Scarlett Donovan es la joven típica que siente que debe ser perfecta, siempre guardando la etiqueta y comportándose a la altura de las expectativas. Su prometido Gianluca Vitale, hijo de una familia influyente en la sociedad Pero que se ve opacado por el desempeño de su tío Massimo. Pero la vida de Scarlett cambiará de un momento a otro cuando descubra el engaño de su prometido y mejor amiga, lo cual la terminara devastando, Pero también la despertara de ese sueño donde la vida es perfecta y la llevará a la vida real. ¿Que hará Scarlett para vengarse? Massimo también ha sufrido una decepción amorosa y odia a las mujeres debido a esto. ¿Que pasará?
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Capitulo 16
A la mañana siguiente, Scarlett se levantó muy temprano. Debía ir al juzgado y ganar aquel caso para que su cliente saliera en libertad. La joven se alistó y se puso un pantalón ejecutivo negro, junto a una camisa blanca y una chaqueta negra. Estaba lista para brillar en el juzgado.
Al bajar, su abuelo la esperaba. La saludó y luego le entregó el diario que llevaba en la mano.
—Estás en la portada junto a Massimo. Dicen que eres su nueva conquista de una noche —el anciano cerró los ojos—. Scarlett, por favor, ya sufriste demasiado.
—Tranquilo, abuelo. Te dije que te contaré todo y lo haré, en cuanto vuelva de ganar mi caso —Scarlett le dio un beso y se marchó.
Al llegar, Clara y Valentina la esperaban. También estaba Yina, quien le entregó su latte.
—Tenemos ya todo preparado —dijo Valentina.
—Bien, ahora solo entremos allí.
Diego acompañaba a Massimo; su cliente los esperaba ya dentro.
—Entonces hoy te enfrentarás a tu "esposa" —dijo este, rodando los ojos.
—Algo así —respondió Massimo sin importancia.
—A veces me pregunto qué es lo que tienes en la cabeza.
Massimo no respondió; simplemente continuó su camino. Al ingresar, se encontró con la mirada de Scarlett, quien solo le sonrió con confianza.
—A mí me daría miedo esa sonrisa. Presiento que te van a dar una paliza —dijo Diego, mirando hacia las dos amigas.
—Soy muy buen abogado y sabes que, sin importar qué, no falto a mi ética profesional —Massimo se acomodó.
—Eso no lo niego, pero hoy puede ser la caída del grandioso abogado Massimo Vitale —Diego se cruzó de brazos.
Massimo solo lo ignoró, pues ingresó el juez a la sala.
—La parte defensora puede comenzar —dijo el juez.
Scarlett se puso de pie.
—Me gustaría llamar al estrado al señor Jorge Moreno —dijo ella.
El hombre miró a Massimo, quien asintió para que pasara a la silla junto al juez, donde hizo su juramento de decir la verdad y nada más que la verdad.
—Señor Moreno, ¿puede decirnos dónde se encontraba el día del robo? —le preguntó la joven.
—Me encontraba en casa, descansando.
Scarlett asintió.
—Dígame, ¿a qué hora se enteró del suceso?
—volvió a decir la joven mientras caminaba cerca del hombre.
—A eso de las 9 de la noche —respondió con tranquilidad.
—Ya veo. Usted se enteró pocos minutos después, dado que la investigación arrojó que el robo se realizó a las 8:30 más o menos. ¿Tiene algún testigo que avale su coartada?
—volvió a decir la joven.
El hombre sonrió.
—Mi esposa.
—Al momento de mirar las cámaras de seguridad, ¿se encontraba usted en el lugar? ¿Usted fue quien dio el material?
—Así es —dijo este, ya cansado de las preguntas.
—Objeción, la abogada solo está preguntando algo que ya todos sabemos —dijo Massimo.
Scarlett miró al juez.
—Juro que esto tiene un fin.
El hombre la miró y asintió.
—Entonces abarque el punto —luego tomó su martillo y golpeó—. Objeción denegada, abogada, continúe.
Scarlett se acercó hasta estar frente a aquel hombre.
—El informe dice que usted personalmente entregó el material acusatorio. Además, dice que lo entregó dos días después. Dígame, ¿por qué no entregó los vídeos de la cámara de seguridad el mismo día? —El hombre ya se veía un poco nervioso ante la mirada de Scarlett.
—El vídeo fue borrado. Tuve que recuperar la evidencia —dijo el hombre, ya no tan convencido.
Scarlett caminó ante el jurado.
—Ya veo. Me gustaría proyectar las imágenes con las cuales se le acusa a mi cliente del hurto.
Scarlett presentó las imágenes.
—Ahora quiero que vean algo más —nuevamente lo repitió y pausó—. Justo allí, se ve que hay un corte en el vídeo de la cámara de seguridad. También vemos que la hora indicada es de la mañana, pero el robo, dicho por el señor Moreno, fue realizado en las horas de la noche —Scarlett volvió a mirar al hombre—. Dígame, señor Moreno, ¿por qué la policía no notó esto?
El hombre ya se veía más nervioso.
—No lo sé —fue lo que alcanzó a decir.
—No lo sabe, así como tampoco sabe que el señor aquí presente tiene una deuda millonaria en el extranjero. ¿Acaso esta es su manera de conseguir el dinero? Pensó que mi clienta aquí presente le serviría, pero el plan no salió como deseaba y, lastimosamente, le tocó llegar hoy hasta el juzgado. ¿O acaso me equivoco, señor Moreno? —El hombre ya estaba pálido.
Scarlett se acercó al juez.
—Me gustaría entregarle el testimonio del cómplice del señor Moreno —al decir esto, todos en la sala se conmocionaron, hasta que el juez colocó el orden.
Massimo miraba todo atónito. Scarlett había encontrado las pruebas; le estaba ganando el caso.
—Señor Vitale, ¿desea objetar algo? —le preguntó el juez.
—No, señor juez, me abstengo al lugar —dijo este, frustrado. Este era su primer caso perdido.
Sin más, el juez encontró las pruebas suficientes para que Clara quedara libre de cualquier cargo. El señor Jorge fue llevado a prisión de manera preventiva por falso testimonio, acusación y difamación, entre otros delitos como autorobo. Scarlett y Valentina abrazaron a Clara, quien estaba muy agradecida con las jóvenes.
Massimo se acercó a Scarlett.
—Felicitaciones. Debo decir que no esperaba perder el día de hoy —dijo este.
—Pues ya es hora de que aprendas a controlar las derrotas —le dijo ella con una gran sonrisa en su rostro.
Massimo suspiró.
—Nos vemos. Espero que no llegues tarde a la notaría —y sin esperar nada más, se marchó.
—Es bastante egocéntrico —le dijo Valentina en cuanto llegó hasta ella.
—No lo saben ustedes —escucharon la voz gruesa de un hombre detrás de ellas.
Al voltear, ambas jóvenes quedaron impresionadas. Diego sonrió y estiró su mano, saludando a las dos jóvenes.
—Diego Moretti —se presentó.
—Un gusto —dijeron las jóvenes al mismo tiempo.
—Felicitaciones, hicieron un trabajo impecable, tanto que hoy le tocó a Massimo soportar —dijo este riéndose.
Valentina también soltó una carcajada.
—¿Se conocen? ¿Usted y Massimo? —preguntó Scarlett.
—Por desgracia —dijo este antes de marcharse.
Scarlett lo vio irse.
—Es muy guapo —dijo Valentina.
—Lo es, pero si es amigo de Massimo es otro mujeriego —le dijo la joven.
Valentina solo sonrió. Ella no lo quería para algo más; solo le pareció atractivo. Además, Niccolo aún la tenía enamorada, aunque entre los dos aún no pasaba nada. Se tentaban, pero al final simplemente nada ocurría.
pero me engañaste jajajajaja
Eres super /Rose/