Una dama multimillonaria odiada por muchos y amada por pocos, envidiada por su poder y dinero así como su belleza, debería vivir muy feliz en la vida ¿No?
Al contrario de lo esperado, Shue Leilei es perseguida por muchos enemigos, con tantos accidentes que solo la apuntaban, tuvo que considerar la orden de su padre.
-¡No quiero un guardaespaldas! o mejor lo pensaré ¡Quiero al más feo, sí ese!
Resulta que el guardaespaldas más feo, tenía los ojos más hermosos que jamás haya visto.
Con una maestra loca y algo psicópata, el pobre guardaespaldas se vio obligado a cumplir todos sus caprichos, pero él, un hombre de corazón oscuro y sentimientos muertos ¿Cómo logró conquistar a la loca Presiente?
¿Qué tiene de especial?
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¡Nada es normal!
Shue Leilei cerró la puerta de su habitación con fuerza, apoyándose contra la puerta, se deslizó hacia abajo, sostuvo su cabeza con las manos y tiro suavemente con una sonrisa boba en los labios.
-Alguien de rostro tan ordinario, temperamento frío y de ojos inexpresivos ¿Cómo puede ser tan atractivo? ¡¿Qué tiene de especial?! ¿Qué hay en sus ojos y en su sonrisa que me atrapa como una red?¿Qué tiene Lanxi que me hace tan adicta a él?- Shue Leilei abrazo sus rodillas con suavidad mientras apoyaba su mejilla derecha en sus rodillas.
Sí, posiblemente ya se había vuelto loca o tal vez siempre lo estuvo ¿No? ¿Cómo podía gustarle alguien así y como pudo entregarle su corazón a alguien así?
-Yo... ya sucumbí ante él... perdí ¡Perdí mi corazón frío ante Lanxi! ¡El desgraciado me lo robo!- Shue Leilei finalmente acepto algo, ese curso, realmente la efecto.
Ahora su corazón había sido robado por alguien que ella misma catalogó como feo ¡Un duro golpe para su orgullo!
Shue Leilei tomó una ducha para intentar calmarse, sin embargo, esa fascinante sonrisa seguía apareciendo una y otra vez en su mente, al final, se dejó caer derrotada sobre la cama con los ojos sombríos.
Esa noche, Shue Leilei no le pidió a Feng Lanxi dormir con ella, el resultado... bueno, dio vueltas en la cama por al menos cuatro horas sin poder conciliar el sueño.
-¡PORQUE DEMONIOS NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN ÉL! ¡VOY A SACARLE LOS MALDITOS OJOS!- Shue Leilei se cubrió la cara con una almohada y grito con todas sus fuerzas.
Aun así, no durmió en toda la noche.
A la mañana siguiente, sus ojos parecían ojos de panda, sus labios y mejillas estaban pálidos, su ceño se mantuvo fruncido en todo momento.
Los sirvientes no se atrevieron a hacer el más mínimo ruido, sirvieron el desayuno para ella y se alejaron apresuradamente, temiendo volverse su saco de boxeo.
Mientras tanto, el causante de todo se quedó de pie en la puerta de la cocina con las manos delante de su abdomen, entrelazando los dedos con una postura servicial pero dominante. Su rostro seguía tan inexpresivo como siempre y sus ojos no tenían ninguna emoción.
Volvió a ser el muñeco robótico que Shue Leilei conocía, haciendo que ella dudará de lo que vio ayer ¿Sus ojos la engañaron o simplemente lo imagino?
Bueno, si ayer sentía que estaba loca, hoy creía firmemente que lo estaba aun más.
La joven negó con la cabeza y comió en silencio. Su cabeza dolía levemente, por lo que decidió no ir a Shue Corporation y se quedó a trabajar en su estudio.
Feng Lanxi esta vez no se quedó con ella, pues no hacía falta, el estudio era el lugar más seguro de la villa. Con cámaras de vigilancia hechas con la más reciente tecnología, paredes fortificadas de 40 centímetros de grosor y ventanas blindadas.
Además, el estudio estaba en la planta baja, incluso si algún día sucedía un gran terremoto, podría soportar el derrumbe de la villa completa.
Shue Leilei siempre fue muy inteligente, pero sobre todo, meticulosa. Tenía tantos enemigos que ni uniendo los dedos de sus pies con los de sus manos podría terminar de contarlos.
Esas personas, incluso si lograrán pasar su territorio y entraran en la villa, ella podría resguardarla. Para eso, existía el plan de emergencia implementado cuidadosamente por ella misma hace unos años.
Shue Leilei movió sus dedos con rapidez sobre el teclado de la computadora portátil, esta soltó un sonido unos segundos después; la información había llegado.
-Tong Dian, nació en el año 1985, el mes cuatro. Tiene 28 años en la actualidad, llegó al tercer año de la primaria antes de que una inundación destruyera el pueblo donde vivía en 1993, todos en la aldea murieron, sólo él logró ser salvado a tiempo por los soldados del ejército militar del Este...- Shue Leilei se sorprendió, sus cejas se fruncieron y sus labios se apretaron en una sola línea.
Ese era el Ejército del que estaba encargado Nanye en ese entonces y el tal Tong Dian del que se hablaba, es el verdadero nombre de Feng Lanxi.
Sí, luego de ser dejado en libertad, Feng Lanxi cambió todo de sí, cambió su nombre, tiño su cabello y bronceo un poco su piel. El Tong Dian de la fotografía enviada era alto, de piel blanca y de cabello castaño, además, había un pequeño lunar justo a un lado de su ojo izquierdo.
Shue Leilei estaba 100% segura de que ambos eran exactamente la misma persona, ya había visto en una ocasión a Feng Lanxi limpiar la pequeña cantidad de maquillaje que aplicaba sobre el lunar para cubrirlo, cuando sudaban al tener relaciones, el maquillaje escurría.
Para sobrevivir, Feng Lanxi cambió su verdadera imagen, sin embargo, a Shue Leilei le seguía pareciendo más atractivo con su imagen actual.
-Fue incluido en el entrenamiento de los soldados con 8 años, luego trasladado al Escuadrón de Limpieza Sanguinaria dos años después, en cuatro años se convirtió en el líder del equipo... ¡Esto es demasiado!- Leyó furiosa la chica, apretando sus puños con fuerza, casi podía sentir su sangre hervir.
A la edad de 14 años, ella estaba en la preparatoria, tratando de hacer amigos y estudiando para ser siempre la mejor de la clase ¿Cómo podría un joven de esa edad estar luchando en el campo de batalla para ser mejor asesino a cambio de su propia vida?
-A los 15 años realizó su primera misión con el escuadrón, no hubo pérdidas. A los 18 años, ya era experto en el campo. A los 26 años realizó su última misión; proteger al Coronel Shue Nanyu...- Shue Leilei se quedó sin habla cuando llegó a ese punto.
Sintió un pequeño punto sospechoso cuando llego a esa parte. Entrecerró los ojos hacia la siguiente parte.
-Casi todo el escuadrón pereció, solo sobrevivieron 5 personas en total. Todos fueron premiados y reconocidos por su esfuerzo. Unos meses después, dos de sus compañeros se suicidaron, en un año, otro más falleció, en la actualidad, solo dos miembros del equipo están vivos...- Los ojos de Shue Leilei se abrieron como platos.