Una Bella Chica (Eres Perfecta)

Los rayos de sol entraban por la ventana dándole de lleno a los dos cuerpos que se encontraban en la cama, desnudos, sin nada que los cubriera, Bella le daba la espalda a Robert, su cabeza posaba en el brazo de este mientras el rodeaba la cintura de ella con el otro brazo, el calor de los rayos del sol hizo que él no fuera el primero en abrir los ojos, sonrió al sentir el aroma de bella, su cabellera rojiza le daba en el rostro, olía a Jasmin, le encantaba su aroma, levanto un poco la cabeza y miro sus cuerpos, todo lo sucedido la noche anterior paso por su mente y sonrió, Ahora ella era suya, su mujer y su corazón se hinchaba de orgullo y felicidad por ello, su hombría reaccionó a los recuerdos y mordió su labio, entonces su mano viajo de la cintura de esta hacia su feminidad y comenzó a tocarla, aquello causó que ella abriera lo ojos y al darse cuenta de lo que pasaba gimió de placer

- Buenos días. - susurro él en su oído, ella no pudo responder. - ¿Cómo amaneciste? - volvió a cuestionar sin dejar de acariciarla. - Yo amanecí de maravilla, feliz con una diosa a mi lado. - siguió hablando.

Bella no lograba formar una palabra y dejo de intentarlo, solo cerro los ojos y se dejó hacer hasta que el climax la golpeó fuerte, Roberth sonrió satisfecho, se movió y colocó encima de ella, espero a que está se recuperará, cuando Bella volvió de la bruma del orgasmo lo miro apenada, pero feliz.

- Buenos días, - dijo y rodeo el cuello de este con Susi brazos. - Yo también amanecí genial, al lado de un sexy y travieso dios griego. - respondió las pregunta antes echa. - Y después de ese despertar, aún mejor me siento.

Robert dió junto sus labios en un beso fugaz. - Bien, desde ahora en adelante ese será tu despertador, ¿ Que te parece? - cuestionó y ella no pudo evitar reírse.

- Ese es tu problema, aya tu si me conviertes en una consentida. Después no te andes quejando. - comento.

- Eso no pasará. - dijo y la beso pero esta vez el beso fue más largo y apasionado. - Te tengo una propuesta. - dijo al terminar el beso.

- Te escucho.

- Pidamos el desayuno a la habitación, luego nos metemos a ese delioso yacuzzi y gozamos de un largo y placentero baño, después pedimos el almuerzo a la habitación y nos quedamos en la cama, disfrutando de un magnífico y salir de esta habitación en la noche,cuando tengamos que ir a el aeropuerto.

Bella sonrió. - ¿Entonces, tu plan es estar todo el día encerrado en esta habitación haciendo el amor? - cuestino bella sonríedo.

- Sí. - respondió el sin dudarlo, ella guardo silencio durante unos segundos y luego asíntio.

- Bien. - dijo este feliz porque ella acepto, besos los labios de ella y se levantó, se sentí en la cama y tomo el intercomunicador para pedir el desayuno.

Bella aprovecho ese momento para ir al baño.

Casi una hora después ambos se encontraban en el yacuzzi. besandose, ella está. sobre él, mientras que este acariciaba su cuerpo, separaron sus labios para llevar oxígeno a sus pulmones y el acaricio su mejilla. - Bella. - susurro. - Te amo. - dijo, Bella sintió que su corazón dió un vuelco, la sorpresiva confesión de Robert la dejo sin palabras, mierda quería decirle que también lo amaba, pero un nido se formó en su graganta, no podía articular palabra, el entendió que ella no estaba preparada para oír aquello así que no espero respuesta, solo la beso, se encargó de que ella se relajara, acaricio su cuerpo su feminidad y luego unio sus cuerpos hasta que ambos explotaron en un fuerte orgasmo.

Bella descansaba en el hombro de Robert, tratando de normalizar su respiración, sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y un quejido salió de su labios, él se percató de esto e intento ver el rostro de ella, pero Bella se aferró a su cuello y no lo dejo.

- Bella, no tienes porque sentirte mal, yo... ,- se detuvo un momento pensando en que decir. - talvez no debí decirte aquello, entiendo si todavía no estás lista, no te asustes.

Bella sonrió al escucharlo, él era tan lindo, tan tierno, cualquiera que viera su físico creyera que era un hombre brusco y tosco, pero bien dice el dicho, no juzgues a un libro por su portada.

- No te preocupes no estoy llorando de tristeza, más bien creo que es de felicidad. - dijo y soltó su cuello, luego lo miro a los ojos. - Lloro de emoción, de felicidad, de agradecimiento, porque la vida o Dios te puso en mi camino, eres un hombre maravilloso, no pude decirlo ahorita porque no lo esperaba, como siempre mis inseguridades me dominaron y al escucharte decir aquello me pregunté ¿ Si podía ser posible? - él se mantuvo en silencio, ella sonrió. - Y ahora entiendo Qué es verdad, que me amas y que yo también te amo. ¡TE AMO! - exclamó. El la apretó en sus brazos.

- No vuelva a asustarme de esa forma. - dijo y sonrió.

- Lo prometo.

Volvieron a hacer el amor en aquel lugar y después de todo tenían un plan ya formulado, uno que siguieron a la perfección.

...........

El fin de semana término, era lunes por la mañana, Ariana estacionó su auto en el parqueadero de la agencia, se miro en el espejo revisando su maquillaje, luego sintió vibrar su teléfono y lo tomo esperanzada, frunció el ceño al ver que era su madre quien le escribía, desbloqueo el teléfono y le envío una respuesta, luego volvió a bloquearlo, guardo el celular en su bolso y se dispuso a salir del auto, cuando iba saliendo vio un Audi plateado detenerse en la acera, sonrió al saber de quién se trataba, espero unos minutos y vio como Roberth salía del auto para luego rodearlo y abrir la puerta del pasajero, sonrió aún más al ver a su amiga tomar la mano que Roberth le ofrecía y salir del auto, espero varios segundos más, ellos se dijeron algunas palabras inaudible para ella y luego se dieron un beso, ver esa escena la hacía muy feliz por su amiga, pero también le causaba una punzada en el corazón. terminaron aquel beso y Bella miro hacia su dirección, movió su mano en forma de saludo, Roberth hizo lo mismo, los tortolos se dieron un beso fugaz y entonces se despidieron por última vez, Bella camino sonriente hacia su amiga.

- Hola. - dijo al llegar a su lado, Ariana la miro emocionada.

- Tienes la sonrisa de una mujer que se la paso teniendo sexo todo un fin de semana. - comento la rubia, Bella sintió su mejillas arder por ese comentario pero no replicó. - ¡Oh por Dios tengo razón! - exclamó y engancho su brazo en el de Bella y la jalo hacia la entrada de la agencia.- Me tienes que contar todo, con lujo de detalles. - dijo emocionada.

- Tenemos que trabajar. - comento Bella.

- Cierto.. bueno, te ordeno que si quedaste con el para almorzar canceles esa cita, ya él te tuvo todo el fin de semana, ahora es mi turno. - dijo y Bella no pudo evitar reír a viva voz, su amiga era un caso. La miro y se percató de que a pesar de que sonreía, había algo en su mirada, un toque de tristeza, ¿ Será que se lo estaba imaginando?

A media mañana salió de su oficina a la cafetería para tomar un café, se sorprendió al encontrar a Ariana mirando por la ventana, distraída, se acercó sin hacer ruido, la rubia aún no se percataba de su presencia.

- Ariana. - la llamo y la chica salió de su pensamientos y sonrió.

- Sí, ¿Qué decías? - cuestino despistada.

- Nada, solo te llamé, estabas distraída, ¿Pasa algo malo? - cuestino.

- No, nada, ¿Qué va a pasar? - dijo la rubia y luego bebió de sus taza, le sonrió a Bella,, pero la sonrisa no llego a su ojos y nuevamente Bella vio la tristeza en ellos.

- Voy a mi oficina, tengo trabajo atrasado. - comento la rubia, lavo su tasa y la dejo en el escurridor, luego salió del lugar.

Bella se mantuvo en su lugar preguntándose, ¿ qué le pasaba a su amiga?