Vidas Cruzadas

Bastian:

Lucrecia y yo nos habíamos pasado todo el dia juntos, era como volver a revivir una relación que ya estaba prácticamente rota, a pesar de ello estaba con ella, la miraba como se paseaba por todo el departamento.

- Bastian, sabes? Por que no vamos de vacaciones antes de la boda?

- Eso quieres?

- Claro, hace tiempo que no viajamos, además he notado que sigues muy enfocado en el trabajo y eso te esta estresando.

- Puede ser.

Mi móvil, sono en el momento que estábamos en la cama, ella tomo el móvil mirando la pantalla, rápido tomo la llamada.

- Hola Gerard, estas interrumpiedo nuestro momento romántico.

- Jajaja, claro te lo paso.

- Dime Gerard.

- Lamento tener que decirte que tuvimos un problema con Renata.

- Ahora que paso?

- Se alteró un poco, bueno mas bien bastante insultando y maldiciendo en todo momento a todos. La he confinado.

- Has lo que tengas que hacer. Me tomare unos dias de vacaciones con Lucrecia, se que todo se queda en buenas manos.

- Solo te vas, asi como así?

- Si. Lo necesito.

- El caso de Renata, que pasará.

- He decidido no tomar el caso. Si es culpable y las pruebas lo demuestran que cumpla su condena.

- Me estas hablando en serio?

- HE SIDO BASTANTE CLARO.

Terminé la llamada, no quería dar motivo a que Lucrecia empiece con sus preguntas y menos que Gerard cuestione mis decisiones.

- Que caso dejaras.?

- Uno que no tiene importancia.

- Se me hace raro que tires la toalla con uno de tus casos. No eres asi.

- He decidido no apelar el caso de Renata Nunier.

- En verdad. Por eso te amo.

Lucrecia salto en mi como una niña a la cual le dan una gran sorpresa, lo cierto que es que tengo que hacer las cosas que ahora son mas importantes como mi tiempo para Lucrecia. Ultimamente mis decisiones le han afectado demasiado y ella lo estaba resintiendo por completo.

No deseaba mas pensar en Renata y mucho menos que interfiera en mi relación con Lucrecia. Como dije, todas las pruebas apuntaban a ella y tiene que pagar su condena bien o mal solo es cuestión de que el tiempo pase.

- Donde quieres que nos vayamos de vacaciones?

- Que tal Hawaii.

- Quieres ir, pues vamos.

Lucrecia se levanto corriendo para ir en busca del portátil y de esa manera empezar a preparar todo para nuestras vacaciones. Regreso con el portátil en manos, sabia que ella se encargaría de todo.

- Veamos veamos, que tal este hotel para reservar.

- Decidelo.

Me levante de la cama para entrar al baño y darme una ducha. Abri el grifo dejando caer el agua tibia en sobre mi cuerpo.

No se que es lo que me pasa, pero necesito urgentemente alejarme por un tiempo de Renata y todo de lo que tenga que ver con ella.

Mientras le hacia el amor a Lucrecia, pensaba solo en Renata, en su aroma, en su hermosa mirada, lo que daría que fuera Renata la que estuviera conmigo en este momento y no Lucrecia.

Negue con la cabeza sabiendo que era tan imposible, no solo mi posición me lo impide, hay muchos factores por el cual no podría acercarme como hombre con ella, al igual la edad que ella tiene seria algo que no me puedo dar el lujo.

La puerta del baño se abrió rompiendo mis pensamientos, mire hacia la entrada mientras veía como Lucrecia dejaba caer la bata que tenia puesto mirando su exquisito cuerpo y su mirada de seducción, camino hacia mi quedando bajo de la regadera.

Era tan hermosa, que no pude contenerme para juntar nuestros labios mientras ella pasaba sus manos por todo mi cuerpo, sin poder pensar en nada mas la alsé enredando sus piernas en mi entre en ella, teniendo un placer inigualable, escucharla como disfrutaba me estaba volviendo loco por ella, siempre ha sido una mujer muy pasional sabe como satisfacer a un hombre, sus gemidos llenaban el baño pidiendo en pocas palabras de mi. Los dos logramos alcanzar nuestro frenesí al mismo tiempo.

- Te amo Bastian.

La miré fijamente pasando un poco de su cabello hacia atrás, la baje con cuidado, dejando un beso en su frente.

Tome una toalla para salir del baño, ella solo me seguía con la mirada, cerre la puerta del baño negando con la cabeza. Tome un gran respiro dirigiéndome al baño cuando escuche que ella salió apresurada, me tomo de la mano tirándome de nuevo en la cama.

- Que pasa?

- Quiero mas de ti.

Lucrecia se puso encima de mi, y de nuevo estábamos los dos juntos volviéndonos uno. El detalle es que ella estaba presente mientras mi mente estaba en otra parte.

Despues de unos momentos buenos, tome el móvil mirando la hora, sin querer nos habimos quedado dormidos mire la hora eran las 11:50 pm los juegos ya habrían terminado y quien haya sido tendría la cena especial que les dije que quería que fuera especial. Lo que pedían siempre se les daba los domingos para que pudieran entretenerse un poco mas.

Sonreí al leer las peticiones de las chicas, como siempre Elena, la terrible Elena trataba de ganar en cada juego para que se concediera lo que siempre pedia. “Una cena con Bastian a solas” negué con la cabeza al leerlo, estaba claro que el equipo ganador era el de Elena. Le escribí los mensajes indicando que consiguieran todo lo que las chicas habían pedido.

Me levanté para vestirme teníamos que salir a cenar y llevar a Lucrecia a su casa.

Ella se removia en la cama, no queriendo salir de allí.

- Vamos dormilona, hay que cenar.

- No, quedemos aquí.

- Tus padres deben estar preguntando donde se anda la princesa.

- Ellos saben que estoy contigo. Pidamos algo para aquí.

- Bueno, si eso quieres hagamoslo.

Pedi una cena completa para no tener la necesidad de salir por nada. Llevaba mucho tiempo que no hacíamos esto asi que por hoy podía complacerla.

Lucrecia se sentó en la cama, revisando el portátil dejando todo listo lo de las reservas y los vuelos para poder viajar.

- Bastian creo que te ha llegado un mail a tu correo.

Me acerque a la cama, tomando el portátil. Abri el mail.

Mail:

“Apreciado Bastian, se que en estos momentos estas a casi nada de casarte pero surgio un grave problema con mi hijo Elian. Lo acusan de haber apuñalado a su novia, el cual es imposible ya que él estaba en otro lugar en ese momento, además la chica perdió a su bebé ya que estaba embarazada de Elian, requiero de tu apoyo para que puedas tomar el caso. Solo en ti puedo confiar, su audiencia será el lunes. Nos encontramos en este momento hasta Nueva York, espero tener tu pronta respuesta. Pon el precio y sabes que te pagaré hasta el ultimo euro que pidas. Liliana Elions”

- Es un caso en Nueva York.

- De quien?

- De los Elions!

- Ahh si habia escuchado el caso, que perdió la novia el hijo que estaba esperando y que él la apuñalo para que perdiera a ese bebé.

- Vaya.

- Entonces vayamos a Nueva York.

- Mientras veo el caso tu puedes ver todo lo de la boda.

- Si allí hay cosas estupendas.

Decidi por tomar el caso, seria algo que de nuevo necesitaba, entre el despacho el reformatorio y mis demás negocios un caso como este era necesario.

Renata:

Abri mis ojos rápidamente al escuchar que la puerta se abria, mire al oficial que me habia traído a este lugar, una de las chicas entro con un carrito de comida, era demasiado pero se veía que si era muy rica la comida, rápido me baje de la cama acercándome hacia el carrito, habia de todo un poco, una buena pasta, un gran corte de carne, habían postres de todo tipo, hasta una botella de vino, en mi vida lo habia probado pero al menos hoy lo probaría.

La chica empezó a dejar todo en la mesa, cuando se retiro.

Oficial: Regresa en dos horas.

La chica asintió saliendo del lugar solo el oficial se quedo dentro conmigo, me sentia muy emocionada. Sin pensarlo dos veces me sente feliz de que al final probaría comida.

- Es mucho para mi. Quieres?

El oficial negó con la cabeza, sonriendo, solo me miraba con esos ojos claros que con la luz se le iluminaban.

Oficial: Bueno, un postre.

Se sentó frente a mi, el escogió uno de los postres, lo puso en uno de los platos y me sirvió un poco de vino.

- Como te llamas?

- Alexander.

- Solo Alexander?

- Alexander Fritz.

- Eres?

- Oficial. Estudie en el ejercito para tomar mis pasadías en la Guardia nacional y tengo una licenciatura en Artes de Defensa.

- Vaya! Cualquiera con esos estudios estaría de comandante.

- Algo asi. Pero no me gusta tener los puestos por favores o por familiares.

- Suena bien.

- Tus amigas del equipo preguntaban por ti en la cena.

- Si, lo creo, ganamos, al menos ellas disfrutaran de su cena y de sus premios.

- Tu también, no has pedido lo que quieres. Pero no pidas ver a tu madre que eso no se podrá.

- Lo sé. El tarado de Gerard me lo hizo ver.

No se les olvide dar me gustaby seguirnos para mas capítulos.

Renata

Bastian

Gerard

Alexander