El Es Mi Hijo

Ivyn se quedó quieta al escuchar al hombre frente a ella, este parecía un joven de unos veinte cuatro años piel morena, cabello castaño y ojos dorados, entre nerviosa siguió mirando a su alrededor.

-Estoy buscando aloe vera estoy segura que había un poco alrededor de la mansión.

-Eh, si creo que hay por aquí venga conmigo pero ¿para que lo necesita?

Pregunto Oscar mientras observa a Ivyn nerviosa.Al paso de unos segundos encontraron el aloe vera e Ivyn se despidió sin responder a la pregunta del caballero mientras corría a la cocina.Al llegar tomo una mata de perejil los dos cuencos un mortero, y los paños que le había pedido con anterioridad a la cocinera, al llegar al ático vio a Joseph quien seguía comiendo las galletas que ella había preparado el día anterior.

-Ivyn ya llegaste, pensé que te demorarías mas ¿Qué paso?

-Nada señorito, por favor coma tranquilo sí.

Dijo Ivyn mientras se agachaba en el piso y ponía todo lo que había llevado, Joseph miro a Ivyn bastante preocupada mientras molía el perejil en uno de los cuencos y sacaba el gel de aloe vera de las hojas de la planta, luego metía todo en uno de los cuencos y lo revolvía moliendo todo junto, Joseph intrigado la observo “quizás es algo para comer” pensó este mientras de la nada noto que Ivyn tomo los paños de gasa los corto en pequeños trozos y luego los sumergió en la mescla.

-Ivyn ¿Qué haces?

Pregunto este mientras Ivyn se concentraba en lo que estaba haciendo, luego de la nada ella se levantó observando a Joseph y camino hacia el mientras este soplaba sobre su brazo ya que aun sintia caliente las partes de sus golpes, Ivyn con el cuenco en su mano llenos de paños embalsamados de mescla hablo con calidez.

-Listo… señorito me dejaria ver sus brazos por favor.

-¿Que? a si claro.

Respondió este mientras Joseph se sacaba la chaqueta y estiraba sus brazos hacia Ivyn.

-¿Qué hará señorita Ivyn?

-Tranquilo, esto calmara el dolor, la inflamación y le ayudara a recuperarse pronto.

Dijo Ivyn mientras ponía las compresas embalsamadas de mescla sobre los brazos de Joseph, este al sentir el tacto frio de la compresa dio un gran suspiro de alivio sentiendo como el frio le hacia sentir mejor, luego vio a Ivyn poner el resto de su mescla en un pequeño frasco y guardarlo entra los bolsillos de su vestido.

-¿Se siente mejor señorito?

-Sí, es refrescante gracias señorita Ivyn, nunca nadie se había preocupado por mí en estos casos, usted es la primera.

Hablo Joseph mientras en sus ojos se mostraba un agradecimiento sincero.Después de unos minutos Ivyn se sentó en el taburete del piano y comenzó a tocar, desde la puerta del ático Oscar había observado toda la escena y sonreía con ternura ante todo lo que había presenciado, después de unas horas Ivyn y Joseph salieron al jardín como de costumbre mientras este se mostraba feliz de estar junto a ella, su tutora de música, ambos caminaron juntos mientras Oscar los seguía a la distancia intrigado por lo que ambos harían en el jardín.