Historias Cruzadas

Al día siguiente, Irina despertó sola en la habitación, se sintió muy frustrada, pensó que Iván había obtenido lo que quería y la había dejado sola. Sus ojos se llenaron de lágrimas, hasta que la puerta se abrió.

Buenos días, preciosa, Oye- dijo Iván mientras dejaba la bandeja que traía en sus manos en la mesa de noche y se acercaba rápidamente a Irina- ¿Qué pasa? ¿Qué te duele? ¿Te lastimé?

Una sonrisa enorme apareció en los ojos de ella - No pasa nada Iván, creí que te habías ido- dijo.

Iván la abrazó tiernamente, la acercó a él y dijo- nunca me voy a ir de tu lado pequeña- luego le dio un tierno beso y se separó para ir a buscar la bandeja.

Te traje el desayuno, también una pastilla para el dolor y otra por si quieres evitar un embarazo- dijo él

Gracias cariño- dijo ella.

¿Cómo me dijiste?- dice él con una enorme sonrisa y un brillo diferente en sus ojos.

Dije gracias- respondió ella obviando la última parte a propósito.

Después de eso Irina- dice el mirándola fijamente.

aaaahhhh Gracias Cariño- dijo ella haciendo énfasis en la última palabra.

Me haces el hombre más feliz del mundo- Dijo él besándola nuevamente.

Irina lo separó lentamente de ella y le dijo- si no me dejas recuperar fuerzas, no vamos a poder hacerlo nuevamente- un tono entre seductor y tímido salió de los labios de ella.

Esa es mi chica- dijo Iván feliz de que ella se entregará a él sin temor.

Desayunaron en la cama tranquilos, una vez que los dolores de Irina mermaron se levantó de la cama, envuelta en las sábanas y se dirigió al baño a darse una ducha, al salir Iván estaba sacando las sábanas restantes, donde se podía ver una pequeña mancha de sangre evidenciando lo que había pasado la noche anterior. Ella se sonrojó, pero fue a vestirse después de ver la sonrisa de Iván.

Al mediodía fueron invitados a la casa de Enzo para hablar del regreso a Italia.

WoW Irina, deberían desinfectar su casa parece que hay mosquitos- dijo Julia señalando el cuello de la chica.

Ella bajo la cabeza avergonzada mientras las carcajadas resonaban por toda la mansión. Una mirada de reproche se vio reflejada en sus ojos mirando a Iván, el la tomó por la cintura y le dio un tierno beso.

Perdón amor, la próxima vez será donde no se vea- dijo guiñando su ojo con picardía.

Bien, bien dejemos de avergonzar a la chica- dijo Enzo y continuó- mañana volvemos a Italia. Pero quiero saber ¿Cómo le vamos a explicar a tus padres que estás casado?

Ya lo hablamos con Irina, por el momento no le diremos nada, y si hacen muchas preguntas les diré la verdad- dijo Iván.

¿La... Verdad?- tartamudeó Irina.

Si, que no iba a permitir que te casen con un viejo verde o abusivo- respondió Iván.

Pasaron la tarde hablando, en un ambiente super amigable, Irina era feliz porque por primera vez en la vida era aceptada sin pedir nada a cambio.