Ellas eran muy buenas amigas, ambas se conocieron en un set, ellas querían llegar a ser actrices de telenovelas, y ¿por qué no?, actuar en alguna película.
Pero el destino les tenía preparada una jugarreta, que nadie se esperaba. Esta historia es completamente sacada de mi imaginación, de modo que todos los personajes, pasajes y nombres, son totalmente ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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Sin ánimos para nada.
Amor, ayer te esperé hasta tarde, ¿dónde andabas?, dijo Kim después de que vio a Noé abrir los ojos.
Perdóname, amor, había mucho tráfico, y después se le ponchó una llanta al coche, pasé las de Caín, amor. Mientras le cambiaban la llanta me metí a un bar y se me fue el tiempo.
Kimberly lo vio, pero algo le decía que él le estaba mintiendo, sin embargo, no dijo nada.
Lo notaba muy raro, pero aún así decidió callarse por el bien de su matrimonio.
Prepararé el desayuno, dijo él a modo de disculpa. Pero primero me daré una ducha.
Kimberly no dijo nada. Se levantó y fue al armario a buscar ropa limpia para ducharse después de su esposo.
Cuando Noé salió de la ducha se vistió y fue a la cocina a preparar el desayuno.
Mientras, Kimberly entró al baño, algo le decía que no debía confiar, pero el amor que le tenía a Noé era más grande que su desconfianza.
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El desayuno que le hizo su marido quedó a pedir de boca.
Gracias amor. Todo estuvo muy rico.
Qué bueno que te haya gustado, lo hice especialmente para ti.
(Dicen que mientras más grande sean las atenciones o el regalo, así de grande es la culpa).
¿Me llevas al set, por favor?
Sí, claro. Pero, ¿por qué estás tan seria?
Lo que pasa que me duele mucho la cabeza mi amor, pero al rato se me quita.
Tómate el medicamento que te dio el doctor, dijo que eso no le afectaba al bebé.
Sí, eso es lo que voy a hacer.
Bueno, cuando estés lista me dices para llevarte.
Dos minutos después, ella estaba ya lista para ir a trabajar.
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Iratí le dirigió una mirada furtiva a Noé y después se dirigió a su amiga, qué bueno que ya estás aquí, amiga, debemos empezar con el programa porque ya faltan cinco minutos para que salga el aire.
No te preocupes, ya estoy lista.
En cuanto terminó em programa, Itatí le preguntó a Kim.
¿Te pasa algo, amiga?, te noto muy seria y desmejorada.
No, solo que estoy muy cansada, mi embarazo me quita muchas energías.
Itatí abrió la boca sin disimular su asombro. No sabía que estabas embarazada. Felicidades.
Gracias.
¿Me invitas a comer a tu casa?, Itatí le dijo a su amiga.
Claro, hoy mi esposo cocina.
Espero que no nos vaya a intoxicar.
Jajajaj, qué ocurrencias las tuyas. Mi esposo es muy buen cocinero.
Bueno, si tú lo dices.
Le voy a marcar a Daniel para avisarle que llegaré tarde.
Está bien, mira ahí viene mi esposo.
Mientras iban en el coche Itatí le marcó a su esposo.
Ya está, él va a pasar por mí más tarde.
Bueno, ya verás que buena comida prepara mi esposo.
Me imagino, muero por probar um bocado de él.
Kimberly no entendió bien lo que quiso decir su amiga, pero no le tomó importancia.
Las piezas del rompecabezas aún no habían encajado bien.
Rato después, Noé llevó las ollas con la comida a la mesa, y cada quien se sirvió. Comieron en silencio, de vez en cuando Itatí miraba de reojo a Noé. A su vez, Kimberly miraba a Itatí por el rabillo del ojo, al igual que a su esposo.
No había nada anormal en ellos. Bueno, según Kim.
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Dos meses después, Kimberly se sentía más cansada que nunca, el embarazo le robaba las energías, al igual que el cáncer.
Pero debía aguantar "vara", porque por el momento no podía hacer nada hasta que naciera su hijo.
Su marido estaba más distante, ya casi no le hacía caso, se le veía muy distraído. Como fastidiado por la situación que estaban viviendo.
¿Quieres que te lleve al doctor, amor?
Estoy bien, gracias, solo estoy un poco cansada.
Recuéstate un rato. Es normal que estés cansada si acabas de llegar del set.
*Flashback*
Algo que no se dieron cuenta.
¿De dónde vienes a esta hora?, estaba muy preocupado por tí, pensé que te había pasado algo.
Ay, ¿qué me iba a pasar?, fui con unas amigas y se me fue el tiempo.
No me quieras ver la cara, yo solo te conozco una amiga.
Estoy en el set, ahí uno conoce mucha gente, conocí varias chicas y nos fuimos de antro.
Daniel la vio, pero no encontró nada anormal en ella, ni siquiera una seña de nerviosismo. Optó por creerle. Ella se fue al baño y se dio una ducha. En su mente repasaba los momentos vividos con su amante ese mismo día.
Al pensar en todo lo que hicieron se excitaba más. Le gustó la manera en que él la tocaba.
Se sentía como en las nubes, nada ni nadie le echarían a perder ese momento.
*Fin del flashback*.
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Amor, ¿quieres cenar algo?, Noé la vio preocupado porque ella no se quería levantar de la cama.
No le quedó más opción que llevarla a que la viera el docor.
El doctor que la estaba atendiendo le dijo que no se podía hacer nada hasta que naciera su hijo, ya que las quimioterapias le podían hacer daño.
Solo déjela descansar.
Doctor, ella trabaja en un programa, no puede faltar.
Yo les aconsejaría que llevaran el set a su casa, así descansa y no pierde sus programas.
Me parece bien, ¿qué opinas, amor?
No es necesario, me puedes llevar y traer, ahí hay sillones, o me puedes llevar en silla de ruedas.
Bueno, ya veremos, por lo pronto, mañana no irás, yo aviso a tu jefe.
A Kimberly no le quedó más remedio que aceptar.
Está bien, pero solo mañana.
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Kimberly se despertó muy animada esa mañana, al parecer se sentía bien, aunque el cáncer ahí estaba, ella trataba que eso no repercutiera en su estado de ánimo.
Su esposo ya había preparado el desayuno, y se lo llevó a la cama.
Ella comió con avidez, el hambre la traicionaba.
Noé comía con ella, pero más tranquilo.
No sabía qué hacer para hacerle más llevadera su situación, pero las cosas asi estaban y no había más nada qué hacer. Solo cuidarla y que pueda descansar.
Gracias, amor, estuvo muy sabroso tu desayuno.
Qué bueno que te gustó. No sabía qué prepararte.
Hoy me quedaré contigo viendo películas, haré palomitas.
Me agrada la idea.
ya ni ganas de seguir leyendo