Elizabeth Mc Carthy es una mujer de tan solo 18 años, llegó a New York sola, procedente de Irlanda.
Es pelirroja, de fuerte carácter y con mucha decisión.
Es el año de 1840, las caravanas de aventureros comenzaban a salir en busca de fortuna, hacia el lejano Oeste.
Las circunstancias obligaron a Elizabeth Mc Carthy, a embarcarse en ésta aventura. A través de ella va a pasar por tantas vicisitudes y acontecimientos que la van a obligar a echar mano de toda su fortaleza de espíritu y carácter para poder lograr su sueño.
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17-LARAMIE FORT.
El avance por las praderas de Nebraska, fue más rápido de lo que se esperaba. El apoyo del Ejército evitó más contratiempos.
A Liz, le pareció haber visto a un par de jinetes en medio de una arbolada, que estaba cerca del camino. Dió aviso a William. Nelson me pareció ver un par de jinetes en la arbolada.
Estás segura Elizabeth.
Si, pero puedo equivocarme.
William se acercó al Sargento Peters, que estaba al mando del pelotón y le comentó las sospechas de Elizabeth.
El Sargento llamó a un par de soldados para que fueran a investigar.
Así lo hicieron los militares y se lanzaron a todo galope hacia la arbolada señalada por Liz.
Al estar cerca, bajaron de las cabalgaduras, amarraron a los Caballos a unos troncos y se acercaron con mucho sigilo, penetraron la arbolada y vieron huellas frescas de botas vaqueras, uno de los soldados se asomó hacia la caravana e hizo señas para que el Sargento Peters se acercara. Llegó Peters a dónde estaban las huellas y dio la orden de explorar por los alrededores, pero sin perderse de vista. Son solo dos hombres, nos están siguiendo y esperan un descuido para atacar, pero me queda claro que son más de esos dos.
De repente escucharon Caballos alejándose a todo galope. Uno de los soldados amartillo su rifle, pero el Sargento Peters ordenó no disparar.
No debemos alejarnos mucho de la caravana. En eso consiste su plan. Alejarnos para luego atacar.
Buen trabajo soldados, volvamos a la caravana.
Los militares volvieron a reunirse con el convoy y le informó a Nelson. Además, pidió que los pioneros reforzaran la vigilancia y que durante el día no se hiciera ninguna parada.
William fue dando aviso carreta por carreta.
Al llegar a la carreta de las hermanas, le pidió a Liz que dejara conducir a Petra y Magda se mantuviera dentro de la lona.
Nos atacarán Nelson?, preguntó Elizabeth.
No creo, el Sargento Peters quiere que estemos alertas.
Después de diez días, llegaron al límite con Wyoming. Eso significa que ya están cerca de Laramie Fort y ahí muchos pioneros podrán ir al Saloon a beber un trago.
El avance siguió por tres días mas y no pasó nada.
Al décimo tercer día de marcha, lograron divisar Laramie Fort, ya habían entrado a Wyoming, y eso causó mucho júbilo entre los Pioneros.
Al llegar frente a la puerta del Fuerte, se detuvieron y esperaron a que los soldados hicieran la revisión de rutina de todas las carretas. Después que los militares rindieran informe a sus superiores, recibieron la orden de entrar al Fuerte y avanzaron lentamente por la calle principal del Fuerte, hasta que llegaron a una amplia explanada dónde se resguardan las caravanas y esperaron a que se acomodara la última carreta y recibieron la orden de poder bajar de las carretas y liberaron a los caballos, los llevaron al establo, puesto especialmente para las caravanas y los caballos recibieron su recompensa, una cantidad generosa de pienso y mucha agua fresca.
En la explanada encuentran de todo. Igual que en Lewenworth Fort, hay un Almacén donde encuentran de todo, desde aparejos para la siembra, hasta ropa y alimentos, para que los Pioneros repongan lo gastado en el largo trayecto desde Lewenworth Fort. Terminaba en Laramie Fort la parte tranquila del viaje, estaban por iniciar la zona más difícil del trayecto. Se acercaban ya a zonas Montañosas y la marcha pasará a ser lenta y ya no contarían con el apoyo del Ejército.
Eso era un motivo muy poderoso, para ser atacados por bandas de asaltantes.
Petra y Elizabeth bajaron de su carreta y desengancharon a los caballos, los llevaron al establo, al volver a la carreta, vieron que Magda estaba moviendo cosas en la carreta.
Liz preguntó: Pasa algo Magda?.
Voy a hacer el aseo de la carreta.
Deja de hacer cosas. Eso lo vamos a hacer Petra y yo.
Eso no es justo, yo qué voy a hacer.
Tú?. Harás la comida. Pero antes,vamos a hacer primero la carreta de Clark.
Ay sí. Vamos a hacer la carreta de Clark. Dijo Magda con tono burlón.
Las hermanas treparon en la carreta y Petra dijo: Liz, crees que Magda ya se hizo merecedora de un buen castigo?.
Esperen, qué van a hacer?.
Unos golpes Liz?.
De qué hablan par de locas?.
No, está embarazada y nuestro sobrino no tiene culpa. Contestó Liz.
Qué te parece una gran dosis de cosquillas?.
No, cosquillas no, soy muy sensible.
De repente las dos hermanas se abalanzaron sobre Magda y la abrazaron.
Ja, ja, ja, Creíste que te íbamos a castigar?. Pues no. Te queremos y nunca te vamos a hacer daño. Ja, ja, ja. Rió Petra.
Las quiero mucho, hermanas, dijo sin dejar de reír Magda.
Petra, vamos con Clark y nuestra rebelde hermana que cocine.
Vayan queridas, aquí las espero. Petra, espero que Clark no te entretenga por mucho tiempo.
Magda, te la estás ganando.