Novela de fantasía que relata las discriminaciones, el renacer. Las intrigas por la supremacía del poder. El triunfo del bien sobre el mal. Pero, sobre todo, la aceptación de uno mismo. ¿Encontrará Irina, la felicidad en su segunda oportunidad de vida, con un Dragón? ¿La Diosa podrá salvar a la humanidad de los demoníacos Morlos?
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Capítulo 4
Irina, no quiere repetir los mismos errores del pasado.
-Irina, no es una decisión nuestra, el Emperador Pável, tiene la autoridad para designarte como princesa heredera del Imperio- responde la reina Tatiana.
-Pero, ¿Y su hermano Gareth? ¿Y si ustedes solicitan un compromiso con él, antes de que le digan sobre mi poder letal? Entonces, ya no podría emitir la orden de ser la prometida de un hermano para dársela al otro ¿Verdad? - razona Irina con astucia, debe evitar por todos los medios, casarse con ese mequetrefe de Egor.
-¡Eso es una buena idea! De esa manera estarías viviendo en el Palacio Imperial, para la época en que aparezcan los Morlos, y podrás hacerles frente sin que nadie se interponga- responde el padre, quien ya había mencionado a los Morlos en su conversación con la Reina.
-No lo veo tan fácil, el segundo Príncipe Gareth, es hijo de una concubina, tengo entendido que es relegado a un tercer plano por la Emperatriz, no es favorecido tampoco por el Emperador, hasta le impusieron una maldición desde que nació, se dice que no puede tocar a ninguna mujer, ese es un secreto a voces- refiere la Reina Tatiana.
- ¡Pero, madre, por favor, por lo menos inténtelo! ¿sí? A mi no me importa su maldición, solamente quiero liberarme del príncipe heredero- Irina, la mira con dulzura, intentando influenciarla, con sus grandes ojos verdes, cristalizados por lágrimas.
- ¡Está bien! lo intentaremos, pero no te prometemos nada, ese Emperador Pável es un viejo zorro, muy astuto, y siempre de muy mal proceder, no se puede confiar mucho en él, no creas que no sabe nada sobre tu poder letal, encarcelado con los 7 sellos de maná. Los Sacerdotes del Templo, le debieron haber informado hace 7 años - finalmente, concluye la Reina Tatiana. El Rey en sus pensamientos, no está muy convencido de poder cambiar totalmente los hechos del futuro.
A los pocos días, los reyes de Valkovia, junto a su hija, llegan a la capítal del Imperio Morozovia, son anunciados ante el Emperador Pável:
-¡Salve Emprador del Gran Imperio de Morozovia, donde el Sol nunca se oculta!- saludan formalmente, con una leve reverencia los reyes de Valkovia.
- Saludos Reyes de Valkolvia, ¿A qué debemos tan inesperada visita? ¿Cuál es la urgencia? - Pregunta con interés el Emperador Pável, a su lado está sentada la Emperatriz Yulia.
- Majestad, nos traen dos asuntos por demás importantes, comenzaremos por el que es más agradable y para la discusión del segundo tema, necesitamos total y estricta privacidad- manifiesta el Rey Kirill.
-No hay problema, primero díganme las nuevas buenas- expresa con una sonrisa socarrona el Emperador Pável.
-El primer asunto, es para solicitar con la venia de su majestad, el compromiso de mi hija la Princesa Irina, con el segundo Príncipe Gareth Novikov- resuelto dice el Rey.
- La Princesa Irina, si mal no recuerdo tiene el Poder letal, durmieron su maná con 7 sellos, por orden de los 7 Sacerdotes Magos del Templo de Magos de la Diosa Pangea. Por lo tanto, he decidido que ella será la prometida del Principe heredero Egor, y futura Emperatriz del Imperio de Morozovia- El Emperador, no va a dejar que su hijo primogénito tenga, una espada en su garganta, teniendo de cuñada a Irina Smirnova si la convierte en esposa del engendro de Gareth.
Gareth era un hijo bastardo nacido de una hermosa concubina. Pável al encontrar a esa belleza, en las montañas, cuando fue a esquiar, la convirtió en su concubina preferida, era la mujer más bella jamás vista, pero descubrió tarde que era una dragona de mil años, cuando comprobó que su hijo, nacía de un huevo como un pequeño dragón, casi enloquece, a pesar de eso, era su hijo, la madre murió al nacer el niño, porque había cumplido mil años, el límite de vida de los dragones, a pesar de que su cuerpo humano parecía de 20 años. Pável, desterró al hijo bastardo que le daba mucha adversión, lo echó fuera del Palacio de recién nacido, a las gélidas cadenas montañosas del ducado de Etruvia, fue criado por sirvientes; ahora es el Duque de Etruvia. El propio Pável hizo que le echaran una maldición a su propio hijo Gareth cuando nació, para que no pudiera tocar a ninguna mujer y no pudiera reproducirse jamás, lo consideraba una aberración, un engendro del demonio, un asqueroso dragón.
La exclamación alterada del Rey Kirill, saca de sus pensamientos al Emperador Pável:
- ¡Majestad, ella es una niña, y el Principe Heredero Egor tiene 22 años! ¡La diferencia entre ellos es mucha!. En cambio el segundo príncipe solo tiene 18 años, tres más que mi Irina, son más compatibles - Insiste el Rey Kirill, tratando de cambiar el destino de su amada princesita.
-Eso no es ningún problema, entre el Emperador Pável y yo hay 10 años de diferencia, además es solo un compromiso nominal, el matrimonio se hará cuando la princesa Irina cumpla 18 años, obviamente - interviene rapido y astutamente, la Emperatriz Yulia, no va a permitir que el bastardo del segundo principe sea una amenaza, para su amado y único hijo Egor.
-Entonces, no se hable más, la Princesa Irina queda designada como Prometida del Príncipe Heredero Egor Novikov, anótese y emítase el edicto imperial- ordena al eunuco Lucio, era su secretario, el Emperador de inmediato lo sella y lo firma. Irina queda horrorizada, aunque solo escuchaba la conversación, quedó aterrada, sus ojos están que se salen de sus órbitas, ¿Entonces, por mas que se esfuerce, no va a poder cambiar su destino?, se pregunta a sí misma.
- ¡Aceptamos el edicto Imperial, Majestad!- baja la cabeza el Rey Kirill, para que no se note la furia en su mirada, aprieta sus puños.
-Ahora, salgan todos, solo nos quedaremos el Rey Kiril Smirnov y yo- Todos salen de inmediato.
La Emperatriz invita a la Reina Tatiana a tomar el té.
-Irina, querida, puedes ir a conocer los jardines del Palacio- sugiere la Emperatriz Yulia, ella mira directamente a su madre buscando aprobación, la madre asiente.
-Con permiso, me retiro- hace una perfecta reverencia Irina, alejándose afligida después de aquella noticia, la acompaña su fiel dama de compañía Katia.
-Vamos por acá Katia, hay un hermoso lago con peces dorados- camina lentamente por el sobrepeso Irina, cansada se sientan en los bancos de un hermoso kiosco techado de madera, con enredaderas alrededor y hermosas flores en maceteros colgantes. Katia se sorprende de que la princesa conozca ese lugar, pero no dice nada.
-Katia, ¿Por favor, puedes buscarme te y unos bocadillos? Tengo mucha hambre y sed- le sonríe Irina amablemente.
- ¡En seguida princesa! - Katia se va hacia el Palacio, para que le indiquen dónde está la cocina, está muy complacida de que la princesa sea una persona más amable y menos consentida, como era antes de despertar.
Irina, desde allí observa a lo lejos que el Príncipe Egor viene caminando, distraído. Se oculta entre los tupidos arbustos y árboles sin ser vista, donde puede observar bien, tanto al príncipe como a la doncella plebeya Larisa, que estaba agazapada entre la maleza, al ver que viene el principe, ella de inmediato se hace la desvalida, tropieza y es alcanzada por los brazos del Príncipe, tomándola por la cintura, ahora ella tiene 24 años y él 22 años.
Irina piensa:
Por fin juntos nuevamente 🥰🥰🥰