Aria y Devon son tan diferentes en su vida diaria, pero lo que no saben es que sus deseos son similares, sus fantasías una gota de agua.
Y ahora que Aria tiene a Devon en sus manos, él tiene dos opciones:
1. Denunciarla y alejarse de ella.
2.Dejarse llevar y ver qué sucede.
Y si somos sinceros la segunda opción lo tienta demasiado, sobretodo después de que ella despierta su lado más oscuro y perverso.
Por lo que ahora después de que algo más allá del deseo hizo click entre ellos, ¿Estará dispuesta Aria a aceptar todo de Devon, incluyendo a según él, "su monstruo"? ¿Quién iba a decir que un frío empresario, pudiera ser tan ardiente?
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Capítulo 18: Hola preciosa...
~Aria~
Luego de casi escapar de esta persona que no esperaba volver a ver, me escabullo en mi habitación. No puedo quitarme de la cabeza esa mirada, que casi, casi me comía entera, me sentí vi*lada visualmente. Sus sonrisas descaradas y esa hambre en sus palabras, me hicieron querer huir. Es que fue incómodo, y eso nunca me había pasado.
Suspiro cuando siento mi celular sonar, lo tomo y sonrió olvidandome de todo lo demás, incluso de esa persona.
— Amo, ¿me extrañas tan pronto? —puedo oír su respiración que se acelera al llamarle amo.
— ¿Estás bien? —me pregunta preocupado, ¿qué extraño?
— Sí, solo extrañando sus azotes amo, sus manos, sus gemidos, y estoc...
— ¿Has... Has visto a alguien conocido o que te haga sentir incómoda? —esto ya me esta preocupando.
— Ummm porqué preguntas, estoy bien, solo algo nerviosa por la presentación de mañana. —le digo de repente algo tímida. Ay por dios, esto ya no soy yo con él.
— Gracias al cielo estas bien, si pasa algo no dudes en llamarme, y por lo demás estoy seguro que te irá bien. Tienes todo para triunfar, no lo dudes nunca bonita.
— Gracias, solo desearía que estuvieras aquí para... —me detengo, no puedo decir que me hace falta, que le amo, no, no puedo. Eso sería exponer mi alma y corazón a él, y no estoy segura si él aceptaría mis sentimientos—que me castigues por lo mala chica que he sido.
— Me encantaría estar ahí, ver esa piel tuya sonrojada, esos labios alrededor mío, oh por dios Aria, deseo follarte ahora mismo, escuchar tus gemidos y súplicas por más.
— Podemos hacerlo, por aquí, solo hablemos y digamos cosas indecentes... muy sucias que nos gustaría hacerle al otro.
— Eres una pequeña bruja...
— Y tú un monstruo que me tiene toda acalorada.
—Mereces un castigo, y lo tendrás en cuanto vuelvas, ¿o quieres que vaya y te secuestre?
— Me encantaría, pero creo que mi jefa se pondría como loca. –lo digo en un susurro mientras me quito poco a poco la ropa.
— ¿Qué llevas puesto? –lo escucho preguntar muy, muy interesado, mientras me acerco al armario de la habitación.
— Ya solo llevo encima de este cuerpecito que tanto extrañas mi ropa interior, esa de encaje blanco que...–lo escucho respirar agitado.
— Mmmm eres una chica mala, muy mala eh...
Hablamos por horas, diciendo y haciendo cosas sucias y pervertidas. Al final caí sudorosa y rendida en la cama luego de que su voz me hiciera venir como una condenada, dios ¿Cómo puede ser que con solo escuchar su voz diciendo guarradas me sienta así?
Antes de dormirme me pareció escucharle decir.
— Soy completamente tuyo mi amor... —aunque creo que fue solamente un sueño.
*****
~Al día siguiente~
Todavía es extraño ser conocida como la autora de libros de romance erótico más populares del último tiempo, claro, eso sabiendo que así como ahora estoy en la cima sé que luego aparecerá otro autor mejor y yo dejaré de ser la que lleva la corona. Por eso sus preguntas no me intimidan, sé muy que me estan probando, y entendiendo el porqué de mi anonimato. No hubieron fotos, fue una de las primeras reglas que les impuse a quienes me invitaron, y lo aceptaron con tal de conocer a la autora en persona.
También fue sorpresivo ver que esa persona que me pone tensa, es alguien importante en el mundo editorial. No cruzamos muchas palabras, solo algunos elogios de su parte y agradecimientos de parte mía. No puedo negar que su insistente mirada, y la intensidad de la misma me causo escalofríos, y no en el buen sentido.
En fin, el resto del día paso entre firmas y preguntas, reuniones con algunos medios y una seguidilla de miradas de parte de esa persona. Hasta que por fin terminó todo y pude ir a darme un largo baño.
Después de salir del baño solo con una bata de algodón, mi celular suena, es él, ay como lo extraño.
— Cariño no le... —el timbre suena de pronto.
— Vuelvo enseguida, es mi cena y tengo demasiada hambre...—no dejo que termine lo que sea que me va a decir, y aún con el celular en el oído voy directo a abrir la puerta ya que estoy esperando mi cena. Tengo demasiada hambre.
— Hola preciosa... —no es la cena, es esa persona, su mirada oscura y sonrisa descarada me recorren de pies a cabeza, para luego pasarme de largo. Llega y entra, voy a reclamarle pero solo siento un pinchazo en mi cuello antes de caer dormida. Escuchando de fondo su voz.
No le abras la puerta a...
...********...
¿Quién rayos es? Se pondrá oscuro esto, ¿Qué pasará? Bueno, ya lo sabrán.