Mi Hermana Gemela

En la madrugada Sebastián se despertó y fue a la cocina por un vaso de agua y yo aproveché y salí de la habitación así escondiéndome en la habitación de al lado, cuando Sebastián entro a la habitación noto que yo no estaba acostada, yo salí de la otra habitación para irme a la mía y en eso Sebastián vuelve a abrir la puerta viéndome caminar de puntas para que él no me escuchara.

Sebastián: ¿qué haces?

Estefany: yo... Solo iba a mi habitación.

Sebastián: ¿estábamos muy cómodos juntos, ¿por qué no vuelves a mi habitación?

Sebastián: Estoy acostumbrada a dormir sola y me imagino que tú también lo estás.

Sebastián: en realidad me gusta más dormir con tu compañía.

Estefany: Está bien, Pero solo será por hoy y no volverá a pasar hasta que nos casemos.

Sebastián: Supongo que puedo esperar un día más.

Cuando nos acostamos Sebastián me abrazo muy fuerte, poniéndome en posición de cucharita y en ese momento me hace una pregunta.

Sebastián: Quería decirte que a pesar de lo borracho que pueda estar siempre recuerdo todo, quería saber si fue verdad cuando me dijiste que me amabas o solo lo dijiste por qué estaba borracho.

Estefany: Claro que lo dije en serio, te amo Sebastián aunque tengamos poco tiempo de conocernos y no te lo demuestre.

Sebastián: supongo que más de un año sigue siendo poco tiempo para ti, yo también te amo María, de verdad discúlpame por ser un imbécil todo este tiempo

Estefany: sí, vamos a dormir.

Escucharlo sincerarse me destroza por qué es obvio que este lugar lo debería estar ocupando María y no yo, el ama a María no a mí.

Ya amaneció y me fui de la habitación de Sebastián a primera hora de la mañana y en este momento me encuentro dentro de la bañera, con agua tibia y mucha espuma.

Al salir del baño paso a la cocina a desayunar con Sebastián, todo el día fue bastante tranquilo a excepción de terminar los preparativos para la boda y comprar un vestido.

Vendedora: Como es su vestido soñado, nosotros volvemos sus sueños realidad y cuál es su presupuesto.

Estefany: Dame cualquier vestido que me quedé y solo dime lo que cuesta.

Después de terminar con todo ya eran las 7 de la noche.

Sebastián llegó de su oficina muy molesto.

Estefany: ¿qué te sucede?

Sebastián: Mi mejor amigo vendió sus acciones para tener más "tiempo en familia" Ese idiota ni siquiera fue capaz de decirme a quien fue.

Estefany: Vale cálmate, no te preocupes, no es algo tan grave, deberían apoyar a tu amigo en esta decisión.

Sebastián: No es tan fácil, si tan solo lo hubiera consultado yo mismo se las hubiera comprado así las acciones estarían seguras por si algún día él querría volver, Pero se le ocurrió venderlas a una total desconocida, solo me dijo que será nuestra inversora en uno de nuestros proyectos más grandes actuales, pero nadie la conoce.

Estefany: todo se va a solucionar.

Sebastián me agarró rápidamente por la cintura y me beso desenfrenado.

Sebastián Estoy algo estresado, necesito que me ayudes con eso y con otra cosa que tengo días aguantando.

Estefany: No podemos hacer eso Sebastián

Sebastián: ¿Por qué no? Por días María soy tu prometido, antes todo era falso, Pero ya nos sinceramos, ya se qué me amas y yo a ti no entiendo que te lo impide.

Estefany: Mañana nos casamos, quisiera esperar hasta la luna de miel.

Sebastián ¿Me estás hablando en serio? ¿Lo hemos hecho más de las veces que puedo contar y ahora me dices que quieres esperar para la luna de miel?

En ese momento la sangre me hirvió y le di una cachetada tan fuerte que él solo se sobó la mejilla y sin decir una palabra se encerró en su despacho

Sé que fue una reacción sin sentido, pero para mí este imbécil me estaba hiriendo los sentimientos al decirme que se había acostado con mi hermana más veces de las que puede contar, sé que él no lo sabe, Pero no puedo evitar sentir coraje, ya no sé si evito que me toque por mi lunar o por qué no puedo imaginarme en su cama después de saber que mi hermana estuvo hay.