Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
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capitulo 17
Coloco una mano en mi bolsillo, mientras que con la otra sigo tecleando en mi teléfono. Quiero posponer mi reunión de hoy, así tendré tiempo de ver a Bayolett graduarse. Lamentablemente, no tendré tiempo para ir a buscarla a esa fiesta. Pero me aseguraré que vuelva antes de la una. Levanto la mirada, cuando sale del vestidor.
-¿Y? –sonríe, mientras da una vuelta. Aún no se porqué sigo acompañándola a comprar su ropa, me coloca duro cada
Vez que lo hace.
-Puedo ver tu sostén –rueda los ojos y se mira al espejo.
-Es parte del vestido –frunzo el ceño, me acercó.
-¿Qué clase de vestido es ese? –la observo de atrás demonios, se ve demasiado bien. Mi mano se va hacia su cintura instintivamente, acariciándola.
-De todos modos me gusta este –se agacha y toma otro negro
Aprieto mis labios cuando roza su trasero con mis caderas, apropósito. Retrocedo y froto mi rostro, no tiene vergüenza. Y yo tampoco. Se gira y vuelve al vestidor. Suspiro y miro hacia atrás, los vestidores están lejos de las vendedoras, por lo que no hay nadie. Además de que apenas nos vieron enseguida nos ofrecieron demasiados vestidos. Y Bayolett tomó como quince para probar. Me siento en uno de los sillones y vuelvo a sacar mi teléfono, mi secretaria confirma el cambio de horario de la junta.
-Este es el elegido levanto la mirada, suspiro y guardo mi teléfono. Vuelve a dar una vuelta, esta vez arqueando su espalda y moviendo levemente su trasero hacía a mí. Sonrío levemente y me levanto.
-Solo puedo imaginar como sería quitárselo me acerco, mientras levanta su cabeza hacía a mí.
-Tal vez se cumpla tu sueño –coloca una mano en su cintura. Bajo mi mirada a sus pechos, mis dedos tratan de cerrar el pequeño cuadrado del vestido –. Es así. –Me está invitando a meter mis dedos –golpea mi pecho, sonrío.
-Asqueroso –se gira y se mira al espejo. Lamo mis labios, mientras se coloca en varios ángulos –Definitivamente este es el elegido.
-De acuerdo –gira su cabeza hacía a mí, meto la mano en mi bolsillo y le tiendo mi tarjeta. Levanta una ceja y sonríe, se gira hacia el vestidor.
-Planee este día desde hace dos años, el dinero de este vestido también frunzo el ceño –Si te soy sincera, solo me gaste tu tarjeta esa vez porque quería dejarte seco. Entrecierro los ojos, mientras se adentra.
-Es una tarjeta de crédito negra –me mira unos segundos más y luego se encoge de hombros.
-De haberlo sabido me compraba un barco -suspiro, me guiña un ojo y se vuelve a adentrar.
¿Un barco?, no es mala idea.
-No, consigue un suplente, ¿qué es lo difícil en eso? –miro hacia la ventana –Revise la lista la semana pasada, hay muchos obreros en espera, solo toma a uno. Corto la llamada, a los segundos el auto se detiene. Me bajo del auto mientras mantengo mi mirada en el celular, lo apago y miro hacia
arriba. EI lugar es bastante grande, se parece a su escuela.
Me acerco a la puerta, un hombre enseguida la abre. Me adentro junto a dos de mis hombres, acomodo mi saco mientras miro hacia mi derecha. El director esta dando un discurso, dirijo mi mirada hacia el grupo de estudiantes,
Con sus gorros y sus túnicas. Me acerco a la zona de familiares, me siento mientras busco a Bayolett. –Giro mi cabeza al escuchar murmullos, un grupo de mujeres me miran sonriendo, mientras susurran. Las miro unos segundos más y luego giro mi cabeza hacia Pablo.
-Cámbiame de lugar.
Me obedece, me quedo en el medio, levanto mi cabeza y presto atención a lo que dice el director.
-Muy bien, sin más preámbulos, los graduados -la mayoría aplaude. Mi teléfono vibra en mi bolsillo, lo tomo y lo apago. Los estudiantes empiezan a subir, sigo buscando a Bayolett.
Me detengo en la fila de adelante, al reconocer su cabello negro. –Su cabeza se gira hacia la rubia, con la que siempre está.
Mi ceño se frunce al notar al niñato a su lado, sonriéndole. Suspiro pesadamente y me remuevo. Vuelvo a girar mi cabeza al oír el sonido de la cámara, miro serio a la mujer con el
teléfono.
-Por favor no –niego con la cabeza. Borra su sonrisa y se aleja, mirándome de reojo Vuelvo a mirar hacia adelante.
-bayolett Anderson –aplaudo levemente, cuando se levanta
Camina hacia el gran escenario, con una gran sonrisa. Se acerca al director y estrecha su mano, mientras que con la otra toma el diploma. Sonríe hacía a él y luego se aleja, vuelven a aplaudir y se acerca a sus compañeros. –Entrecierro los ojos cuando el niñato besa su mejilla.
-Investiga a ese niño –murmuro hacia pablo —Asiente.
Coloco mis manos en mis bolsillos, mientras la observo sacarse la foto grupal.
-Eros –giro mi cabeza, que gusto verte aquí. Frunzo levemente mi ceño al ver a los padres de Bayolett, creí que ni siquiera sabían de esto.
-Alek –asiento hacía a él y luego hacia su esposa –¿Bayolett sabe que están aquí?
No estaba muy feliz la última vez que estuvo en su casa, dudo que aquí sea diferente.
-Somos sus padres, ¿por qué no estaríamos en su graduación?, suspiro y asiento –Me sorprende un poco verte a ti. No creí que se encariñarían tan rápido. –No usaría esa palabra.
-Mantengamos la imagen –me limito a decir, asiente. Giro mi cabeza hacia Bayolett, al mismo tiempo que se dirige hacia aquí, la emoción de su rostro disminuye un poco al verlos.
Me mira unos segundos y luego a ellos, se acerca.
-Hija –su madre se acerca a ella –. Que orgullo. Toma sus manos, Bayolett mira hacia su alrededor y luego a ellos.
-¿Puedo preguntar que hacen aquí? –frunce levemente el ceño
-Hija, no seas ridícula, somos tus padres miro a Alek, en cuanto dice eso –. Nunca nos perderíamos tu graduación. Lo miro unos segundos más y luego a ella, su mirada se coloca pensativa unos segundos.
-Disculpen –levanto mi mirada, un hombre con una cámara se acerca –¿Puedo tomarles una foto?, es para colocarlas en la sección de los familiares los padres de Bayolett asienten enseguida y lo siguen. Me acerco a Bayolett, hago lo posible de tomar su mano pero la aleja. Bajo mi mirada hacia ella.
-¿Tú los trajiste? –murmura, caminando hacia ellos.
-No –murmuro de vuelta.
Suspira.
Nos acercamos hacia donde empiezan a sacar las fotos, Bayolett se saca una junto a sus padres, fingiendo una sonrisa.
-Muy bien, ¿les parece los novios? –el hombre me mira –. Me serviría mucho a mi carrera –escucho que murmura. Suspiro y miro a Bayolett, me sonríe levemente y me hace seña. Me acerco y rodeo su cintura, miró hacia la cámara y sonrío levemente.
Me alejo en cuanto el flash sale, bajo mi cabeza hacia ella.
-No los traje susurro, me mira y simula arreglar mi corbata.
-Lo sé –susurra de vuelta. Asiento y acaricio su cintura, que estén aquí arruinó su ambiente.
-Muchas gracias –el fotógrafo se aleja Me mantengo en la mueca de concentración que tiene, haciéndome fruncir el ceño, algo curioso.
La observo de reojo teclear algo en su teléfono, suspiro mientras guardo el mío. Detallo sus piernas hasta su perfil, tan delicada.
-bayolett –murmuro, me mira –.Estás demasiado callada, ¿es por qué tus padres fueron? –suspira y guarda su teléfono.
-No –murmura, mira unos segundos hacia otro lado y vuelve a mirarme –Pero verlos ahí, si me causó molestia. Pero, me di cuenta, de lo que estoy haciendo –frunzo levemente el ceño.
-¿A qué te refieres? –me acerco. Lame sus labios, haciendo que mi atención se desvíe unos segundos.
-Cuando todo esto comenzó, lo del contrato, y lo de la convivencia. Tenía en claro que te haría la vida imposible –aprieta sus labios Estuvo cerca.
-Lo supuse.
-Pero, en vez de eso, se nos está metiendo demasiado el papel –parpadeo y frunzo más el ceño.
-No estoy entendiendo.
-Eros, que estoy siendo muy íntima contigo. Es decir, que hablemos, que follemos, etcétera. No lo veo correcto –niega con la cabeza. La miro unos segundos más y luego una risa se me escapa, esperando que diga que está bromeando.
-¿No crees que es un poco tarde para replantearte eso, Bayolett? –me coloco serio –Varias cosas ya sucedieron y te hice mi mujer así fueron las cosas por qué no pudimos controlar el deseo. ¿Qué tiene de malo eso? –Frunce el ceño.
-Cuando me hicieron firmar el contrato no dormí en toda la noche. Me sentí fatal, tenía varios planes y tener que actuar como una esposa los retrasó. Y ahora mismo pareciera que todo eso no importa, como si tú no hubieras creado ese contrato, poner esas reglas y hacerme vivir contigo –suspiro y miro hacia otro lado unos segundos.
-bayolett...
-Y créeme –me interrumpe –no me estoy victimizando, es la realidad. Y tampoco digo que pretenderé odiarte y empezar a escupirte la cara, pero no puedo seguir como si nada contigo.
-niega lentamente con la cabeza, parpadeo
-Entonces, ¿simplemente te alejarás de mí?
-Cumpliré plenamente lo del contrato –responde –. Ayer se publicaron las fotos de la playa, mi escuela tiene varias fotos tuyas del baile de graduación. Tu popularidad crecerá con eso, y eso es para lo que se supone que firme. Niego con la cabeza y me alejo, mirando hacia adelante.
-No estás siendo una pecadora por follar conmigo, Bayolett. Estas siendo dramática –frunce más el ceño.
-No espero que lo entiendas, pero sí que lo respetes –el auto se detiene, levanto unos segundos la mirada al ver la cantidad de luces, junto a la fuerte música. Hago una mueca y alejo la mirada.
-Y, no quiero que intentes golpearme el trasero –escucho como abre la puerta y la cierra. Aprieto mi mandíbula, mientras el auto vuelve a conducir. No me faltan ganas. Maldición, ¿por qué carajos entra la moralidad en todo esto?, todo estaba perfecto. Por fin había sentido lo que era estar con ella, había probado su cuerpo, ella estaba sintiéndose familiarizada conmigo. Había pasado a mirarme con una sonrisa cínica a sonreírme dulcemente. Ahora ni siquiera tendré las dos –Bufo.
¿Cree que podrá ignorarme?, ¿tratarme como un desconocido?, se lo propuso en su mente, pero no lo pensó demasiado bien. Sé perfectamente el efecto que tengo en ella, como reacciona ante mi tacto y a mi presencia. Esa será mi entrada para que vuelva a mí. Mientras tanto, tengo que asegurarme que no haga nada tonto.
-Envía a Pablo para que la cuide –ordeno al chófer. La cuide de esa gente, y la vigile que no haga nada estúpido.
-El uso de nuestros micros aumento un cuarenta por ciento este mes. A comparación con el mes pasado, es un gran avance. Señala la escala en la pizarra.
-¿Qué tal los aviones? –pregunto en voz alta, me mira y luego pasa la hoja solo un veinte por ciento. Pero, estamos trabajando en mejores avances para los jets. Mejor configuración, modelo, decoración, etcétera –asiento lentamente.
-¿Alguna clase de accidente, disturbio? –miro a todos en la mesa.
-Afortunadamente no, señor. El tema con el accidente de hace dos meses quedo perfectamente solucionado –asiento.
-Retiraron los cargos? –asiente –bien. Me levanto de la mesa y a los segundos me imitan, miro mi reloj
-Terminamos el control de esta semana, gracias a todos.
-asienten, toman sus cosas y salen de la sala. Marco el teléfono de Pablo, miro unos segundos que nadie entre y luego camino hacia la gran ventana, coloco una mano en mi bolsillo.
-Pablo. ¿Cómo va todo? –Escucho la fuerte música a lo lejos.
-Si le soy sincero, señor, la perdí –frunzo el ceño.
-¿Qué?
-La señorita estaba con su amiga, afuera. Pero hay demasiada gente, en un parpadeo desapareció. Suspiro y trato de relajar mis hombros.
-No quiero que quites el ojo de ella. Encuéntrala, comunícame de todo. Y procura que no te vea.
-Si, señor. –Corto la llamada.
Mantengo mi mirada en la ventana. No quiero enterarme que hizo alguna estupidez, si se esmera en no tener nada conmigo tal vez se le ocurra hacerlo con alguien más.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥