lo sucedido.
Al regresar a casa, Orange se encontró con una sensación de liberación. Al conocer la verdad, se había quitado un gran peso de encima. Ahora podía comenzar a reconstruir su vida, pero esta vez con los ojos bien abiertos.
En los días y semanas que siguieron, Orange se dedicó a reconstruir su vida. Se concentró en su trabajo, en sus amigos y en sus pasatiempos. Poco a poco, comenzó a sentir una sensación de paz interior que hacía mucho tiempo que no experimentaba.
Aunque aún no estaba listo para perdonar a Geovanni, sabía que algún día tendría que tomar una decisión. ¿Podría encontrar la fuerza para perdonar y seguir adelante? O ¿estarían condenados a vivir separados por siempre?
La historia de Orange y Geovanni era un recordatorio de que el amor puede ser frágil y que incluso las relaciones más sólidas pueden verse sacudidas por la traición.
excelente historia diférente enamorada de tu trama 💯♥️♥️♥️🌹🇨🇴🤩🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌹🌹