Quien imaginaria que en un contrato no solo vendes tu vida si no también tu alma?
Rebecca Smith, una mujer bella, inteligente y con gran determinación, decide buscar a su misterioso padre Antonio Cipriani, luego del fallecimiento de su madre.
no tiene idea de quién es, ni que está apunto de convertirse en la futura heredera de las empresas Cipriani. Pero está herencia no solo estará destinada a quitarle su libertad, si no que también será vendida al mejor postor.
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CAPITULO 17- EL CONTRATO
todo estaba pasando muy rapido, mi padre ya pensaba cambiar mi apellido, el testamento e incluso cambiarme de casa.
por un lado estaba feliz por la aceptación de mi padre, pero sabia que una parte de mi se moria de tristeza por Nicolás. Que difícil era toda esta situación, habia recuperado a mi padre, pero habia perdido a un hombre que realmente me gustaba.
los dias pasaron y no me atrevi a pasar por la oficina, habia hablado con papá varias veces, e incluso le hice llegar varios informes por correo, habia tratado de llamar a Nicolás para aclarar la situación, pero jamas me contesto.
me aterraba ir a la empresa y que me hiciera un desprecio en publico, no soportaria tanta humillación. Asi que decidi ir a la casa de papá, sabia que el vivia ahi, y podia encontrarlo y hablar civilizadamente, tenia que hacerme escuchar era mi última oportunidad, después de eso podia odiarme si el asi lo deseaba, yo solo queria que supiera como fueron las cosas.
-Buenas noches señorita- me indico el ama de llaves. -que puedo hacer por usted?
-me podria comunicar con el sr. Nicolás?- casi le suplique.
-el joven Nicolás esta ocupado señorita...
-Nana, quien es?- escuche decir a Nicolás a la señora que me atendia.
-joven, una señorita lo busca... pero le he dicho que usted no podia atenderla en estos momentos...
-Nana, lleva a la señorita a mi despacho, creo que esto podria ser interesante.- dijo Nicolás con un tono de amargura.
la señora me llevo hasta un pequeño despacho que estaba debajo de las grandes escaleras de la casa.
entre un poco dudosa y me quede de pie hasta que Nicolás se digno a entrar, y me invito a sentarme en un mueble q decoraba el pequeño despacho.
-para que has venido?- me pregunto muy serio.
-necesito explicarte que paso, dejame contarte todo- le pedi con desespero.
-no tienes nada que decirme, mi mamá se encargo de aclararme todo. No puedo creer lo oportunista que eres.
no sabia que le habia dicho mi abuela, pero podria jurar que no era nada bueno.
-por que me mentiste?-
-yo trate de decirte pero..
-no insististe lo suficiente REBECCA- dijo mi nombre como si estuviera tragando veneno.
-lo siento, trate pero no me dejaste... necesito que me escuches Nicolás por favor - le suplique
-calla de una vez maldita mentirosa. yo... yo te... ya no importa, me mentiste y eso jamas lo perdonare.
-pero....
-largate de mi casa Rebecca si es que de verdad te llamas asi. -me dijo con tal desprecio que me rompio el alma.
me levante y camine hacia la puerta, cuando tenia la mano sobre el picaporte me detuve.
-pense que entre nosotros existia algo mas que una simple noche pero me equivoque-le dije con las lágrimas amenazando por salir.
-que dijiste?...
-lo que escuchaste, crei que podrias sentir algo por mi, como yo lo siento por ti pero me equivoque.
-pero es que tu....
-ya no digas mas Nicolás, si me quisieras me dejarias darte mi version, pero te reusas a escucharme... para mi quedo todo claro.
y diciendo esto me marche, habia olvidado lo que se sentia tener un corazon roto.
-ooh tuuu- escuche decir desde lo alto de la escalera.
al parecer tambien habia olvidado que mi abuela vivia ahi.
-disculpeme ya me iba..
-espera cariño, me gustaria hablar contigo.
esto me parecia algo muy malo, ella no gustaba de mi, asi como tampoco gusto de mi madre.
-sígueme por favor.
subi en silencio y la segui hasta la habitación.
-que quiere señora? - le dije sin animos.
-verás, no puedo poner en duda que seas hija de Antonio, el no me lo perdonaria, creia ciegamente en tu madre y yo no puedo manipularlo a el..
-y eso que tiene que ver conmigo?
-se que al igual que tu madre estas encaprichada con mi hijo NICOLÁS -dijo haciendo énfasis en su nombre.
-pero el no quiere saber nada de mi.
-si lo se, me costo mucho menos que Antonio convencerlo de que no valias la pena. Sin un aliado a tu lado no podras hacer mucho.
-por que lo hizo...-pregunte con la iria fluyendo en mi ser.
-tu no seras feliz, al igual que tu madre perdio el amor de su vida y murio triste y sola. Seguiras exactamente sus pasos, y por otro lado eres su sobrina, no te has detenido a pensar que seria un gran escándalo.
-el no es de mi sangre....- le dije apretando dientes para no abofetearla.
-ja ja ja- rio amargamente- lo se pero casi nadie conoce ese secreto. pero bien, te tengo un pequeño trato.
recorde en ese momento el relato que me habia dicho mi madre antes de morir.
-no hare ningún trato con usted, menos si es a renunciar a mi papá. -le dije firmemente.
-yo no hare tratos sobre tu padre, te he dicho que no me pondré en su contra niña tonta...-dijo un poco exaltada.
-mi hijo Nicolás en cambio me parece ideal para hacer negocios no crees tu?- me dijo con esa mirada de una vibora que tiene atrapada a su presa.
-tendras el apellido, obtendrás un porcentaje de las empresas, no me agrada pero lo aceptare, pero no tendras a Nicolás..
-el es mayor ABUELA, creo que puede defenderse y decidir por si mismo- me defendi.
-admiro tu valor, pero se te olvida que yo lo adopte porque no habia un heredero, cosa que ahora si hay, asi que si no renuncias a el, lo mandare directo de donde lo saque
-no te atreverias, es tu hijo..
-no es mi sangre cariño, es un bastardo callejero hijo de una drogadicta que abusaba de el... yo lo rescate y tu lo volveras a condenar a ese mundo de perdicion.
me quede helada al conocer esa parte que todos desconocíamos.
-bueno cariño puedes retirarte, supongo que lucharas por el aunque le condenes la vida- dijo caminando hacia la puerta.
-espera... de que se trata el contrato?
-sabia que eras inteligente Rebecca, veras firma y ya esta listo es todo lo que debes hacer.
-quiero saber que es lo que estoy firmando.
-estarás renunciando a Nicolás, y firmaras una clausula de matrimonio con Victor Hozta, nuestro nuevo socio. y por último una clausula de silencio.
-yo renuncio a Nicolás, pero no me casare con Victor- le adverti
-claro que si, y a cambio de eso yo hablare con Nicolás para que por lo menos te vea como una amiga, creo que es un trato justo.
En ese momento Nicolás toco la puerta de la habitación
-mamá, podemos hablar.?
-cariño estoy...mmm ocupada, pero de que se trata?
-nada disculpa... mmm bueno queria decirte que tenias razon.
-razon con que cariño?- le respondía mi abuela sin abrir la puerta.
-sobre ella ...- senti que mi corazon se detenia
-por que cariño- respondio mi abuela con suficiencia.
-vino a confundirme... uso como excusa mis sentimientos por ella...- juro que sentia que lloraba.
-cariño, dame un minuto quieres? y hablamos mejor.
-ok, - dijo mientras se escuchaban sus pasos alejarse por el pasillo.
-si me disculpas cariño, debo atender a mi hijo, por que alguien le rompio el corazon.- su sonrisa era de triunfo, sabia que no permitiria que el estuviera peor.
-donde firmo?
15 minutos mas tardes estaba sentada en mi auto, llorando desconsoladamente, con una carpeta roja que contenia las clausulas del contrato que habia hecho con mi abuela.
mire una vez mas esa gran ventana, donde hacia un momento estaba asomado Nicolás, y trague mi amargo trago.
-acabas de ganar una batalla pero no ganaras la guerra Abuela.!
Novel ganó el
Malo y hasta una muerte buena tuvo
De idiota que su madre renunciando te pasas