La historia de amor entre un vampiro y una bruja...en le medio hay una alfa que no va a permitir que ellos estén juntos...
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LA TENTACIÓN DE ADRIÁN
El grupo estaba agotado por el arduo viaje y las tensiones acumuladas. La fortaleza antigua había presentado desafíos imprevistos, y el avance hacia el Ojo de la Noche se había vuelto más complicado. Sin embargo, en medio del caos y la incertidumbre, Adrián se dedicaba a un plan oculto y peligroso.
En una noche tranquila, cuando la mayoría de los miembros del grupo descansaban, Adrián encontró el momento perfecto para acercarse a Elara. Ella estaba sentada sola en un rincón, contemplando el fuego que chisporroteaba en la hoguera.
Adrián se acercó con una expresión de preocupación y suavidad en el rostro.
—Elara, ¿puedo hablar contigo en privado? —dijo, su tono grave y persuasivo.
Elara lo miró con una mezcla de cansancio y curiosidad, y asintió, levantándose para seguir a Adrián hacia un rincón apartado de la fortaleza. El ambiente era tenso y el silencio profundo, creando un espacio adecuado para la conversación.
—¿Qué ocurre, Adrián? —preguntó Elara, su voz reflejando un cansancio palpable.
Adrián la miró intensamente, midiendo sus palabras.
—He estado pensando mucho en nuestra situación y en lo que hemos aprendido sobre la luna de Caelum. Su poder es significativo, y eso nos lleva a considerar cómo podemos fortalecer nuestro grupo y asegurarnos el éxito de la misión.
Elara lo miró con desconfianza, sintiendo que había algo más detrás de las palabras de Adrián.
—¿Y qué sugiere? —inquirió, cruzando los brazos.
Adrián se acercó un paso más, bajando la voz para darle un tono confidencial.
—Elara, hay algo que me preocupa. La conexión de Caelum con la luna puede ser una fuerza poderosa, pero también debemos considerar cómo asegurar nuestro linaje y el futuro de nuestra causa. He pensado en algo que podría beneficiarnos a todos.
Elara frunció el ceño, sin comprender completamente la dirección de la conversación.
—¿A qué te refieres?
Adrián tomó un respiro profundo antes de continuar, sus palabras llenas de una mezcla de encanto y determinación.
—La idea de asegurar un legado poderoso es esencial. He pensado que, si unimos fuerzas de manera más profunda, podríamos crear un heredero que posea una combinación de nuestras fortalezas. Lo que sugiero es que tú y yo... tengamos un vínculo más cercano.
Elara lo miró, su sorpresa evidente.
—¿Qué estás insinuando, Adrián?
Adrián bajó la mirada, hablando con una mezcla de sinceridad y persuasión.
—Elara, tu poder y tu conexión con la misión son invaluables. Al formar una unión, podríamos asegurar una descendencia que combine lo mejor de nuestras habilidades. Esto no solo fortalecería nuestro linaje, sino que también garantizaría que el futuro de nuestra causa esté protegido y sea más potente.
Elara se quedó en silencio, asimilando la propuesta de Adrián. La idea de formar una unión íntima para crear un heredero poderoso era una propuesta tentadora pero profundamente desconcertante. A pesar de la atracción que Adrián podría ejercer, la propuesta de un vínculo más allá de lo emocional la dejaba confundida.
—¿Estás diciendo que quieres hacer esto solo por el poder y el legado? —preguntó Elara, su voz temblando de indignación.
Adrián se acercó un paso más, su tono intentando ser tranquilizador.
—No es solo por el poder. Es también por la causa que compartimos. Un heredero fuerte aseguraría que nuestra misión no se pierda con el tiempo. Si estamos unidos, podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.
Elara sintió una mezcla de enojo y confusión. El pensamiento de ser parte de un plan tan calculado y distante de la genuina conexión emocional que había buscado era perturbador.
—Esto no puede ser simplemente una cuestión de estrategia —dijo Elara con firmeza—. Si hay algo real entre nosotros, debería ser basado en algo más que solo un plan para crear un heredero.
Adrián se dio cuenta de que su propuesta había generado una respuesta negativa y que su plan podría estar en peligro. Intentó suavizar su enfoque.
—Elara, lo que propongo es para el bien mayor. Pero si no estás de acuerdo, lo entenderé. Sin embargo, debes considerar la importancia de lo que estamos haciendo y cómo puede afectarnos a todos.
Elara lo miró con determinación, sabiendo que debía tomar una decisión sobre cómo enfrentaría la propuesta de Adrián. Aunque la idea de un legado poderoso y un futuro asegurado era tentadora, su necesidad de una conexión genuina y de integridad en sus relaciones era más fuerte.
Finalmente, Elara se levantó, su rostro resuelto.
—Lo siento, Adrián, pero no puedo aceptar esto. Mi decisión sobre mi vida y mis relaciones no debe ser dictada por un plan estratégico. Necesito tiempo para pensar en lo que esto significa para mí y para nuestro grupo.
Adrián observó cómo Elara se alejaba, comprendiendo que su plan no había salido como esperaba. Aunque el deseo de controlar la situación y asegurar un futuro poderoso seguía siendo su objetivo, el rechazo de Elara le recordó que las relaciones genuinas y la integridad personal eran más complicadas de lo que él había anticipado.
Mientras Elara se retiraba a un lugar tranquilo para reflexionar, el grupo continuaba enfrentando desafíos y profundizando sus lazos. La propuesta de Adrián había abierto una brecha en la dinámica del grupo, y la verdadera prueba de sus relaciones y lealtades estaba aún por venir.