Adrik De Russie es un Saxofonista con mucho talento, un día, la mafia Rusa golpeó su puerta trayendo consigo la desgracia, esto desencadenó un cambio en el rumbo de su vida, se vio obligado a tomar venganza por mano propia, convirtiéndose en un asesino silencioso, buscado por la policía Rusa.
Irina Kiev, es una Policía que pertenece a la Dirección de investigación criminal, le otorgaron la misión de atrapar a aquel asesino silencioso, que aunque todas sus víctimas pertenecen a la familia Moguilevich y son delincuentes, sigue siendo un delito y su deber será presentarlo ante la ley.
¿Que pasará cuando Irina descubra a Adrik? ¿que pasará cuando sus caminos se crucen?
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CAPITULO 17 (+21)
Adrik de Russie
Esas hermosas piernas, su pequeña cintura, y esos movimientos perfectos, iban a ser mi perdición; tenía que entrar en personaje, así que me senté con más confianza, apoye mi codo sobre mi pierna y sostuve mi barbilla entre los dedos, se siguió acercando a mí, se agachó haciendo movimientos circulares, cuando se puso de pie, pasó su rostro muy cerca al mío, luego me dio la espalda, agarró mis manos y se abrió paso para sentarse en mi regazo.
Movió su cabeza en un circulo perfecto, haciendo que su cabello se moviera en el aire, abrió sus piernas y sus manos entrelazadas con más mías, las paso por su cuerpo, rozando levemente su piel, era suave, empezó por sus muslos, los fue subiendo de a poco hasta llegar a su cadera, echó la cabeza hacia atrás y la dejó caer en mi hombro, pude percibir su aroma, esa deliciosa fragancia de cerezas con vainilla, siguió guiando mis manos, las subió hasta debajo de sus senos, ahí se detuvo.
Se levantó abruptamente, no quería que lo hiciera, mi amigo se había animado a participar en el ensayo, afortunadamente las luces tenues jugaban a mi favor y así era poco perceptible... Tomó la punta de la bufanda y mientras bailaba la iba jalando hacia ella, haciendo que la distancia entre los dos, fuese más corta, sus labios rozaron los míos de forma tentadora, lo que ella no sabía, era que moría por besarla.
Dió algunas vueltas a mi alrededor, incluso subió su pierna a un costado de la silla, he hizo que yo la acaricia sin tocar de más, de nuevo usó el recurso de la corbata, la agarró y se comenzó a acercar, abrió sus piernas y se sentó a horcajadas sobre mi, enredó la bufanda en su mano y tiró de ella para quedar de nuevo a escasos centímetros, en ese momento la música terminó, su pecho subía y bajaba, podía apreciar los pequeños cristales que se formaron por el sudor, tragué la saliva que se había quedado atascada en mi garganta, ella se fue a levantar, pero enredé mi brazo en su cintura.
No la iba a dejar escapar, puse mi otra mano en su cuello y la atraje hacia mí, al principio se resistió, pero fue cediendo de a poco, hasta permitir que mi lengua jugará con la suya, el beso subió de temperatura, dejando mordiscos suaves, me aparté de sus labios y besé su clavícula, luego su cuello y finalmente, la altura de sus senos, ella enredo sus dedos en mi cabello y tiró de el con suavidad, volví a subir a su labios.
Me puse de pie, aún con ella en mi cintura, abrió su boca en una perfecta O al sentí mi hombría erecta, presionar sobre su short, sin darle tiempo de reaccionar, la senté sobre el escritorio de cemento que había allí, abrí sus piernas para cortar distancia, seguimos en esta batalla de besos, con mi mano en su cuello, la deslicé por su hombro haciendo que la tira de su blusa se bajara, ella se percató de esto y agachó su cabeza, luego me agarró por los hombros y me apartó.
- Esto no está bien, no es correcto lo que está pasando -- no estaba dispuesto a perder este avance, así que pegué mi frente a la de ella.
- Esto no está bien, está muy bien... Perdón por lo que pasó aquel día en tu casa, creeme que no fue mi intención, pero cargo con muchas emociones, debo liberarme de ellas para poder avanzar, hace mucho no sentía una atracción tan fuerte por alguien, la última persona fue mi esposa, entenderás lo importante que fue ella para mí, después de su muerte, no busque más mujeres, y tú llegaste y sin pensarlo y sin tu hacer nada, me empezaste a gustar, al punto que estoy a nada de enloquecer, discúlpame si te hice sentir mal, creeme que me castigue con mis pensamientos, fui un cretino contigo y no lo merecías -- fui sincero con ella, mi corazón latía con mucha fuerza, ella me miró, sus ojos brillaban como dos estrellas titilantes.
Elevó su rostro, puso sus manos en mis mejillas y me acercó a ella, nos volvimos a besar, está vez muy diferente, fue suave, delicado y tierno, cerré mis ojos y mi mente viajó a otra dimensión, una dónde solo existiamos ella y yo, llevé mis manos al borde de su blusa y se la quité en un solo movimiento, ella hizo lo mismo con la mía, desabroché su brasier, este cayó al piso, dándome una vista preciosa, mi erección estaba a punto de romper mi pantalón, ella se dió cuenta y llevó sus manos a mi cinturón, lo zafó, luego desabotono el pantalón, este se comenzó a resbalar por mis piernas.
Sin dejar de besarnos le quité su short sin mayor problema, busqué rápidamente en una de esas gavetas, hasta que encontré una caja llena de condones, ella me miró sorprendida.
- Siempre hay de estos en cualquier rincón de este lugar -- le explique, bajé mi ropa interior, destapé el sobre y deslicé el latex en mi hombría, ella me miraba expectante.
estaba listo para entrar en ella, de repente cerró sus piernas, se hizo a un lado y se bajó del escritorio, yo quedé completamente desconcertado.
- Te perdono, pero estamos a mano, la humillación que tú me hiciste pasar, fue horrible, no quería llegar tan lejos, ñero eres un hombre rápido, no se en que momento, llegamos a esta estancia-- dijo poniéndose su ropa.
- ¿Te parece que está bien lo que estás haciendo? Esto es crueldad-- le especifiqué -- me estás dejando muy mal, ¿Lo sabes?-- señalé mi hombría aún erecta.
- ¿y tú crees que yo estoy mejor que tú?, también tengo mis necesidades, pero también está mi orgullo aquí en mi oído, gritándome que me de mi lugar y te enseñe, que todo acción tiene su reacción, y cada acto su consecuencia -- ella ya se había puesto su ropa, se acercó a mi, me tomó del cuello y me besó, la fui a agarrar de la muñeca, pero fue más hábil que yo y salió del camerino.
Comencé a reírme a carcajadas, esa mujer enloqueció, y definitivamente, me estoy hundiendo con ella, revolví mi cabello, y no tuve más remedio que quitarme el condón, vestirme y salir de ese lugar.
Llegué a la barra, ya Irina estaba hablando con Aleksey, ambos me voltearon a ver, ella por poco se comienza a reír, pero logró contenerse, yo también me contuve.
- Irina me contó que ya dejaron todo listo para mañana -- comentó Aleksey, yo asentí.
- Si, todo bien, ella es muy profesional, quedé asombrado -- dije mirándola a los ojos.
- nunca dude de las capacidades de mi bailarina estrella-- miró para todos lados -- que no me escuchen las otras chicas, o tendré serios problemas-- nos reímos.
Gracias Lida Marin 🌹🌹👍✌️👏👏👏