En una época donde la alta sociedad, la reputación y las apariencias determinan el estatus de las personas, una joven Baronet se inscribe a la escuela más prestigiosa donde la crema y nata de la sociedad se reúnen para forjar a los futuros nobles y gobernantes del reino. Ahí tendrá que sobrevivir a los abusos y humillaciones de sus compañeros para ganarse un lugar dentro de la alta sociedad y recuperar el honor de su familia que ha sido pisoteado desde hace tres generaciones.
Pero sus planes podrían verse afectados con la repentina aparición de fenómenos paranormales y eventos más allá de la comprensión humana, que asolan la institución. Y que aparentemente iniciaron el mismo día que conoció a un conde atractivo, de figura galante y atractivo sobrenatural.
¿Qué misterios ocultan sus ojos carmesíes y su cabello negro como la obsidiana?, ¿será nuestra protagonista capaz de sobrevivir entre las fauces de dos bestias hambrientas?, ¡échale un vistazo a esta historia de romance y terror!
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Capítulo 15: Pánico En La Fiesta Elegante Parte: 3
Las Auras Espirituales y el Reino de los Sueños:
¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo se cae a pedazos, después de una larga jornada laboral o después de horas y horas de estudios intensivos?, todo lo que quieres hacer es ir a tu habitación y tumbar tu cuerpo en la suavidad de tu cama, mientras tus dolores y preocupaciones desaparecen, conforme tu mente se relaja y tus ojos se cierran lentamente.
Entonces despiertas y al día siguiente tus cargas se han amainado, el dolor casi ha desaparecido y gozas de energía para iniciar otro día con la mejor de las intenciones de que sea mucho mejor que ayer, esto se debe a que tus "Auras Espirituales" tal y como una batería, se encontraban descargadas, y ahora se han recargado al 100%. Esto es gracias a la "Capacidad de soñar" que solo los mortales poseen.
El aura espiritual es la fuerza que habita en los "seres vivos que puedan soñar". Todos y cada uno poseen este poder, que le permite "materializar los sueños y traerlos a la vida". Esta habilidad fluye por el cuerpo sin descanso, estimulando el cerebro y la determinación, para cumplir las metas que su amo se proponga. Ayudando en el día a día para que cuando menos te lo esperes, ya hayas conseguido lo que te habías decidido a obtener desde el principio. Pero llega un punto en el que estas misteriosas energías se agotan, producto del cansancio o el estrés, que evita que sigan fluyendo con naturalidad.
Para restaurar estas auras, basta con un simple viaje al "Reino de los sueños", también conocido como: "el dominio de Oniros, el Reino Onírico o la Cuna de todos los Soñadores". Se trata de un lugar que no tiene un principio, ni tampoco un final, en el que existen todo tipo de maravillas, deseos, fantasías, anhelos, desilusiones y decepciones, que fueron construidas a partir de sueños y pesadillas por igual. A este enigmático lugar solo pueden llegar aquellos que alcanzan "la ensoñación"; y así llegan millones de personas alrededor del mundo.
El hombre fue el primer ser vivo que tuvo la capacidad de soñar, desde que el mundo fue concebido puro y sin mancillar, a partir del polvo, por lo tanto todos los "hijos del hombre" pueden alcanzar la ensoñación sin ningún problema.
¿No recuerdas haberlo visitado?, ¿ni siquiera soñaste durante la noche?, pues eso es lo que crees, porque todos "los que pueden soñar", lo hacen diariamente, pero muy pocos son aquellos que logran recordar sus sueños.
¿Qué es lo que sucede si la ensoñación alcanza todo su esplendor?; el espíritu se renueva y las fuerzas se restauran, ya que las Auras Espirituales han revitalizado las dolencias de la carne, para que la mente y el espíritu sigan en la lucha para cumplir los sueños y ambiciones.
Los elegidos:
Sin embargo, existen seres excepcionales capaces de moverse libremente por el Reino de los Sueños y que son completamente inmunes a la típica amnesia que sufre todo el mundo, al despertar. A estos individuos se les llama: "cazadores de sueños" o simplemente "cazadores" y son capaces de moverse libremente en este plano dimensional, también pueden invadir los sueños ajenos y son capaces de restaurar sus auras mucho más rápido que las personas comunes y corrientes. Las personas que poseen esta habilidad única entre miles o tal vez millones, también son capaces de manifestar "fantasías" en el mundo real, mediante el uso de "Conjuros Oníricos" que requieren la energía de sus auras espirituales para ser activados.
¿Acaso estas personas que parecieran ser elegidos para una causa mucho mayor, utilizan su don para el bien?, creemos que sí. Algunos de ellos se reunieron siglos atrás, cuando la oscuridad y los sueños perversos engendraron criaturas nocturnas que devoraban sin piedad a todo aquel que se cruzara en su camino. Ellos se reunieron en los rincones más alejados del reino de los sueños e hicieron un juramento... Uno que pasaría de generación en generación... Ellos iban a destruir a las criaturas infernales, iban a cazarlas sin piedad, iban a depredarlos tal y como los monstruos lo habían hecho con sus seres queridos, hasta eliminar su existencia de raíz, atacando su origen... Los cazadores crearon una orden sagrada, que no serviría nunca a los intereses de un gobierno dirigido por hombres, o a la mano firme y castigadora que ejerce la iglesia.
Los cazadores eran entrenados rigurosamente para pulir sus habilidades lo que facilitaba enormemente sus faenas. Ellos disfrutaban de la cacería, solo les gustaba cazar y ya. Cazaban para devolverle la esperanza a los desamparados, luchaban por devolverle la capacidad de soñar a los que sufrían de insomnio. Cazaban para proteger el futuro de quienes amaban.
Cazaban por que odiaban a las criaturas del Inframundo y el más grande de todos los sueños era eliminar el mal de una vez por todas.
“Y eso es todo lo que tienes que saber por ahora”.
– ¿Si entendiste bien? –preguntó Natasha Snow, tan pronto como terminó con su relato.
– Eso creo –respondió Lisa Bellstar, aún más confundida que de costumbre, la verdad es que no tenía la menor idea, pero esta información aclaró unas cuantas dudas que tenía. Ahora ya sabía por qué tenía sueños cada vez más extraños, uno detrás de otro sin razón aparente–. Aun así usted me ha dicho que los "cazadores" deben tener un entrenamiento riguroso para defenderse apropiadamente, y me temo que yo no lo he recibido. Tan solo estorbaré.
– No necesitas hacer nada tan complicado, solo duerme un poco y recarga esas auras espirituales. Bastarán unos cuantos minutos y luego te voy a despertar, solo entonces serás capaz de seguirme el ritmo.
– L-lo voy a i-intentar.
Y así lo hizo. Lisa trató de recostarse sobre el suelo frío del balcón, bajo la luz de la luna sangrienta, y abrumada por las corrientes de aire frío que soplaban cada vez más y más. Con los gritos de terror que podían escucharse a lo lejos y con los constantes gruñidos de las criaturas que aún estaban dentro de la mansión.
– No puedo dormir –dijo Lisa, levantándose súbitamente, sintiendo su cuerpo adolorido después de recostarse sobre la superficie dura y helada del balcón–. Es imposible que pueda dormir mientras esta pesadilla esté sucediendo, lo siento.
– Te voy a ayudar –dijo la señorita Snow, poniendo su mano en el hombro de Lisa, y ejerciendo presión sobre ella al punto que dolió un poco, mientras clavaba su mirada sospechosa que claramente indicaba que había resuelto el problema en ese mismo instante–. Debes confiar en mí, ¿puedes?
– No, no creo poder –respondió Lisa, dando un paso hacia atrás, ahora estaba más aterrada por su compañera de clase, que por las criaturas de la noche.
Y bastaron unos cuantos segundos en los que Lisa se giró tratando de quitar el seguro que le había puesto a la puerta, para que en ese mismo momento la futura condesa de cabello blanco como la nieve, le asestara un golpe certero en la nuca, que dolió pero tan solo por un segundo, y que seguramente bastaba incluso para noquear un toro. Tan solo ese golpe bastó para que la señorita Bellstar cayera inconsciente para adentrarse una vez más al reino de los sueños y cuando estuvo ahí, su visión fue totalmente diferente:
Frente a ella estaba un colorido castillo hecho de todo tipo de dulces y caramelos, desde la alfombra de "bienvenida" que parecía estar hecha de galleta, hasta la chimenea humeante cuyos ladrillos eran de menta roja y blanca. A un lado del portón hecho de caramelos firmes y sólidos había seis escobas ordenadas una al lado de la otra. El humo que salía de la chimenea era grisáceo, y el olor que emitía era desagradable. En el interior del castillo se podían ver sombras que iban y venían de un lado a otro, y se podía escuchar una especie de discusión ininteligible que tenían entre sí.
Pero antes de dar un paso más para acercarse a la espectacular y seguramente deliciosa fortaleza, Lisa sintió una corriente helada y cortante, acompañada por un susurro aterrador que la hizo estremecerse, y tan pronto como el escalofrío bajó por su nuca, se giró para confrontarlo. Sin embargo, ante ella solo había un bosque... Uno repleto de árboles torcidos y secos, de ramas afiladas y troncos podridos, rodeados por arbustos espinosos, que se agitaban constantemente; y de ellos salieron tres gatos negros. Los felinos salieron disparados a toda prisa y pasaron a un lado de la jovencita, como si huyeran de algo. También había murciélagos de ojos rojos como rubíes que descansaban boca abajo en las ramas de los árboles, y a lo lejos alcanzó a escuchar un aullido que solamente podía pertenecer a un lobo. Sin duda alguna ese era un bosque embrujado.
– «¿Qué clase de sueño es este?» –se preguntó–. «Esa demonio de la última vez dijo que iba a enviarme al sueño correcto. Dijo que yo era una candidata a bruja o algo así *suspira* solo espero que eso no signifique lo que estoy pensando».
Entonces los portones del castillo comenzaron a rechinar y poco a poco las puertas se abrieron. Para cuándo se abrieron de par en par, desde el interior de la fortaleza se escuchó un rugido estremecedor, como un dragón durmiente que despertaba de su letargo, y del interior del castillo salió disparada una jovencita de cabello verde, que había sido arrojada con furia hasta la alfombra de bienvenida, y cayó al suelo como muñeca de trapo. La adolescente, seguramente no mayor de 16 años, vestía el mismo uniforme que usaban las alumnas de la academia Edem.
“Has fallado la prueba, lárgate de aquí manzana podrida" –dijo una voz monstruosa, que también se escuchaba superpuesta, como si otras tres personas hablaran al mismo tiempo–. ”Hay otra más", “Se ve muy fuerte", “No lo sé, yo veo que es muy débil", “Su aura es poderosa", “Pero se ve que su mente es frágil”, “¡Déjenla entrar para que haga la prueba, solo así lo sabremos!"
– Que miedo... ¿¡Dónde estoy ahora!? –gritó Lisa, a todo pulmón.
– Este es el sueño de la bruja –dijo una misteriosa mujer de cabellos violetas y piel azulada. También vestía un traje revelador, que resaltaba su figura erótica–. Así que tú eres otra de las brujitas que deambulaba sin rumbo en el sueño del futuro cercano buscando respuestas. Mucho gusto, mi nombre es Dororphea y soy un demonio guardian del reino de los sueños.
– M-mucho g-gusto... Y-yo s-soy L-lisa B-Bellstar –dijo, mientras temblaba como gelatina, tratando de estrechar su mano, solo para arrepentirse en el último segundo.
– Relájate, no voy a hacerte daño –respondió la demonio, entonces extendió un par de alas negras que se extendían desde sus caderas para ponerse por encima de ella–. Yo solo estoy aquí para ver que no te metas en dónde no te llaman, eso sí, tal vez "ellas" si quieran hacerte daño, y si es así no debo interferir.
– ¿Ellas quiénes?
– Pues las anteriores brujas que están a cargo de hacer las pruebas para las candidatas. Pero no las juzgues mal, son buena gente, sus galletas son deliciosas, ellas solo hacen su trabajo.
– ¡Pues no quiero hacer la prueba!, ¡es más si lo que buscan es convertirme en una bruja o algo así entonces desde ya les digo que no lo voy a permitir!, ¡yo solo quiero volver a mi vida cotidiana, con mis problemas escolares y mi lucha por sobrevivir, sin tener que lidiar con sangre que se aparece en cada pasillo o brujas, o criaturas de la noche!
– Vaya, eres la primera que viene y rechaza la candidatura, tienes agallas –Dororphea seguía volando, y mientras lo hacía algunos murciélagos volaron en su dirección y la rodearon–. La cosa es que para que eso suceda debes fracasar en la prueba para que todo esto termine.
– ¿En serio?, ¿no hay otra forma menos... peligrosa? –preguntó, mientras empujaba el cuerpo inconsciente de la última candidata, con la punta de sus pies para ver si reaccionaba–. No entiendo por qué son capaces de involucrar personas inocentes en sus planes macabros. Ustedes son como los nobles que tanto han lastimado a nuestro pueblo. Son injustos, mezquinos y siempre buscan su propio beneficio.
– ¡Muérdete la lengua! –se apresuró a responder con indignación–. ¡No te atrevas a compararnos con los humanos, no toleraremos esa clase de insultos!
– Pues demuestren lo contrario y déjenme ir en paz –suplicó ahora más tranquila–. Seguro hay personas más adecuadas para esta tarea, así que por favor no pierdan el tiempo conmigo.
– Vaya... Después de todo lo que acabas de decir definitivamente me agradas. Tienes el coraje de rebelarte contra la autoridad y desafiar a tu propio destino, eso es muy interesante. ¿No te interesaría ser un demonio guardian?
E inmediatamente Lisa respondió moviendo la cabeza de un lado a otro.
Y en ese momento el cuerpo de Lisa comenzó a brillar
– Oh, ya te van a despertar, es una lástima, pero tu prueba tendrá que ser otro día... Escúchame bien, ya quiero ver cómo haces la prueba, por lo que me conviene que sobrevivas esta noche, así que te daré algunos consejos para que puedas sobrevivir el día de hoy.
Lisa estaba esperando los consejos, ansiosa por escuchar algo que la pudiera ayudar, esperó pacientemente mientras el guardián frente a ella se refrescaba la garganta.
Pero los segundos pasaron y Lisa se sentía cada vez más despierta, y su cuerpo brillaba aún más. Estaba desesperada por escuchar algún consejo que le fuera de utilidad.
Y entonces vio la mueca burlona de Dororphea, que le sacaba la lengua mientras reía en silencio. Y finalmente comprendió las palabras que salieron de los labios púrpuras del demonio de piel azulada, quién pronunció en silencio:
“No confíes en todo lo que te dicen".
Ahora Lisa había despertado, y lo primero que vio fue el bello rostro de Natasha Snow, que bajo la luz de la luna sangrienta relucía aún más.
– Muy bien despertaste, puedo ver que tus auras espirituales se han recargado.
Y Lisa sabía que tenía razón, pues se sentía renovada y llena de energía, también estaba aún más motivada a ayudar que antes.
– Muy bien escúchame atentamente... Vamos a volver a la mansión y trataremos de hacer el menor ruido posible, nuestra misión es plantar estos talismanes en cada puerta de entrada y salida. – Natasha sacó un rollo de papeles que tenían inscritas palabras y símbolos que Lisa nunca antes había visto–. Si los plantamos en las puertas, serán incapaces de salir de la mansión, y cuando eso suceda solo será cuestión de esperar la primera luz del alba
– ¿La primera luz del alba? –repitió Lisa
– Ellos perderán sus poderes cuando llegue el día, serán como cualquier otro ser humano, entonces los enfrentaré y derrotaré.
– Entiendo –respondió Lisa, y se apresuró a tomar un rollo de estos "talismanes", definitivamente estaba motivada a terminar con la misión–. ¿Y qué hay de nuestros compañeros?, no podemos dejarlos encerrados con estos monstruos.
– Pues enviaremos a los que podamos afuera de la mansión, ahí estarán a salvo... Honestamente, ni siquiera ellos merecen morir de una forma tan atroz. «O bueno, tal vez sí» –se replanteó la señorita Snow, pero rápidamente negó con la cabeza.
Lisa asintió decidida, su timidez e inseguridad habían desaparecido tan pronto y como despertó de ese sueño. Ahora su objetivo no era solo sobrevivir; debía hacerlo para en algún punto hacer la prueba que Dororphea había mencionado y así demostrar que no era una candidata competente para volverse una bruja. Entonces y solo entonces sus visiones y sueños aterradores se detendrían de una vez por todas y tal vez, solo tal vez todo volvería a la normalidad. Ella estaba dispuesta a hacer realidad esa fantasía.