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Guardian Deluxe

Guardian Deluxe

Status: En proceso
Genre:Romance / Aventura / Intrigante / Madre por contrato / Venganza de la protagonista / Supersistema
Popularitas:261
Nilai: 5
nombre de autor: John Ander Giraldo

En un mundo dominado por entidades poderosas, los humanos se han refugiado en colonias protegidas por los Guardianes Deluxe, seres dedicados a defender el imperio y luchar contra la vil tiranía. En una colonia particular, la princesa Meily busca expandir su reinado y mejorar sus tierras, luchando personalmente en el campo de batalla. Su ansiedad se disipa momentáneamente cuando un día encuentra a dos Guardianes Deluxe que cambiarán su vida para siempre.

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— ¡Aka, oye, Aka! No olvides terminar tu tarea — la voz de Vanessa resonaba en la conciencia de Aka.

— ¿Qué es toda esa sangre en tu mano? ¿Te lastimaste de nuevo? — Aka no veía nada, pero por alguna razón escuchaba a Vanessa. ¿Era una ilusión o un recuerdo tenue? Sin más, se despertó al sentir que alguien le ponía una mano fría en el rostro. Abrió los ojos con fuerza y vio cómo una Basandere estaba a punto de desenmascararlo. Aka tomó su delgada mano y la apartó con fuerza, provocando que la Basandere se asustara y se quedara en el rincón.

— ¿Dónde estoy? — preguntó Aka, justo cuando recibió un golpe en el rostro que lo hizo caer de la camilla.

— ¡Ah, idiota, casi me matas del susto! — exclamó Kate. Aka se llevó la mano a la mejilla por el dolor del golpe y exclamó de dolor.

— Oye, Isaac, ¿quién te hizo esas heridas? Parece que viste un fantasma — dijo el Paladín camuflado, cuyo nombre era Scott. Aka permaneció en silencio y se dio cuenta de que estaba rodeado por los Paladines y dentro de su guarida. Los nervios lo carcomieron de pies a cabeza. No sabía qué decir ni si era necesario que dijera algo; una sola palabra equivocada podría acabar con todo.

— Aka, tranquilo, no te alteres. Actúa con naturalidad, pero no actúes como tú, ¿de acuerdo? Primero menciona tu estado y di que hiciste enfadar a un Voru humanoide — le dijo Shadow, tratando de calmarlo. Aka se levantó temerosamente y trató de hablar.

— Vaya, esa herida se ve fatal — exclamó Kate señalando.

— ¿Pasa algo, Isaac? — preguntó Kate, notando que su compañero parecía no actuar de manera normal.

— Sí, p-por supuesto, estoy nervioso, eso es todo — respondió Aka.

— ¿Por qué estás nervioso, Isaac? Dime qué ocurrió allá arriba ahora mismo — exigió Thiago, el Paladín de arco.

— Ah... yo estaba arriba y, umm... — Aka miró disimuladamente a Shadow.

— ¿Un Voru humanoide te dejó así? Agh, ellos son feroces y potencialmente hostiles, como vimos — respondió Shadow.

— Sí, eso — dijo Aka en voz alta.

— Mmm, ¿eso qué? — preguntó Scott, extrañado.

— ¡Ah! Lo siento, quise decir que un Voru humanoide me dio una paliza y pude escapar y llegar hasta aquí. Luego, unos monstruos raros me trajeron hasta aquí — exclamó Aka.

— Vaya, que eres un idiota, Isaac. ¿Cuántas veces te he dicho que no molestes a los humanoides? Ya tienen suficiente con estar atormentados psicológicamente como para hacerlos enfadar — exclamó Thiago, mientras se ponía la mano en la frente.

— Bueno, ¿te sientes mejor, Isaac? — preguntó Kate.

— ¿Soy yo? — murmuró Aka hacia Shadow.

— Sí, ahora no actúes tan asocial o sospecharán de ti — respondió Shadow. — Esa paliza te dejó medio tonto, por lo que veo — exclamó Scott. — ¿Por qué usas ese pañuelo en la cara? No me digas que crees que te ves genial.

— Es que me han destrozado parte de mi boca y me da pena mostrarlo. Además, ¡me veo genial! — exclamó Aka.

— Como sea, luego con una babosa curativa te curas. Ahora vamos, Isaac — le ordenó Scott.

— Sí, emm... ¿a dónde? Lo siento, aún ando algo atontado — dijo Aka.

— Pues a notificarle a Ronan que ya capturamos a la princesa — exclamó Scott. — Debemos estar todos para eso, y solo faltabas tú — mencionó Kate mientras se dirigían hacia un ascensor y bajaban al tercer nivel.

— Meily, ¿dónde está la princesa? — preguntó Aka.

— ¡Aka, no! — exclamó Shadow.

— ¿Cómo sabes que se llama Meily? — preguntó Kate.

— Escuché que la nombraron así cuando luchaba contra los Guardian Deluxe de ella — exclamó Aka nervioso, esperando que le creyeran.

— Mmm, interesante. Qué nombre tan raro para una princesa — exclamó Kate.

— Lo raro en realidad es que hayas tardado tanto en darle otra flecha a la princesa — exclamó Scott.

— La Guardian Deluxe de pelo corto no paraba de amenazarme con un ataque cada vez que me localizaba. Me costó seguirle el ritmo un poco — exclamó Thiago, molesto.

— ¿Se refiere a Ane? — pensó Aka.

— Además, ¿qué hacías tú? El Guardián Deluxe de la guadaña asesinó a Charly por tu culpa — exclamó Thiago. Mientras los Paladines discutían, no se dieron cuenta de que Aka se encontraba algo alejado de ellos, distraído con su entorno. Aunque el lugar era mayormente oscuro por ser una guarida subterránea, la iluminación artificial mostraba las áreas, caminos, túneles y civilización, como si fuera una madriguera de conejos. Los seres vivos que se encontraban allí eran distintos a los que conocía; no eran humanos, Guardian Deluxe ni Vorus, aunque sí había varios Vorus no hostiles. Las demás razas convivían allí a pesar de sus diferencias físicas.

— Qué increíble... — pensaba Aka mientras observaba todo.

— Oigan, ya paren, chicos — les mencionó Kate, algo irritada por el asunto.

— Estaba a punto de acabar con él, pero el Guardián que luchaba con Kate hizo un ataque en conjunto con él. Todo pasó muy rápido. No entiendo algo, pensé que Kate se había hecho cargo de él. De hecho, ¿por qué parecías estar jugando con ese tipo, Kate? — exclamó Thiago.

— No inventes, ¿yo jugar con él? Ese Aka solo era muy hostigoso, eso es todo — mencionó Kate, indignada ante tal asunto. El elevador llegó al piso 4, y los chicos se dirigieron hacia la sala de comunicaciones mientras discutían.

— Oh, pero qué lindo, hasta te acuerdas de su nombre. ¿No es eso tierno? — exclamó Scott, provocando que Aka se sonrojara.

— Como sea, guarden silencio. Es hora de comunicarnos con Ronan — exclamó Kate. En el área había una mesa redonda, un estudio enorme conectado a varios monitores. Aka estaba perplejo ante tal tecnología. Desconocía el funcionamiento de todo, pero sabía que no debía tocar nada o podría estropearlo.

— Ejem... Isaac, enciéndelo — exclamó Thiago.

— Ah, sí, voy... — pensó nerviosamente qué botón presionar hasta que vio uno rojo con un triángulo como símbolo, por lo que lo oprime. Esto hizo sonar una alarma y el cuarto se inundó en una luz roja, alarmando a todos.

— Ash, es la última vez que te pongo a vigilar, Isaac — exclamó Kate mientras se acercaba para desactivar la alarma y encender el comunicador enorme.

El monitor se activó y mostró a la calamidad conocida como Ronan. Todos hicieron una reverencia, excepto Aka, quien se encontraba asustado.

— ¡Es él! — exclamó Shadow, ocultándose detrás de Aka.

— Oye, creí que no te podían ver — preguntó Aka, confundido.

— Esos ojos pueden ver lo que sea y a quien sea... ten mucho cuidado o ambos moriremos — le mencionó Shadow a Aka, quien solo pudo quedarse estático ante su presencia.

— Mis paladines, ¿cómo les fue en su misión de rastreo con la princesa? — exclamó Ronan.

— Mi señor Ronan, hemos tenido éxito en el rastreo de la princesa y localizamos su capital. También logramos secuestrarla — exclamó Scott.

— Eso son grandes noticias. En unas horas iré a por ella. No obstante, se comunicaron muy tarde y eso es algo serio. La paciencia es algo que, como sabrán, no tenemos y ahora no estoy de buen humor — exclamó Ronan.

— Pero no fué del todo nuestra culpa. Kate se demoró en avisarnos de la localización de la princesa y se estuvo entreteniendo con un Guardián Deluxe ordinario — exclamó Scott.

— Es verdad. Si no hubiera fallado en mi primer tiro hacia ella, estaríamos en problemas. La segunda vez que logré atinarle a la princesa fue porque Isaac los distrajo lo suficiente — exclamó Thiago.

— Kate, ¿me quieres explicar por qué pusiste en riesgo la misión principal? — preguntó Ronan.

— Discúlpeme, no pude deshacerme del Guardián Deluxe de encima y... — sus palabras fueron interrumpidas por Thiago.

— Ella es muy torpe. Parecía estar divirtiéndose con ese Guardián Deluxe sin siquiera haber completado la misión.

— Pero yo... — trató de explicarse Kate, pero Scott la interrumpió.

—Su plan de rastreo era patético; podríamos haber ido directamente a buscar a la princesa si íbamos a atraer la atención de esa manera —dijo Scott con desdén. Aka observaba con incomodidad y, en un momento, desvió la mirada hacia Kate, quien se mantenía cabizbaja ante las críticas.

—¿Realmente eres tan descuidada, Kate, o es que tus compañeros están equivocados? —preguntó Ronan.

—Perdimos a Charly... —murmuró Kate con desánimo, algo que Aka notó de inmediato.

—Ah, Charly. Era temperamental y algo imprudente con su veneno, pero era una paladina valiosa. Es una pena su fallecimiento, pero su sacrificio no fue en vano; lograron algo significativo, eso es lo importante. Aun así, no has respondido a mi pregunta —dijo Ronan, dejando a Aka sorprendido. Recordó la batalla que había tenido con él y cómo un compañero suyo había muerto, pero nadie había dicho nada al respecto, tal vez por descuido o porque parecía no ser importante.

—Ella solo estaba haciendo lo que podía. Realmente hizo bien en distraer al líder de los Guardian Deluxe de Fénix —exclamó Aka en voz alta.

—¡Mierda, lo dije en voz alta! —pensó Aka nervioso. Notó que todos lo observaban fijamente, y también vio que Kate lo veía con un poco de vanidad. De pronto se escucha una voz al lado de Ronan a través de la pantalla.

—Oye, Ronan, estoy harto de estar aquí. Iré yo mismo a tu guarida a por ella. Eres muy descuidado —exclamó Zack.

—Aaaah eres un chapucero, ¿sabes? —le respondió Ronan molesto.

—Tuviste tu oportunidad directamente con ese escuadrón y perdiste —replicó Zack.

—Vamos chicos, no peleen, para que no haya peleas iré yo —dijo Eli—. Estoy cansada de ver esas caras repugnantes.

—Con mucho gusto pelearé con ambos con tal de ir —dijo Zack. Todo esto provocó cierta incomodidad en los paladines, sin embargo, Kate notó que su compañero Isaac parecía extraño. Estaba pálido, débil, y parecía estar luchando por mantenerse en pie, por lo que le preguntó si se sentía bien.

—Sí... yo estoy b-bien —trató de responder Aka. La presión de estar rodeado de paladines y calamidades lo estaba afectando. Aunque las calamidades estaban solo a través de un monitor, la presión oscura que emanaban era demasiado para soportar. Ronan notó la reacción de Aka.

—Isaac, ¿cierto? Pareces no sentirte muy bien —dijo Ronan, provocando que Aka se arrodillara al no poder más con la presión. Kate, Scott y Thiago observaron el comportamiento de Aka con atención.

—Isaac, dime... —resonó gravemente la voz de Ronan mientras lo observaba con sus ojos descubiertos—. ¿Por qué estás usando un pañuelo? —Antes de que pudiera seguir hablando, Kate intervino para socorrer a Aka.

—Él está muy herido luego de proteger la guarida de unos vorus hostiles, señor —exclamó Kate.

—Mmm, es extraño que te hayan atacado y dejado en ese estado. Debieron haberte atacado por sorpresa —comentó Ronan.

—Sí... fue un accidente —respondió Aka adolorido. Ronan examinaba meticulosamente a Isaac y notó algo raro en él.

—Puede que sea solo un error mío, pero no actúas como de costumbre, Isaac —exclamó Ronan.

—Pff... eso es lo de menos ahora. ¿Qué hacemos si la princesa intenta suicidarse para evitar cooperar con nosotros? —preguntó Scott con aburrimiento.

—Si tomaron todas las precauciones, entonces no es posible que eso ocurra. Además, Zack irá a por ella. Ya se escabulló sin que nos diéramos cuenta, en dirección hacia ustedes —mencionó Ronan, señalando la ausencia de Zack quedando solamente Eli amarrada con una soga en el asiento—. Que a Isaac lo atienda alguien y ustedes pueden descansar. Kate, escucha. Planeaba reprenderte por causar indirectamente la muerte de tu compañera, pero viendo que un compañero tuyo se atrevió a defenderte de mí, intuyo que hiciste un trabajo digno de admirar a pesar de ese fallo. Lo dejaré pasar esta vez. —Kate solo podía escuchar sorprendida y asintió con la cabeza en agradecimiento por la clemencia recibida.

—Ash... como sea —murmuró Scott. Thiago entrecerró los ojos viendo a Isaac. En ese momento, Ronan cortó la comunicación, y Aka dejó escapar un gran suspiro al haberse liberado de esa tortura. Kate lo ayudó a levantarse, posicionando su brazo sobre ella para llevarlo.

—No vayan a herir de gravedad a la princesa, ¿de acuerdo? Ella necesita descansar, y yo me llevaré a Isaac personalmente para curarlo, así que no me molesten —exclamó Kate mientras se dirigía a la salida con Isaac a su lado.

—Puede que Isaac te haya defendido, pero sé que eres una pésima líder —dijo Scott, a lo que Kate respondió sacando la lengua en tono de burla, provocando la rabia de Scott, quien se fue de la habitación dejando solo a Thiago.

Thiago volvió a iniciar el comunicador para contactarse con Ronan, quien le respondió sorprendido.

—¿Qué ocurre, Thiago? —preguntó Ronan.

—Sé que a usted también le genera dudas Isaac, mi señor Ronan —exclamó Thiago.

—Mmm, puede ser. A decir verdad, no suele ser tan así de vulnerable —mencionó Ronan.

—Posee un pañuelo extraño que oculta parte de su rostro, estaré escuchando por el comunicador de Kate a ver si logro pillar algo, no creerá que de pronto isaac tenga una enfermedad oh..—mencionó Thiago, pero Ronan lo interrumpió.

—Oh, sí, de pronto no es Isaac. Gran idea, Thiago. Asegúrate de ser discreto. Si resulta ser un infiltrado, no dudes en ejecutarlo al instante, pero solo si es así —ordenó Ronan.

—Sí, mi señor. Tan pronto como obtenga el resultado, se lo comunicaré.

—Por favor, sé precavido —respondió Ronan mientras finalizaba la sesión. La conversación fue escuchada por Scott, quien se sorprendió al enterarse de que Isaac podría no ser quien decía ser. Decidió que debía atraparlo, así que se dispuso a buscar la ubicación de Kate e Isaac.

En la capital de Fénix, Yeico decidió comunicarse con Toffie, aunque era arriesgado ya que solo los príncipes o monarcas podían hacerlo. Meily no estaba disponible, y en el estado en el que se encontraba la monarca Iris, decidieron no informarle para no preocupara.

—Yo lo haré —exclamó Yeico—. Soy su hermano, así que es mi deber comunicarme con él.

—Muy bien, estaremos aquí contigo —le dijo Markel. El profesor Doulas mostró un comunicador de diseño especial y lo encendió, comenzando a vibrar hasta que finalmente Toffie respondió.

—Mis señores de la capital Fénix, espero me disculpen. Me encuentro en una misión por la cordillera nevada cerca de la capital de Cobra. Espero que no sea una alerta roja, si es posible —dijo Toffie, mientras eliminaba varios vorus arácnidos en su nido, una cueva con bastante telaraña, para solucionar el problema de reproducción permanentemente.

—Señor Toffie, soy Yeico, hermano de la princesa Meily, y era para... —pero fue interrumpido abruptamente por Toffie.

—Únicamente tienen permitido los monarcas y príncipes contactarme. Esto es un insulto grave, Yeico —exclamó Toffie mientras continuaba su lucha contra las arañas.

—Lo sé, y espero me disculpe. Aceptaré cualquier castigo, pero por favor, le pido que me escuche —dijo Yeico con humildad—. Secuestraron a la monarca sustituta Meily momentos antes de que la barrera se activara, y el único Guardian Deluxe que logró salir antes de que se cerrara fue Aka.

—¿Cómo? ¿Y los demás Guardian Deluxe de la capital Fénix no hicieron nada? ¿Por qué no me avisaron antes si se puede saber? —preguntó Toffie, enojado.

—Discúlpenos, pero confiábamos en que Aka la rescataría. Él se encuentra infiltrado en la guarida de ellos. No lo hemos contactado porque podríamos revelar su posición, pero por seguridad decidimos mencionárselo a usted para ver si estaba cerca —explicó Yeico. Toffie se enfrentó a un voru arácnido mucho más grande que el resto, con una altura aproximada de cinco metros. Con su katana desenvainada, cortó y esquivó sus extremidades hasta posicionarse sobre ella y clavarla en su cabeza, dándole fin a su vida.

—Hay una posibilidad escasa de que siga con vida. Si la secuestraron y Aka se encuentra en su guarida, significa que están esperando a que una calamidad llegue y se la lleve a su territorio. Si eso llega a pasar, definitivamente ya no tendrá salvación —explicó Toffie con seriedad, detallando la crítica situación en la que se encontraban.

—¿Entonces nos va a ayudar? —preguntó Daniela directamente, mientras Toffie analizaba la situación.

—No podré por ahora. Aún debo localizar varios nidos de vorus arácnidos que habitan cerca de la capital Cobra. Si se les da rienda suelta, podrían atacar la capital en conjunto, lo que sería una catástrofe. No podré ir de inmediato, pero les pido que me den las coordenadas de la ubicación final de Aka —exclamó Toffie mientras limpiaba su katana y la guardaba. Con tristeza en sus ojos, le dieron las coordenadas a Toffie y se despidieron, esperando que pudiera salvar a Meily.

—19°25'42'' N y 99°7'66'' —confirmó Toffie. —Muy bien, lo tengo. Ustedes solo pueden rezar por su compañero para que aún siga vivo. A decir verdad, su vida está en mayor peligro que la de la princesa en estos momentos. Un paso en falso y todo acabará. Me despido.

Pero sus palabras finales fueron interrumpidas por Markel.

—Gracias, Toffie. De verdad, muchas gracias —dijo Markel, reflejando angustia y preocupación. Toffie se dio cuenta de quién era Markel y recordó que él y Aka habían sobrevivido a Ronan. Tomó un fuerte respiro y lo dejó escapar suavemente.

—Estoy seguro de que él hará todo lo posible para salir de allí. Confío en su potencial —dijo Toffie, terminando la llamada y dejando un silencio incómodo en la sala. La mirada de los demás era esperanzadora; esas palabras breves, aunque simples, lograron infundir algo de esperanza en casi todos, excepto en Markel, que permanecía cabizbajo.

Volviendo a la madriguera de los Paladines, Kate llevaba a Isaac a la cocina, donde finalmente lo sentó en una silla, al no haber otro sitio disponible. La cocina estaba llena de minotauros que rondaban por allí, pero Kate los hizo salir. Luego le pidió a Isaac que esperara mientras iba a buscar algo para sanar su brazo herido. Aka asintió y esperó su regreso.

—Eres interesante, chico. Cuando vas a echarlo a perder, logras tocar el corazón de algunos y de alguna forma consigues que se unan a ti. ¿Qué eres tú? —preguntó Shadow a Aka. Sin embargo, Aka no estaba prestando atención; el dolor en su brazo era demasiado. Shadow sintió una leve culpa por ello, pero antes de poder decir algo, escuchó a Kate regresando. Aka sostenía su brazo derecho con mucho dolor, ya que la sangre seguía salpicando debido a la jabalina de luz que Shadow había forzado varias veces. De no ser por una camisa rasgada atada en su brazo, la sangre habría salido en su totalidad, posiblemente llevándolo a la muerte por desangrado.

—Ese brazo está aguantando más de lo necesario, ¿sabes? —le preguntó Kate a Isaac.

—Ah, sí... es demasiado doloroso. Creo que perderé el brazo —respondió Aka, mientras Kate sacaba una jeringa de su bolsillo y planeaba inyectarla en su brazo derecho. Aka se asustó y trató de evitarlo, pero Kate sostuvo cuidadosamente su brazo y lo miró a los ojos.

—Esto no te dolerá, te va a sanar, ¿vale? —le preguntó Kate con un tono dulce. Aka se conmovió ante su tierna mirada y solo pudo murmurar.

—Oh...

Kate le inyectó la jeringa, lo que hizo que Aka saltara ligeramente por la punzada. Una vez que sacó la jeringa, Aka preguntó qué contenía.

—Es una reacción que afecta tanto los tejidos musculares de tu brazo como los vasos sanguíneos. Hará que se endurezcan, deteniendo el sangrado y salvando tu brazo por una hora, a partir de ese tiempo ya deberías tener el brazo recuperado—explicó Kate.

—Oh, sí, siento que mi brazo está más duro, parece roca —dijo Aka sorprendido.

—Claro, tus músculos están muy tensos —exclamó Kate con una risa ligera.

—¿Cómo puedo agradecerte? —preguntó Aka.

—Oye, Aka, recuerda la misión —mencionó Shadow.

—Ah, cierto —murmuró Aka. Mientras tanto, Kate pensaba en la propuesta de agradecimiento de Isaac.

—De hecho, no, soy yo quien estoy agradecida contigo. Me defendiste como nadie más lo ha hecho. Realmente supiste valorar mi esfuerzo y, bueno, no te confundas, solo quiero agradecerte por ese lindo gesto, ¿ya ves que agradable eres cuando no estás todo el tiempo encima mío? —exclamó Kate, algo apenada.

—A decir verdad, no valoraban bien todo lo que planeaste. Digo, tú hiciste todo: infiltrarte, raptar a la princesa, distraerme... quiero decir, distraer a ese Guardian Deluxe. Fue asombroso —mencionó Aka.

—Sí, soy una líder fabulosa, ¿verdad? —preguntó Kate regocijándose.

—Jajaja, sí, aunque para serte sincero, sí te noté algo emocionada luchando contra ese Guardian Deluxe. ¿Que pasó? —preguntó con curiosidad Aka. Kate tomó un momento para responder a la pregunta meticulosa.

—Si prometes no contarle a nadie te lo diré, ¿de acuerdo?—respondió Kate. Aka asintió con la cabeza.

—Yo me sentí... Feliz. Sé lo que sientes por mí, Isaac, pero ese sentimiento de unión con ese Guardian Deluxe me generó una chispa mágica. Fué emocionante, tierno, apasionado, y solo quería hablar con él un rato más, de hecho aún quiero hablar con el de lo que sea, es raro decir esto en voz alta pero me gusta de cierta forma—reveló Kate. Aka, disfrazado de Isaac, escuchaba asombrado todo lo que Kate contó. No lo dijo, pero internamente también sintió esa conexión con ella y esa emoción apasionada que pudo compartir por un breve tiempo. Aunque la tenía frente a él, no podía revelarle quién era. Aka se quedó en silencio, analizando la situación, y colocó su mano sobre el hombro de Kate, mirándola fijamente.

—Sé cómo te sientes. Realmente, esa conexión con el me parece creíble. Posiblemente él haya sentido lo mismo. La realidad es otra; no te lamentes por eso. Eres una líder nata que tu equipo requiere. Puede que encuentres a alguien como él o incluso mejor. Cómo tú dices eres fabulosa como para volver loco a varios —exclamó Aka, sonrojando visiblemente a Kate.

—Jaja... ¿como tú? —preguntó burlonamente Kate, haciendo sonrojar a Aka aún más.

—¡No! Digo, no lo decía por mí, sino que era para darte ánimos —explicó Aka.

—Jajaja, lo siento, Isaac. Únicamente te veo como un compañero, aunque debo admitir que me agrada este lado tuyo íntimo. Siento que es fácil conectar y abrirme contigo —dijo Kate sonriendo.

—Oh, bueno, para eso estoy —respondió Aka con una sonrisa. En ese momento, el ambiente se cortó por el rugido de estómago de Kate.

—Disculpa, no he cenado nada desde hace varias horas —mencionó Kate apenada. Luego, escuchó el rugido de estómago de Aka segundos después, lo que provocó un suspiro de alivio por parte de él.

—Oye, eso me dio una idea. Cuando estuve con él antes de todo, hicimos una comida que no sé si quedó bien, pero podemos hacer una tú y yo. ¿Lo hacemos esta vez? —preguntó Kate.

—¡Sí, me gustaría mucho! —exclamó Aka. Kate se despidió, dirigiéndose a buscar alimento a otra área. Aka exhaló de alivio al saber que no lo habían descubierto.

—Es increíble que ninguno note mi presencia, si en algún momento hubieras abierto tu bocota y me hubieras manifestado esto no sería posible — comentó Shadow a lo que Aka asintió. Sin embargo, la puerta se volvió a abrir, poniendo nervioso a Aka, quien pensó que Kate había regresado. Pero quien entró al lugar era Scott, visiblemente serio. Se acercó lentamente a Aka.

—Hola, Isaac. ¿Cómo sigues? —preguntó Scott.

—Yo bien, gracias. Kate me detuvo el sangrado de mi brazo y ya no ando débil —respondió Aka. Scott, una vez cerca, sacó una daga y la lanzó al rostro de Isaac. Aka esquivó por poco, pero la daga logró llevarse el pañuelo, revelando su verdadera identidad.

—¡Tú no eres Isaac, miserable! —exclamó Scott enojado.

—Mierda... —murmuró Aka, visiblemente fatigado ante la presencia de Scott.

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Foquita Retrasada
¡Tu personaje principal es tan inspirador! Definitivamente recomendaré esta novela a mis amigos.
Shong: Te lo agradezco mucho 😊
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Erika Solis
Tu capacidad de crear un mundo tan fascinante y detallado es impresionante, ¡realmente tienes talento!
Shong: Muchas gracias 😊
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