Maya Watson, una chica de 17 años de secundaria hija de una buena familia, es inteligente, dulce, ingenua y muy hermosa, pero su belleza es oculta tras mucha ropa que la hacen parecer gorda y su aspecto es de la típica, ratón de laboratorio, esto hace que la pobre chica sea víctima de bullying por parte de sus compañeros.
Los grupos en esa secundaria se dividen en nerds, populares niños lindos, que habitualmente andan de punta en blanco y son aparentes niños perfectos y los populares chicos malos que son los traviesos, los mala conducta por así decirlo, pero igual de atractivos y hasta más, también están los solitarios aquellos que no pertenecen a ningún tipo de grupo peor que nerds los inadaptados y aquí es donde entra Maya solitaria solo estudia y no tiene amigas.
Ella será víctima de Tommy Becker quien se acercara a ella solo para pasar sus exámenes e intentará tomar su virginidad mientras la graba esto hará que Maya con la ayuda de un chico malo popular pase de oruga a mariposa.
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Sal de aquí Maya.
Maya.
El partido empezó y la verdad juegan muy bien, pero Tommy era algo agresivo o bueno a lo mejor el juego es así el equipo de nueva York habían hecho varias anotaciones al igual que el equipo de suiza todo estaba muy reñido Evans era increíble tenía un brazo muy fuerte hacía largos lanzamientos y de vez en cuando me buscaba con la mirada, pero yo no lo veía luego hablaría con el lo más probable es que esté con Tamara, ya que esta no para de decir su nombre y le dice amor eso me molesta, pero no pido seguir en lo mismo la desconfianza y las suposiciones, el partido transcurre y llega el primer tiempo y todos se van a sus respectivos lugares de descanso entonces aprovecho y voy hacia dónde está Evans y lo veo hablar con Tamara me acerco sin que me vean y escucho lo que hablan.
— Evans cundo vas a dejar de llorar por esa tipa, que no vez que ya está con otro.— Dice la bruja de Tamara.
— Tamara, déjame en paz, quieres hasta cuándo te diré que me dejes en paz.— Dice Evans con fastidio.
— Amor entiende, ella es la novia del capitán del otro equipo, ya averigüé y hasta los vi besándose cuando llegamos.— Dice Tamara y esa perra juro que me las va a pagar, la quiero dejar sin cabellos, pero no haré nada quiero ver la reacción de Evans.
— Eso solo me lo puede confirmar ella misma.— Dice molesto.
— Yo los vi mi amor es más hasta te puedo buscar a una chica que los conoces para que te cuente — dice Tamara.
— Tamara no me digas amor y no quiero escuchar a nadie, si tiene o no tiene algo con alguien me lo va a decir, ella no tú.— Dice aún más molesto y una chica se le acerca y es la ex de Jackson.
— Amor es ella, ella se llama Zoey escúchala.— Le dice Tamara a Evans. Y este voltea los ojos en señal de fastidio.
_ Hola chico soy Zoey la ex de Jackson me dijeron que conoces a Maya, ella es una mosquita muerta que se le metió por los ojos a mi novio Jackson y él me dejó por ella.— Dice Zoey y Evans la mira tranquilo y responde.
— Eso era todo, pues, si es así debo descansar para el partido.— Evans se dio la vuelta y se metió al vestidor de hombres.
Las brujas se fueron molestas y fui tras Evans, al entrar al vestidor hay varios chicos sin camisa, otros en toalla y otros en boxer, pero yo solo veía a Evans que estaba espalda, el impulso me gano y lo abracé por la espalda.
— Chico, problemas.— Dije mientras lo abrazaba con fuerza me costaría mucho demostrarle que lo que le dijeron era mentira.
— Maya sal ahora.— Dijo y mi corazón se arrugó, él había vuelto a desconfiar de mí, ahora si seguiría con mi vida, salí del vestidor, pero antes le di una mirada a Tommy que sonreía satisfecho, estaba solo en boxer.
Camine por el pasillo con mi cara bañada en lágrimas y entonces sentí sus brazos alrededor de mí, sentí su cuerpo pegado a mi espalda y ese aroma que tanto extrañé.
— Pequeña picasso, mi chiquita hermosa estás aquí.— voltee para verlo y molesta le pregunté.
— Acaso eres bipolar, me rechazaste allá adentro y ahora me abrazas adiós Evans.— Dije y traté de volver, pero mi brazo fue detenido por Evans.
— pequeña Picasso, yo no te rechacé, te saqué de ese lugar lleno de hombres desnudos, mi niña — Dijo y me besó y juro, que ese beso lo he estado deseando desde hace cuatro meses, sentí una sensación extraña recorrer mi cuerpo me estremecí en sus brazos.
Me separé de él y lo mire a los ojos, lo abrace y lo volví a besar, era mi chico problemas y estaba conmigo, recordé lo de hace rato con Tamara y Zoey y viéndolo a los ojos le dije.
— Escuché tu conversación de hace rato, así que haz la pregunta que me quieres hacer.— Dije y él me miró y me preguntó.
— Todavía me amas— Sonreí y asentí con mi cabeza.
— Solo eso preguntarás.— Dije riendo.
— No, hay otra pregunta que dependiendo tu respuesta, decidiré si dejarte ser feliz, o quedarme a tu lado.— Dijo y me tomo de las manos, me miraba fijamente muy serio, yo estaba segura de que me preguntaría por Jackson, mi chico y sus celos, entonces carraspeó y dijo.
— Y entonces, respóndeme.— sacudí mi cabeza y le dije apenada que repitiera su pregunta Estaba nervioso y repitió.
— Quieres ser mi novia otra vez mi niña hermosa.— Sonreí y lo abracé, luego lo besé, era un beso lleno de amor y de pasión al separarnos me miró y me dijo.
— No me importa lo que me digan, no volveré a dudar de ti pequeña, estos meses fueron una tortura y te amo mi amor y no quiero perder de nuevo.—
Me volvió a abrazar y juntamos de nuevo nuestros labios m, entonces salieron los del equipo de Evans y nos veían, Tommy nos miró molesto y me dijo.
— Maya estás hermosa y estuviste genial.— Solo lo miré y dije gracias.
— Amor, debo regresar al partido, te amo.— Dijo y me besó para luego irse con el equipo.
Yo estaba feliz, de verdad, muy feliz, mi amor estaba aquí conmigo y aún no le había dicho por qué me fui, pero luego hablaría con él.
Salí para ver el juego y veía como jugaba, Evans estaba feliz, jugaba como si danzara, saltaba y corría feliz, yo lo veía y no podía evitar sonreír, mi chico se veía radiante y de esa sonrisa la responsable era yo, el partido continuó, anotaba punto tras punto, iban reñidos, luego empataron, hasta que al final ganaron por una anotación de él, vi como lo alzaron sus compañeros y las porristas se acercaron a el, pero solo abrazo a su hermana y corrió hacia mí dejando a mis compañeros sorprendidos, me alzó y me besó.
— Felicidades, mi amor.— Dije para luego volverlo a besar.