La Bruja Y El Lobo

Todos han llegado a una ciudad la cual queda a dos días de la capital, ahí, Reynold le dice que el príncipe que ahí se quedan él y la santa, pues no piensan seguir cargando con ellos, menos cuando esa mujer esta asustada y solo sería un estorbo, al igual que él.

— no estamos para actuar como sus guardias personales, en este grupo, sirves de algo o te mueres.— le menciona.

— ¿sabes a quien insultas? Que no se te olvide que soy el príncipe de Num.— reclama Gael.

— ahora eres una simple carga. Ya saben que hacer, monten el campamento y usted y su novia, se quedan en la ciudad.— agrega Reynold.

Gael estaba furioso, por lo que apenas regrese a la capital, planea hacerle saber a su padre la clase de trato que le dieron por Reynold.

Por otro lado, Alessandro recibe un mensaje por medio de un ave, el mensaje le informa sobre la presencia del sumo sacerdote en la frontera del imperio y que están investigando, al parecer el templo esta en busca de una supuesta bruja que según causará la destrucción, la santa y el príncipe fueron enviados por el templo en su búsqueda y el sumo sacerdote parece querer iniciar su búsqueda también en el imperio.

—¿sucede algo alteza? Parecen malas noticias.— pregunta Lune.

— el templo insiste en entrar a nuestro territorio. Creo que la bruja no es una amenaza para el mundo, es una amenaza para ellos.— menciona Alessandro.

— lo es, quizás la bruja debería explotar cada templo existente en este mundo.— sonríe con malicia.

Alessandro sostiene la mano de Lune dejando un beso en el dorso de esta.


— me gusta su idea.— Alessandro le corresponde la sonrisa.

De un momento a otro, la mano de Alessandro es apartada y alguien tira de la muñeca de Lune para apartarla del albino.

—¿que crees que haces? Debería darte vergüenza ir por ahí seduciendo hombres...ahora entiendo porque el oráculo no quiso que me case contigo.— Gael aprieta con fuerza la mano de Lune.

Lune se queja, pero aunque Alessandro estaba por hacer algo, es Lune quien aparta su mano y le da un golpe en la cara a Gael que le hace caer.

— agradece que sigues vivo.— menciona Lune.

Dicho esto, prefiere retirarse después de decirle a Alessandro que hablarían después, no era el momento de hablar de sus planes. Gael se pone de pie y se para ante Alessandro.

— no te ilusiones, ella me ama a mí, esta molesta pero rogara por mi atención.— sonríe con burla.

Después de lo dicho, Gael se aleja de ese lugar. Alessandro solo deja salir un suspiro, sin duda ese hombre se cree el mejor hombre del mundo. Alessandro solo va hacía la fogata para quemar la carta y debe responderle a su madre.

— alteza ¿esta bien? He visto y escuchado lo que paso...— menciona Madison.

— parece que para eso tienes talento...— responde Alessandro.

— no es eso, es solo que creo que entre ellos aún hay amor, después de todo el príncipe solo esta conmigo por la profecía y lady Blanche solo busca consuelo.— agacha la mirada.

— ¿esta diciendo que solo me usa para darle celos al príncipe?—

— s-si...lamento tener que decirlo de esa manera, pero yo lo comprendo...— coloca su mano sobre el hombro de Alessandro.

Al momento de hacerlo, Madison siente una descarga de energía por todo su cuerpo y esta, la lanza lejos de Alessandro, ante el grito, los cazadores y Gael llegan al sitió y ven a Madison tirada en el suelo con el cuerpo aun chispeante. Gael corre hacía ella.

— lady Madison...¿que ha pasado? ¿Tú? ¿Que le has hecho?— le reclama a Alessandro.

— nada, ella coloco su mano sobre mi hombro, no me gusta que toquen sin permiso.—

— es usted un cobarde, lastimar a una señorita inocente.— le grita Gael.

— esa pequeña descarga no fue nada, se supone que es la santa y debe ser fuerte ¿no?— sonríe con burla.

Alessandro ya mejor se va de ahí, es insoportable seguir cerca de ese par.

Gael carga a Madison y se la lleva al pueblo, buscará una posada para poder dejarla descansar y curar sus heridas. Los demás no dicen nada, mientras que los guardianes heridos, solo siguen al príncipe. Al ver que se han ido, Reynold ordena que recojan todo rápidamente, avanzarán un poco más para estar lejos del pueblo y que el príncipe y compañía no les sigan.

Al anochecer cuando Gael regresa al área del campamento, ya no había nadie, lo cual le pone molesto al saber que se habían ido y en verdad los abandonaron en ese sitió, definitivamente enviará una queja al Duque Blanche por eso.

Madison despierta en la habitación y observa que no hay nadie, solo se asoma por la ventana, estaban en aquel pueblo y solo recuerda como la magia de Alessandro la hizo salir volando y sacudió todo su cuerpo.

— ha despertado...¿como esta su mano?— menciona Gael entrando con una bandeja.

Madison mira su mano, tenía un vendaje a causa de la quemadura, nunca imaginó que Alessandro fuese a dañarla y no comprendía el porqué, si con Lune es diferente y le permite estar cerca. Incluso se sorprende al saber que ellos se han ido, ella corre hacía la zona estaban poniendo el campamento y justo como Gael, comprobó que ni había nadie.

— regrese, no puede salir de la barrera.— Gael le toma la mano que vuelva.

Ahora deben encontrar una forma de volver a la capital, esperan poder conseguir un ave mensajera.

Han pasado cinco días desde que dejaron a Madison y compañía, tal como siempre, Lune y los cazadores se encargan de cazar las arpías de las zonas habitadas. Por otro lado, el sumo sacerdote por orden del gran sabio, ha movilizado un gran número de guardianes y caballeros del palacio que el rey presto, pues cuando Gael y Madison volvieron, le hicieron saber al rey sobre la profecía y en como deben buscar y matar a la bruja que causará caos en el mundo, el rey siendo fiel devoto al templo no dudo en ofrecer su ayuda y colocar a Gael al frente de la misión, como creen que es el imperio quien oculta a la bruja, han ido hasta la frontera, amenazando con entrar a la fuerza en busca de la bruja.

Un mensaje llego para Alessandro, informando la situación en la frontera sur del imperio.

— no puedo creer lo estúpidos que pueden ser.— menciona Lune.

Ella y Reynold recibieron esa misma información de parte del duque Blanche, quien es el único noble quien no envió gente con el príncipe para esa absurda cacería.

— al final, te Num, solo quedará de pie el territorio Blanche.— menciona Alessandro.

Él se prepara para partir a la frontera sur, mediara con el sumo sacerdote y si este no entiende, tendrá que liquidarlo.

—¿que haremos? ¿Tenemos órdenes de volver?— pregunta uno de los cazadores.

— no, pero el Duque ordeno que nos mantengamos lejos de la frontera sur. — menciona Reynold.

— por el momento es lo más acertado. Reynold, yo iré con su alteza, necesito estar al tanto de la situación.— menciona Lune.

— pero eso solo te pondría en peligro y estaría en medio del conflicto. Tú padre no estará de acuerdo.— le reclama Reynold.

— ya se, le prometí no meterme en problemas, pero presiento que el templo solo busca una excusa para pelear con el imperio.—

— ¿estás segura? Si es así es mejor no meterse.—

— no, en este caso es mejor ver todo en primera fila, saber cuan grave es la situación, mi madre no quiere unirse a este conflicto, debo asegurarme que el ducado no perezca cuando Num sea acabado.—

—¿tan segura estas de que el imperio ganara? Si son licantropos no garantiza su victoria.—

— ahí es donde te equivocas Reynold, ser licantropos no su única ventaja, la familia imperial de ese imperio, son guerreros excepcionales.—

— si, si, leí algo de ese país en la escuela, pero el templo no es débil, por algo han crecido durante estos años. Tenemos que ser cuidadosos.— Reynold en verdad le preocupa lo que pase, su familia esta en la capital.

— Reynold, regresen a la capital, todos ustedes deben estar ahí con sus familias en caso de cualquier incidente.—

Lune le entrega una carta a Reynold, diciendo que se lo entregue a su padre, Lune menciona que ahí le explica todo a su padre y que deben estar atentos al templo, no se puede confiar en ellos y menos en el rey por su devoción a dicho lugar.