Mafalda y Lilly Alcázar fueron intercambiadas al nacer y luego de que se descubriera la verdad Lilly regresa con sus padres Velasco y Cecilia, obligando a Mafalda a ceder siempre ante los caprichos de su hermana lo cual incluso la lleva hasta la muerte, por suerte el universo le otorgó una segunda oportunidad a Mafalda para cambiar su trágico destino
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Capítulo IX: La Lista
Mafalda iba sentada en el asiento trasero del auto y observaba las luces de la ciudad por la ventana apoyó la frente contra el vidrio y se estremeció debido al dolor que sintió, llevó su mano hasta el lugar y se dio cuenta de que estaba un poco inflamado, aunque eso no se comparaba con el enojo que sentía consigo misma porque debido a su falta de carácter se puso en peligro y de no ser por la intervención de Joshua tal vez su tragedia se repetiría
-¿Señorita Mafalda, deberíamos ir a un hospital? – Preguntó el chofer
A pesar de que la zona en su cabeza le dolía un poco, Mafalda sentía que no representaba ningún riesgo para su vida, y aunque no deseaba regresar a la residencia de los Alcázar en ese momento sabía que ir a un hospital solo traería mucho drama
-No es necesario – Respondió Mafalda
Mafalda estaba acostumbrada a no recibir atención médica y a ser descuidada así que este golpe no era nada para ella, ahora lo único que le preocupaba era que sentía temor porque había desafiado a Lilly y necesitaba encontrar un aliado en la familia Alcázar, además de tomar medidas financieras para independizarse de ellos en los próximos meses
-Llévame a la casa de la abuela – Ordenó Mafalda
Mafalda decidió que no podía seguir de brazos cruzados o sus padres la culparían de la humillación que recibió Lilly esa noche y recordó que en su vida anterior la madre de Velasco era un poco amable con ella, solo que nunca fueron cercanas porque Cecilia odiaba a su suegra y Mafalda siempre quería complacer a su madre
-Como usted ordene, señorita Mafalda – Respondió el chofer
Mafalda recordaba como en su vida pasada Eleonor de Velasco era la única persona que confrontaba a Lilly y les advertía tanto a Velasco como a Cecilia que su falta de límites la convertiría en una persona viciosa, por desgracia, esta moriría en un par de meses, sin embargo, si se ganaba su favor podría estar en la casa de los Alcázar sin problemas durante los meses que faltaban para su graduación en la secundaria
-¿Mafalda que haces aquí tan tarde? – Preguntó Eleonor de Alcázar
Eleonor de Alcázar era una mujer de 65 años con una expresión muy severa y una manera muy mordaz de hablar además no era particularmente cercana a Cecilia porque constantemente criticaba su falta de carácter y esa era la razón por la cual en su vida pasada a pesar de saber que ella no le desagradaba mantenía su distancia para no hacer enojar a su madre
-¿Abuela puedo quedarme contigo esta noche? – Preguntó Mafalda
Eleonor frunció el ceño y puso una expresión de molestia en su rostro porque luego de tantas confrontaciones con su hijo y su nuera ya no le gustaba intervenir en esta situación de la parcialidad entre la hija biológica y la hija falsa y estaba por enviarla a su casa cuando Mafalda deliberadamente movió su flequillo para que se notara el golpe que tenía en la cabeza
-Sí, puedes quedarte – Respondió Eleonor con frialdad
Mafalda entró en la residencia de Eleonor y aunque esta era más pequeña con respecto a la de sus padres debía admitir que era muy confortable con su estilo minimalista, recordó como en su vida pasada su padre vendió esa casa de forma repentina luego de la muerte de Eleonor y eso le causó algún tipo de problemas con el abogado que llevaba el testamento de Eleonor, aunque ella nunca se enteró de lo que había pasado solo que después le informaron que tenía un fondo universitario
-¿Tienes hambre? – Preguntó Eleonor
Mafalda estaba por negarse porque no quería causar molestias, pero luego sonó su estómago y cayó en cuenta de que a pesar de que era el día de su cumpleaños debido a que solo habían preparado los platos favoritos de Lilly los cuales ella detestaba y se había negado a comer disgustada con la actitud de sus padres
-Sí – Respondió Mafalda
A Mafalda le sorprendió cuando en una hora frente a ella estaba su pizza favorita, así que la devoró por completo con mucho regocijo, aunque no fue lo mejor porque luego su abuela le trajo un pequeño pastel
-Pide un deseo – Dijo Eleonor
Mafalda estaba conmovida de este simple detalle y pensó en cuál era su deseo, y era hacerle pagar a Lilly y a sus padres todo lo que le hicieron en su vida anterior y evitar que Joshua destruyera su vida por su culpa
-Gracias abuela – Dijo Mafalda
Mafalda luego de comer pastel se dirigió a la habitación de invitados mientras era observada por Eleonor con una expresión indescifrable en su rostro
-Qué chica tan lamentable, creo que debería estar más pendiente de ella – Murmuró Eleonor con pesar
Eleonor estaba batallando con una enfermedad terminal y no le quedaba mucho tiempo de vida y deseaba pasar sus últimos días sin dramas y por eso mantenía distancia de Velasco y Cecilia, y en especial de Lilly, a la cual consideraba una mala semilla a pesar de ser su nieta biológica
-Necesito recordar algunos aspectos importantes de mi vida pasada
Mafalda buscó un bolígrafo y un papel y comenzó a anotar las cosas que recordaba que le podrían ser de ayuda, lo primero cuáles personas de su grupo de compañeros se volvieron personas notables o mejor aún que eventos ocurrieron en su entorno que podrían favorecerla
-Creo que con esto puedo hacer la diferencia – Dijo Mafalda
Mafalda dobló el papel y lo escondió en su cartera porque esta lista era muy valiosa para ella
-¿Quién te golpeó? – Preguntó Joshua con frialdad
Joshua observaba con malicia al hombre que casi agrede a Mafalda y estaba tan enojado en ese momento que apenas podía contenerse, era sorprendente como un par de minutos que dejó de vigilarla se encontró con este peligroso hombre, por suerte ella se defendió, sin embargo, ahora existía un problema y era si esta escoria se atrevía a denunciarla debido a la herida que ella le produjo
-Nadie, es que soy un poco torpe y me tropecé con la pared – Respondió el maleante
El maleante se daba cuenta de que el hombre que tenía enfrente era muy peligroso además de que se encontraba en desventaja porque si esa chica lo denunciaba estaría en problemas y aunque se trataba de su palabra contra la de él debido a la ausencia de cámaras en el pasillo, el problema es que esta no sería la primera vez que era acusado por esta misma razón
-Que sea la última vez que te acercas a ella – Le advirtió Joshua
Si por Joshua se tratara no lo dejaría ir tan fácil, sin embargo, ya sabía que la policía venía en camino, así que luego se encargaría de este delincuente, porque para su desgracia sus víctimas tenían muchos familiares con ganas de hacerle pagar por sus crímenes
-Joshua necesitas irte de inmediato – Dijo Caleb
Joshua no había notado cuando su amigo llegó y luego de asegurarse de que este peligroso hombre no huyera, usó la salida de emergencia al igual que minutos antes lo había hecho Mafalda
-¿Crees que todo salió como esperábamos? – Preguntó Lilly
-Tu hermana no ha regresado, así que supongo que se encontró con mi amigo – Respondió Deyanira
Ambas chicas chocaron sus copas para brindar por su supuesto éxito y luego de beber un sorbo, Lilly hizo una llamada a su madre fingiendo pánico porque Mafalda estaba desaparecida
-Lo siento mamá, fui muy descuidada y ahora no encuentro a mi hermana - Dijo Lilly fingiendo pesar
Cecilia se sentía en conflicto porque Mafalda no deseaba ir a ese lugar, sin embargo, ella la presionó para que lo hiciera y ahora estaba desaparecida
-Cálmate, que de seguro aparece pronto – Dijo Cecilia
A pesar de que Mafalda podría estar en problemas, Cecilia simplemente se dedicó a consolar a Lilly sin importarle la seguridad de su hija adoptiva
-Esto es mi culpa – Dijo Lilly
-Son cosas que pasan, ella va a estar bien - Respondió Cecilia con frialdad
La conversación entre Lilly y Cecilia continuaba en el mismo tono cuando la policía ingresó en el local y tuvo que terminar de forma abrupta
-¡LILLY! – Gritó Cecilia con preocupación
A diferencia de cuando le dijeron que Mafalda estaba desaparecida, esta vez Cecilia sí estaba muy preocupada y junto a Velasco se dirigió hasta ese lugar
-Déjeme entrar que mi hija se encuentra en ese lugar – Ordenó Velasco
A pesar de las amenazas de Velasco, no pudo entrar en el lugar, porque estaba ocurriendo una redada policial y tuvo que esperar en las inmediaciones
-Oficial, Joaquín no ha hecho nada, alguien debió ponerlo en su bolsillo – Se quejó Lilly
-Si oficial esto no es mío, alguien lo puso en mi bolsillo - Insistió Joaquín
Lilly y sus amigos eran muy altivos y prepotentes y dificultaban el trabajo de los oficiales de policía y por desgracia para el grupo, Joaquín traía consigo una sustancia ilegal y cuando trataron de llevárselo detenido Lilly intervino en su defensa y debido a la actitud tan insolente fue esposada para ser llevada a la estación de policía
-¿Acaso sabes quién soy? – Preguntó Lilly con insolencia
El policía puso los ojos en blanco y negó con la cabeza porque conocía a este tipo de chicas groseras, malcriadas e insolentes, sin ningún tipo de respeto por la ley
-¿Cómo es posible que se lleven detenida a mi hija? – Preguntó Velasco con impaciencia