¿Que Sucedio Con Debora Ferrer?

Capítulo 17:

Luego de ingresar al consultorio de Dr. Gutiérrez, ambas mujeres se pusieron cómodas, varios minutos transcurrieron hasta que el doctor se hizo presente con una gran sonrisa y cerró la puerta de su consultorio para decir

-Lo siento por hacerlas esperar, Buenos dias señoritas Ricci.

Las dos saludaron cortésmente, pero victoria recordó las palabras de su hermana

"¡Por qué ese doctorcito está más que buenísimo!, es un papucho, su cara parece tallada por los mismos ángeles".

Se sonrojó como una colegiala, pero para que negarlo, ¡era muy hermoso!

-Disculpe, ¿se encuentra usted bien Victoria?

Victoria salió de su trance al ver como el Dr. y su hermana la miraban ¡Qué vergüenza! Se apresuró en decir

-¡Si Dr.! Este...¿Podría repetirme que es lo que estaba diciendo?

Débora puso su mano en la cara, ¡era más que obvia! Luego de esto le enseñaría un par de truquitos a Victoria

-De acuerdo, entonces prosigo con más detalles. Contesto inocentemente el Dr.

(¡Qué estúpido que es! ¿A caso no se da cuenta?) pensaba Débora.

-Por lo que veo aquí tu encefalograma se encuentra normal, pero ¿has recuperado tus recuerdos Elizabeth?

¡MIERDA! ¿¡QUE DEBÍA CONTESTAR?! Rápido dijo

-No, Dr. lo siento. Agacho su cabeza

-No te preocupes hermanita, a pesar de que no nos recuerdes, nosotros te amaremos siempre y ahora tu recuperación física es más lo más importante. Por favor Dr. continué

-Según en tu expediente Elizabeth, se te colocaron clavos de acero en tus piernas, vamos a ver…

El doctor se levantaba de su asiento con las placas de rayos x  para poder apreciarlas mejor en la máquina para  y siguió diciendo

-La reconstrucción fue muy laboriosa para no decir que fue realmente muy complicada, pero gracias a que aquí trabajan médicos realmente muy buenos...

-Ya vaya al grano doctor... Dijo Débora

-Shhh, Elizabeth no seas impaciente, deja que el doctor termine de hablar. Exclamo su hermana

-Lo siento, señorita Ricci, es que realmente la reconstrucción fue difícil y que además debió ser muy dolorosa, y al ver los demás resultados, aparte de la radiografía, ahora mismo puedo designar el tipo de terapia que recibirá…

-¿Y cuál es Dr.? Nuevamente Victoria preguntaba

-Ya Victoria, no me digas así. Sabes que puedes decirme Alejandro...

Victoria asintió un poco incómoda

-Bien, utilizaremos una técnica llamada hidroterapia, por lo que a partir de mañana a esta misma hora Elizabeth comenzaremos, deberás traer traje de baño para poder cambiarte

-De acuerdo, podría explicarme un poco más con detalle de que se trata esa terapia?-

-Por supuesto, Elizabeth, como ya sabes, tus piernas están demasiado débiles, porque al estar tanto tiempo sin usarlas, los músculos de estas se han atrofiado y no tienen la suficiente masa muscular ni siquiera para poder sostener tu propio peso. Esta terapia consiste en que el agua de la piscina te ayudara poco a poco, por supuesto que comenzaremos con ejercicios livianos para que tus piernas comiencen a ganar la masa muscular que necesitas primeramente para poder sostenerte por ti misma sin la ayuda de muletas

-¿Ejercicios de qué tipo?

-Son muy parecidos a los que se usan cuando se aprende a nadar, harás pequeños pasos en el agua, flotaras y por último nadaras suavemente, luego de cumplir con estos objetivos pasaremos a la parte final que es la de aprender a caminar.

-¡Genial! Eso es muy sencillo. Contesto segura Débora.

Alejandro fue muy sincero en decirle

-Le tomará bastante tiempo a tu cuerpo, adaptarse a esto, recuérdalo. No te presiones. Ten en cuenta que las recuperaciones pueden demorar meses o incluso años dependiendo del paciente.

-Sí, entiendo. Con respecto a los dolores, anoche me costó dormir ¿Podrá recetarme algo para eso?

-Puedo recetarte un sedante.

El doctor comenzó a escribir en un papel el medicamento apropiado para la joven y le extendió el papel a Victoria observándola con ¿amor? Ella lo tomó, pero ni siquiera le presto atención, Alejandro volvió a mirar a su paciente y claramente advirtió.

-Es un sedante muy fuerte, deberás tomar 1 cápsula antes de dormir, esto te dará 8 horas de descanso sin perturbar tu sueño. Pero si llegas a consumir más de la dosis indicada podrás quedar inconsciente de inmediato o en el peor de los casos morirías por una sobredosis¿Me entiendes?

Ohhhh, dijeron ambas mujeres mientras se miraban entre sí, era algo serio si no tomaba en serio las palabras de su médico, rápido, Débora dijo.

-De acuerdo Dr. Gracias

El doctor miró su reloj y supo que debía terminar la cita y por eso habló

-Bueno, señoritas, con esto doy terminada la sesión, mañana vengan a la misma hora, pero no hasta aquí. Si no dirijan hacia donde está la sala de terapia que se encuentra en la parte de atrás del hospital, mi colega, el Dr. Salvattore te ayudara mucho.

Débora frunció su ceño, ¿A caso no era él, el Dr. que llevaba su caso?

Cuando lo vio levantarse para abrir la puerta dijo

-¡Espere! ¿Dr. por qué su colega va a ayudarme y no usted? ¿A caso se asustó con mi caso? ¿Es irremediable el daño que tengo?

Débora había entrado en un estado de alerta ¿Si él no la iba a ayudar, por qué su colega si? Victoria se asustó también, no esperaba que Alejandro fuera capas que abandonar un paciente. Pero al escucharlo reír, él les dio a entender que era, por otra cosa, Alejandro rio por las ocurrencias de esa niña ¿Cómo podía explicarle a Elizabeth que prácticamente su colega prometió desollarlo si no le entregaba su caso? Al ver como las mujeres lo observaban atentamente, suspiro y dijo

-Porque él me lo pidió.

¿? ¿?

Victoria, al igual que su hermana, se miraban confundidas y así salieron del consultorio, Victoria empujaba la silla de ruedas lentamente, Débora al notar el silencio entre ellas se animó a preguntar

-Victoria, a caso sabes quien es el Dr. Salvattore?

-Su apellido me suena conocido, pero no recuerdo quien es. Vamos, aún debemos ir a la farmacia a comprar tu medicamento, luego le diré a Jorge que nos lleve a una tienda deportiva a elegirte el traje de baño que deberás usar.

-Por favor que no sea rosa.

No importaba la situación, Elizabeth realmente con sus comentarios fuera de lugar la hacía reír y asintió.

Luego de unos minutos haciendo fila, Victoria pagó y salió de entre el montón de gente que había, moviendo la bolsa que contenía el medicamento, Débora que estaba a unos metros lejos de la fila, levantó su pulgar en señal de aprobación. Victoria llamó al chofer para que viniera a buscarlas, este no tardo demasiado e hicieron el mismo movimiento de esta mañana, le dijo a julio que debían ir a una tienda deportiva a comprar las cosas que necesitaba Elizabeth y este dio inicio al viaje, Débora recordó algo.

-Victoria...

-Si, Lizi ¿que ocurre?

-Tú me dijiste que me llevarías al lugar que yo quisiera ¿Verdad?

Victoria suspiró y pregunto

-¿A dónde quieres ir?

-Al cementerio Local...