En los barrios tranquilos y misteriosos de Seúl, una chica llamada Jiwoo ha pasado su vida observando desde las sombras. Jiwoo siempre ha sido reservada, pero esconde algo más que timidez. Un incidente oscuro y olvidado en su adolescencia que moldeó su obsesión por los secretos de los demás.
El regreso de Hyunwoo, su vecino de la infancia, despierta en ella una curiosidad peligrosa. Años atrás, Hyunwoo desapareció abruptamente tras un escándalo que sacudió al vecindario, y su reaparición está rodeada de rumores y silencio. Algo en su mirada parece llevar el peso de un pasado más oscuro del que Jiwoo imaginaba.
Guiada por su instinto obsesivo y un deseo inexplicable, Jiwoo comienza a seguirlo, adentrándose en un mundo de crimen, mentiras y un trastorno psicológico que ha permanecido latente en ambos. Mientras Jiwoo se acerca a la verdad, también empieza a descubrir más sobre sí misma, desenterrando recuerdos reprimidos y enfrentando su propia sombra.
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Reflejos y cicatrices
El colgante descansaba en la palma de Jiwoo, su superficie agrietada reflejando la luz de la lámpara del comedor. Estaban de vuelta en la casa de Hyunwoo, ambos exhaustos, pero incapaces de dormir.
—Esto nunca se había roto antes —dijo Jiwoo, girando el colgante entre los dedos. Era un diseño sencillo: un círculo de cristal con un grabado que parecía un símbolo antiguo. Su abuela lo había descrito como un amuleto de protección, pero ahora Jiwoo dudaba de su verdadero propósito.
—Ese espejo no era normal —dijo Hyunwoo, apoyado contra la mesa con los brazos cruzados—. No reflejaba la realidad. Mostraba algo más.
Jiwoo levantó la vista, sus ojos encontrando los de Hyunwoo.
—¿Crees que el colgante... reaccionó al espejo?
Hyunwoo asintió lentamente.
—Es posible. Si tu abuela te dio esto para protegerte, tal vez tiene un propósito más grande.
Jiwoo miró el colgante nuevamente.
—Nunca me dijo mucho sobre él, solo que era especial y que debía cuidarlo. Pero ahora me pregunto... ¿y si ella sabía algo que yo no?
Hyunwoo se enderezó.
—¿Crees que podría haber más información en tu casa?
Jiwoo pensó por un momento antes de asentir.
—Mi abuela siempre guardaba cosas en una caja vieja. Podría haber algo ahí.
Esa misma noche, Jiwoo y Hyunwoo regresaron a la casa de Jiwoo. Mientras ella buscaba en el ático, Hyunwoo vigilaba desde la ventana, todavía inquieto por lo que habían encontrado en el bosque.
Finalmente, Jiwoo encontró lo que estaba buscando: una caja de madera desgastada con un candado oxidado. Bajó al salón, donde Hyunwoo la esperaba.
—¿Y esto? —preguntó él, señalando la caja.
—Era de mi abuela. Siempre la mantenía cerrada, pero creo que ahora es el momento de abrirla.
Con un poco de esfuerzo, lograron romper el candado. Dentro había una serie de papeles viejos, fotografías en blanco y negro, y un libro cubierto de polvo. Jiwoo tomó el libro, sus manos temblando ligeramente.
El título estaba escrito en caracteres antiguos, pero en una esquina había un símbolo idéntico al del colgante.
—Esto tiene que ser importante —dijo Hyunwoo, inclinándose para mirar.
Al abrirlo, encontraron una serie de diagramas y textos que describían rituales, símbolos y advertencias sobre entidades desconocidas. Entre las páginas había un dibujo de un espejo con el símbolo del colgante grabado en su marco.
—Es el espejo que vimos en el bosque —dijo Jiwoo, sintiendo un escalofrío.
Hyunwoo señaló una anotación en la página.
—"El Sool" —leyó—. Dice que es un portal.
—¿Un portal a dónde? —preguntó Jiwoo.
Hyunwoo siguió leyendo.
—"A un plano entre lo humano y lo espiritual. Un lugar donde las almas se pierden y las sombras cobran vida".
El silencio llenó la habitación mientras ambos procesaban lo que acababan de descubre.
Hyunwoo continuó hojeando el libro, buscando más pistas. Finalmente, encontró una sección que hablaba de amuletos de protección.
—Aquí está —dijo, señalando un dibujo que era idéntico al colgante de Jiwoo—. Dice que está hecho para proteger a quien lo lleva de las influencias del otro lado.
Jiwoo frunció el ceño.
—Pero si se supone que me protege, ¿por qué se rompió?
—Tal vez porque te acercaste demasiado al portal. —Hyunwoo la miró con seriedad—. O porque ya no puede protegerte completamente.
Jiwoo apretó el colgante en su mano.
—¿Crees que el Guwi está usando el espejo para llegar a nosotros?
Hyunwoo asintió.
—Y creo que la conexión contigo no es una coincidencia. Este colgante, el espejo, el bosque... todo está relacionado contigo de alguna manera.
Jiwoo sintió que el peso de la verdad la aplastaba. Había algo oscuro en su pasado, algo que aún no entendía por completo, pero que parecía estar saliendo a la superficie.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó.
Hyunwoo cerró el libro con un golpe seco.
—Volvemos al bosque. Pero esta vez, no solo vamos a buscar respuestas. Vamos a encontrar una manera de destruir ese portal antes de que sea demasiado tarde.
Antes de irse, Jiwoo notó algo en el fondo de la caja: una carta dirigida a su madre, escrita por su abuela. La carta decía:
"No temas el colgante. Protegerá a quien lo lleve, pero recuerda que cada protección tiene un límite. Si el espejo aparece, será una señal de que el peligro está cerca. Y si eso sucede, ten cuidado con lo que Jiwoo sueña. Sus sueños podrían no ser solo sueños."
Jiwoo leyó las palabras en voz alta, su voz temblando. Hyunwoo la miró, preocupado.
—¿Tus sueños? ¿Qué significa eso?
Jiwoo se llevó una mano a la frente, recordando las pesadillas de su infancia. Las imágenes del bosque, la figura oscura, el sonido de los susurros... todo parecía encajar de una manera que no podía ignorar.
—Creo que el Guwi ha estado en mi vida mucho más tiempo del que pensaba.