Valeria una joven de clase baja que siempre a soñado en estar en la fórmula 1, y Maik un piloto extraordinario campeón mundial de la fórmula 1, ella carismática, amable, Pero ninguna tonta, el un hombre frío y capaz de pasar por encima de la gente con tal de conseguir lo que quiere.
Ninguno de los dos, dará su brazo a torcer, Pero en la pista ambos son apasionados. ¿Esa pasión podrá salir de las pistas, o solo se verán en ese lugar?.
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Fiesta desagradable
Al ver el parecido con los hermanos ella supo de inmediato que se trataba de sus padres, no solo por el parecido. El señor Rowan era una gran leyenda.
- ¿Que fue lo que pasó?. - su tono era frío, y demostraba el descontento de que no se siguieran las reglas según el.
- Ganamos papá. - Maik lo dijo, sin una pizca de felicidad.
- ¿Quién dio la orden de cambiar las llantas antes de tiempo?.
- Quien haya ha sido no tiene ya importancia, ganamos y ese era el resultado que estábamos esperando, a demás acabo de romper un récord.
- Ten cuidado como me hablas, yo sigo siendo tu padre, y debes de respetarme. Espero que esto no se vuelva a repetir.
- Lo siento. - su mirada cayó al suelo, sabía que él tenía las de perder si decía algo más.
- Hijo felicidades. - la madre de Maik se acercó a él y le dio un abrazo y un beso. - Está noche hay una fiesta en el hotel, también vamos a hablar sobre el nuevo piloto.
La señora dirigió su mirada a Alan, el cual estaba parado al lado de Valeria.
- Los tres estaremos en la fiesta mamá.
La frialdad de las palabras del padre de Maik, y el desaire que le hicieron a Lorenzo, dio mucho a entender, el dinero no lo es todo en la vida.
Aunque Lorenzo no dijera una sola palabra, y tuviera una sonrisa en sus labios, sus ojos demostraban que se sentía bastante triste. Al parecer eso era lo normal, el solo felicitar a Maik, y olvidar por completo a Lorenzo.
Cómo era posible algo así, mientras unos deseaban tener una familia, con papa y mamá, otros no aprovechaban a sus hijos por igual.
- Tienes fiesta.
- ¿No vas con nosotros?.
- No Alan, sabes que no soy de esos planes y si quisiera ir no tengo ropa para un evento como ese.
- Está bien, debes de descansar, llevas tres días sin dormir.
Solo él sabría lo que ella sufría y pasaba, él lo notaba, nadie más lo hacía. Su preocupación la desmoronaba por completo.
- Me iré a descansar, tomaré algo para dormir, diviértete.
Salió de la pista, pero no para el hotel ir a encerrarse sería permitir que sus pensamientos la abrumara así que, busco en internet los lugares turísticos para visitar y al primero que fue a Edge of the World, un mirador.
Para muchos ver montañas rocosas no era lo mas divertido, pero para ella, fue lo mas grandiosos, respiraba aire puro, y vio como el sol comenzaba a caer dándole paso a la noche. Un sentimiento inolvidable, algo que jamás había sentido.
Después de que la noche cubrió la ciudad ella se fue directo al hotel, al entrar en la habitación vio que encima de la cama había un hermoso vestido rojo, unas sandalias negras sin mencionar que también había ropa interior. Al lado de aquel regalo había una pequeña nota.
"Te espero a las 9 en el lobby del hotel, no llegues tarde".
Sabía de quién era la letra, ir o no ir, que decisión iba a tomar, como la vería los del equipo. Le importaba lo que dijeran o dejaría salir su lado rebelde.
Reviso la hora, y solo faltaban 45 minutos para que fueran las nueve, tomo una toalla y se metió al baño y comenzó a arreglarse, su pelo era bastante largo así que fue lo primero que arreglo.
Lo seco, lo ondulo, se hizo una media cola y lo dejo al lado izquierdo. Nunca se había maquillado, así que lo único que se aplicó fue un poco de labia roja.
Se puso el vestido y los zapatos, al verse en el espejo, no se reconocía, era una mujer completamente diferente.
Si alguien la viera en ese instante no sabrían que ella era un mecánico, sino que pertenecía a una gran familia. Tomo aire y salió de la habitación al encuentro con Maik.
Al bajar las escaleras él ya estaba allí, llevaba un traje negro, algo que le lucía a la perfección, su mirada estaba perdida en algún lugar fuera del hotel, y como cosas del destino y sin decir ella ni una palabra y sin haber terminado de bajar las escaleras él se giró.
Sus ojos se abrieron mucho, su boca se abrió si fuera una caricatura la boca estaría en el piso. Y sus ojos estarían fuera de su lugar.
- Cierra la boca que se te entran los mosquitos.
- Estás hermosa, bueno me gusta también con tu pequeño overol y tu gorra.
- Deja de decir bobadas y vamos, sé que esta fiesta es para ustedes tres.
- Está noche es para ti también, gracias por lo de hoy.
- Para eso estamos.
Una mano en la parte baja de la espalda de Valeria, la fue guiando hasta la salida del hotel.
Al llegar al lugar de la fiesta, lo que ella pensaba que iba a pasar, paso. Las miradas fueron dirigidas hacia ellos dos. Los periodistas le hacían preguntas, y aunque Valeria quería retirarse para darle su espaciélel no la dejo. La tomo de la mano siempre y no se alejó de ella.
- Por fin llegas. - la voz a su espalda la sobresalto mucho, y no solo a ella, el cuerpo de Maik se tensiono.
- Madre, estaba...- no lo dejo terminar de hablar.
- Sabes que tienes que llegar temprano, la prensa no se hace esperar.
- Lo sé madre, y no fue mucho el retraso. - después de esas palabras, la mujer por fin se fijó en la acompañante de Maik.
La escaneo de arriba abajo, sabía que la había visto en algún lugar y se acordó.
- La del box, no tienes mejores opciones, que traer a una arrastrada a la fiesta, sin mencionar que has estado posando con ella en las fotos.
- Madre por favor.
- Alenos Gabriela tenía clase, y venía de una familia adinerada, en cambio, ella. - el desprecio con el que decía esas palabras era notable, era una mujer clasista.
Que solo le importaba cuánto dinero tenían en las billeteras la gente, para esa señora los sentimientos no importaban.
- Mamá por favor, no voy a permitir que la trates mal.
- Le hablas mal a tu madre por una simple mujer. - y el que faltaba. - Que bajo has caído, al menos con Gabriela no tenías que esperar este trato.
- Mi más sentido respeto. - Valeria soltó la mano de Maik, e hizo una reverencia muy de su estilo, dramática, como si se tratara de la realeza. - Que pena que tengan que tratar con una marginada, que llevo a la victoria sus dos hijos.
- Cierra la boca, no tienes por qué hablarnos así, nosotros...
- Nosotros somos iguales, humanos que al morir nos van a meter en un cajón y luego a un maldito hueco, ricos y pobres acaban en el mismo lado.
😭 😭
Actualiza todos los días de ésta Maravillosa Trama es hermosa
Gracias..
después el tal Maik, ..
Ojalá de Corazón Valeria ayude a Lorenzo a ganar la carrera de los monoplaza. y después qué se cambié de equipo y de marca que la valoren cómo se merece!
para mí, entretenida . Maratón Plisss.