De La Luz A La Oscuridad

...Nyx Frost...

Mientras los oficiales me escoltaban fuera de la cabaña, mi mente ya estaba en movimiento, organizando y evaluando cada detalle. La cabaña, que había sido nuestro refugio y centro de operaciones, se desvaneció a la distancia mientras avanzábamos hacia los vehículos de policía.

Me subí al coche de policía, el interior era austero, iluminado por las luces parpadeantes del día. Mientras el coche avanzaba, me esforzaba en mantener mi compostura. No había razón para que la preocupación o el pánico afloraran; en lugar de eso, me concentraba en mantener el control y en anticipar cada movimiento que pudiera tener lugar en la estación de policía.

Al llegar a la estación, el entorno cambió drásticamente. La austera fachada del edificio, el bullicio de los oficiales y el constante ir y venir de personas formaban un contraste marcado con la tranquilidad de la cabaña. Me llevaron a una sala de interrogatorios, un lugar reducido con una mesa y sillas duras, sin adornos, con una única lámpara que colgaba del techo, creando una atmósfera de tensión casi palpable.

Los oficiales me condujeron a la sala y me hicieron sentar frente a la mesa. La puerta se cerró detrás de ellos con un sonido sordo, y me quedé sola por unos momentos. El silencio en la sala era denso, pero pronto se rompió con la entrada de uno de los oficiales, que se sentó frente a mí con una expresión seria.

—Nyx Frost —dijo, mirando directamente a los ojos —Hemos recibido una llamada anónima sobre una presunta involucración de tu parte en los eventos recientes. ¿Qué tienes que decir al respecto?

Me mantuve en calma, evaluando la situación. La llamada anónima era algo ya había anticipado, y ahora era el momento de demostrar mi capacidad para manejar la presión.

—No tengo idea de quién podría haber hecho esa llamada —respondí con voz tranquila. —No tengo nada que ver con esos eventos. Estoy aquí para cooperar y responder cualquier pregunta que tengan.

El oficial asintió, tomando notas mientras me observaba con atención.

—Vamos a hacer algunas preguntas para aclarar tu involucración. Sabemos que has estado en contacto con Jasper Brooks y que has estado presente en la cabaña en momentos clave. Queremos entender tu relación con él y tu participación en los eventos.

Me recosté en la silla, sonriendo ligeramente. Sabía que el silencio y la observación serían mis aliados. Este era el inicio de un juego en el que yo tenía el control de las piezas.

—La cabaña es mi hogar —respondí con firmeza. —Es obvio que estaría allí, porque es mi casa. No veo nada extraño en que pase tiempo en mi propio hogar.

El oficial levantó una ceja, anotando mis palabras antes de continuar.

—Entonces, ¿puedes explicar por qué se te ha visto con Jasper Brooks, sospechoso de asesinatos, en varias ocasiones?

Mi mente se movía rápidamente, buscando la mejor manera de manejar la situación. La clave era mantener la coherencia en mi historia mientras minimizaba cualquier información que pudiera resultar comprometedora.

—Jasper y yo tenemos una relación de amistad —dije con calma. —Lo he estado apoyando durante un momento difícil para él. No estoy involucrada en los eventos que están investigando. Si necesitan más detalles, estoy dispuesta a cooperar.

El oficial tomó notas mientras asintió lentamente.

—Entendemos que quieres cooperar, pero necesitamos información más concreta. ¿Puedes decirnos qué hacías en la cabaña durante los eventos críticos?

Me recosté en la silla y miré al oficial con una expresión de confianza.

—La cabaña ha sido un lugar de refugio para mí y para mis amigos —dije. —Durante los eventos críticos, simplemente estaba en mi hogar. No puedo controlar lo que ocurre afuera, pero puedo asegurarles que no he estado involucrada en nada ilegal.

El oficial me observó en silencio, su expresión imperturbable. Sabía que mi habilidad para mantener la calma y responder con precisión sería crucial en esta situación. Mi objetivo era mantenerme firme en mi narrativa mientras intentaba descifrar los verdaderos motivos detrás de su interrogatorio.

—Bien, Nyx —dijo finalmente el oficial —Seguiremos investigando y te contactaremos si necesitamos más información. Por ahora, puedes regresar a tu hogar.

Me levanté de la silla, sintiendo una ligera liberación al escuchar esas palabras. Aunque el interrogatorio había sido una prueba, sabía que debía seguir vigilante y prepararme para cualquier nuevo desafío que pudiera surgir.

Mientras salía de la sala de interrogatorios, me di cuenta de que mi verdadero trabajo apenas comenzaba. La amenaza de Marcus seguía siendo una preocupación constante, y mi habilidad para navegar en este mundo de engaños y manipulaciones sería esencial para mantener el control de la situación.

Caminé con paso decidido hacia la cabaña, tratando de dejar atrás la pesadilla del día. El arresto había sido un espectáculo humillante.

Al llegar a la cabaña, me encontré con Jasper esperándome en la entrada. Me abrazó con una mezcla de alivio y preocupación, y me permití unos breves momentos de calma en su presencia.

—¿Cómo te fue? —me preguntó, mientras me apartaba de su abrazo.

Suspiré, buscando las palabras adecuadas.

—La policía no tiene nada incriminatorio, pero me hicieron muchas preguntas. Querían saber que relación tengo contigo. —Mi tono era calmado, pero la tensión aún se notaba.

Mientras hablaba, mi teléfono vibró en el bolsillo. Miré el número desconocido, el corazón acelerándose ante la posibilidad de que fuera Marcus. Contesté la llamada sin dudar.

—¿Sí? —mi voz se mantuvo firme.

La voz distorsionada de Marcus respondió al otro lado.

—Hola, Nyx. ¿Te gustó la sorpresa que dejé en la universidad? —su tono estaba cargado de malicia.

Lo que dijo Marcus no me sorprendió, pero la forma en que lo dijo sí encendió una chispa de irritación.

—No esperaría menos de ti, Marcus. Sabía que no te quedarías solo con los carteles —respondí, manteniendo la calma.

Marcus rió con desdén.

—Es solo el comienzo. No subestimes lo que soy capaz de hacer. La próxima vez, puede que no sea tan fácil salir.

—¿Qué es lo que realmente quieres, Marcus? ¿Por qué estás haciendo esto?

Hubo un breve silencio antes de que Marcus hablara de nuevo, su voz cargada de un tono más personal.

—Quiero que regreses conmigo, Nyx. No estoy interesado en solo jugar contigo; quiero que vuelvas a ser parte de mi vida. Esto es solo una forma de recordarte lo que perdiste.

Mis manos se apretaron alrededor del teléfono, y la rabia comenzó a burbujear bajo la superficie de mi calma.

—No voy a volver contigo. Lo que estamos viviendo ahora es solo el principio de lo que puedo hacer para defenderme —dije con una frialdad amenazante.

Marcus rió con desdén, como si mi respuesta le resultara trivial.

—Veremos cuánto tiempo puedes mantenerte firme, Nyx. La próxima vez, puede que no sea tan fácil salir de esto.

Colgué la llamada y volví a Jasper, que me miraba con una mezcla de preocupación y confusión.

—Era Marcus. Quiere que regrese con él, y parece que esto es solo el comienzo de lo que tiene planeado.

Jasper asintió, su expresión se tornó aún más seria. Nos sentamos juntos en el sofá, la tensión palpable entre nosotros. Jasper estaba con una expresión de preocupación, me miraba esperando respuestas.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —preguntó, su voz denotando una mezcla de ansiedad y desesperación.

Me pasé una mano por el cabello, preparándome para abordar la situación con la seriedad que requería.

—Marcus es un riesgo grave. Si sigue atacando de esta manera, no solo tú estás en peligro. Sus acciones podrían afectar a cualquiera que esté cerca de ti, especialmente a tus padres.

Jasper frunció el ceño, el peso de mis palabras claramente visible en su rostro. Se inclinó hacia adelante, con la preocupación transformándose en una determinación que necesitaba canalizar.

—Entonces, ¿qué sugieres? —preguntó, tratando de mantener la calma.

Lo miré, entendiendo que debíamos actuar con rapidez.

—Necesitamos asegurar que tus padres estén a salvo. Eso significa que debemos considerar mudarte a un lugar más seguro, lejos de cualquier posible repercusión de las acciones de Marcus. Quizás lo mejor sea encontrar un nuevo departamento donde puedas estar protegido y donde tus padres no se vean involucrados en esta situación.

Jasper se quedó en silencio por un momento, luego su rostro se endureció con una mezcla de frustración y resignación.

—¿Sabes qué? —dijo, con un tono que revelaba su creciente exasperación. —Esto no me molesta solo por el peligro. Estoy harto de que me estén preguntando constantemente dónde estoy, con quién estoy, como si tuviera cinco años. Cada vez que estoy fuera, parece que me están vigilando como un niño. Mudarse podría ser lo mejor para mí. Tal vez entonces tendré un poco de espacio para respirar sin tener que justificar cada paso que doy.

Sus palabras estaban cargadas de una frustración que había estado acumulando durante mucho tiempo. Asentí, comprendiendo el trasfondo emocional detrás de su decisión.

—Entiendo, Jasper. Es importante que encuentres un lugar donde te sientas seguro y libre. Hacer esto no solo protegerá a tus padres, sino que también te dará el espacio que necesitas.

Jasper asintió, la determinación en sus ojos ahora mezclada con una nueva sensación de resolución.

—Está bien. Haré lo que sea necesario para mantenerlos a salvo y, al mismo tiempo, para liberarme de esta sensación constante de estar bajo vigilancia. Vamos a encontrar un nuevo lugar y a manejar esto de manera que podamos protegernos y seguir adelante.

Nos quedamos en silencio por un momento, el peso de la decisión entre nosotros. La mudanza era un sacrificio, pero la necesidad de proteger a sus seres queridos y encontrar un equilibrio era más importante.

—La mejor manera de manejar a Marcus —empecé, con una voz firme —es hacerle creer que estoy dispuesta a volver con él. Si logramos convencerlo de que ha ganado, podremos acercarnos a él con menos riesgo y prepararnos para neutralizarlo.

Jasper frunció el ceño, claramente preocupado por los riesgos involucrados.

—¿No es arriesgado? ¿Qué pasa si se da cuenta de que es una trampa?

Asentí, reconociendo la validez de su preocupación.

—Sí, es un riesgo, pero es nuestra mejor opción para controlar la situación. Marcus es egocéntrico y está obsesionado con la idea de que puede tenerme de vuelta. Mientras él esté distraído y confiado, podremos planear nuestros próximos movimientos. La clave será mantener la ilusión de que estoy realmente interesada en regresar con él.

Jasper tomó un momento para procesar mi propuesta, su mente claramente trabajando en los posibles resultados.

—Está bien. Si eso es lo que necesitamos hacer para protegernos y detener a Marcus, estoy dispuesto a hacerlo contigo.

Le ofrecí una sonrisa decidida, sintiendo que estábamos tomando un paso importante hacia la resolución de este conflicto.

—Perfecto. Nos aseguraremos de preparar cada detalle para que el engaño sea completamente creíble. Mientras Marcus crea que está ganando, nosotros podremos trabajar desde las sombras y asegurarnos de que este problema se resuelva de una vez por todas.

Con el plan en marcha, me sentí más segura. Aunque la situación seguía siendo peligrosa, al menos ahora teníamos una estrategia clara para enfrentarnos a Marcus. Con Jasper a mi lado, sabía que podíamos superar este obstáculo y proteger lo que más valoramos.