“Primero fue una obsesión... luego, una condena disfrazada de amor.”
Dayana dejó atrás su mundo para perseguir un futuro como estudiante de medicina, sin saber que su destino cambiaría con una sola mirada en un aeropuerto. Suang, un hombre frío, poderoso y marcado por la oscuridad, la quiso solo porque no podía tenerla.
La obligó a ser su esposa, no por amor, sino por capricho.
Pero con el tiempo, algo inesperado comenzó a quebrar su control: el amor. Un amor que llegó demasiado tarde.
Encerrada en una jaula de lujos, Dayana aprenderá que no todos los sentimientos salvan… algunos destruyen.
NovelToon tiene autorización de keisilin garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
#9
la noche había llegado y Dayana ya se encontraba en su habitación alistando su pijama. había tenido un día muy ocupado y aunque las palabras del doctor Lee la habían calmado no podía negar que ahora estando sola los pensamientos la atormentaban
Dayana se metió en la ducha y dejó que el agua caliente la envolviera. Cerró los ojos y permitió que las gotas de agua cayeran sobre su cuerpo, relajando sus músculos tensos.
Pero a pesar de la relajación que el agua le proporcionaba, Dayana no podía sacar de su mente los eventos del día. La imagen de la señora Su llorando y suplicando por la vida de su hijo se repetía una y otra vez en su cabeza.
Dayana recordó las palabras del doctor Lee, que le había dicho que el tumor de Dre era grave, pero que había esperanza. Sin embargo, a medida que el agua caía sobre su cuerpo, Dayana no podía evitar sentir una sensación de impotencia.
¿Qué podía hacer ella para ayudar a Dre? ¿Qué podía hacer para aliviar el sufrimiento de la señora Su? Las preguntas se repetían en su mente, sin respuesta.
Dayana abrió los ojos y miró hacia abajo, viendo cómo el agua caía sobre sus pies. Se sintió abrumada por la sensación de responsabilidad que sentía hacia sus pacientes. Quería ayudarlos, quería curarlos, pero sabía que no siempre era posible.
La ducha se convirtió en un refugio para Dayana, un lugar donde podía escapar de la realidad y permitir que sus emociones se desbordaran. Pero incluso allí, no podía escapar de la sensación de que había algo más que podía hacer para ayudar a Dre y a su familia.
Dayana se quedó bajo el agua caliente durante varios minutos, permitiendo que sus pensamientos y emociones se desbordaran. Finalmente, se sintió lo suficientemente relajada como para salir de la ducha y secarse.
Se puso su pijama y se sentó en la cama, mirando hacia el techo. La noche era oscura y silenciosa, y Dayana se sintió aislada y sola.Recordó a su hermana, su sonrisa, su risa, su valentía. Y también recordó el dolor, el sufrimiento, la impotencia que sintió al verla luchar contra el cáncer.
Ver a su hermana debilitarse día a día, ver cómo el cáncer la consumía, había sido un golpe devastador para Dayana. Se sintió impotente, incapaz de hacer algo para salvar a su hermana.
La muerte de su hermana había sido un golpe brutal, que la había dejado sin aliento. Dayana se sumió en una depresión profunda, que la llevó a cuestionar su propia existencia. Se sintió perdida, sin rumbo, sin propósito.
Pero en medio de ese dolor y esa oscuridad, Dayana encontró una chispa de esperanza. Decidió estudiar medicina, para que podría ayudar a otros a evitar el mismo sufrimiento que había visto en su hermana.
La memoria de su hermana la había impulsado a seguir adelante, a luchar por una causa mayor que ella misma. Y ahora, como médica, Dayana se sentía orgullosa de poder hacer una diferencia en la vida de sus pacientes.
Pero en ese momento, mientras yacía en la cama, Dayana se dio cuenta de que todavía llevaba la cicatriz de la pérdida de su hermana. La herida nunca había sanado completamente, y todavía la dolía.
podía recordar como lloraba día y noche, como cada lagrima era una puñalada en el corazón, como quería que la metieran en el cajón en que metieron a su hermana, ese día no enterraron a su hermana, enterraron su vida, su paz, su felicidad y su capacidad para amar. cuando se fue de casa no fue capaz de volver porque sentía que la escuchaba y la sentía en toda la cada, cada vez que su padre hablaba la veía a ella.
Dayana se sumió en un mar de recuerdos, donde el dolor y la tristeza la envolvían como una manta pesada. Recordó cómo su padre intentaba consolarla, pero cómo ella se sentía incapaz de aceptar su muerte. Recordó cómo su madre se esforzaba por mantener la casa en orden, pero cómo la ausencia de su hermana se sentía en cada rincón.
Dayana se acordó de cómo se sentía perdida y sola, sin saber cómo seguir adelante sin su hermana. Recordó cómo se encerraba en su cuarto, rodeada de fotos y recuerdos de su hermana, y cómo se pasaba horas llorando y gritando de dolor.
Pero también recordó cómo, con el tiempo, comenzó a encontrar la fuerza para seguir adelante. Recordó cómo se inscribió en la universidad, cómo se esforzó por estudiar medicina, y cómo se convirtió en la médica que era hoy en día.
Dayana se dio cuenta de que, aunque la muerte de su hermana había sido un golpe devastador, también había sido un catalizador para su crecimiento y su desarrollo. Recordó cómo su hermana siempre la había animado a seguir sus sueños, y cómo ella había hecho exactamente eso.
Con una mezcla de tristeza y gratitud, Dayana se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Miró hacia afuera, hacia la noche oscura, y se sintió un sentido de paz y de aceptación. Sabía que su hermana siempre estaría con ella, en su corazón y en sus recuerdos.
Dayana se acostó en la cama, sintiendo un peso en su corazón, pero también una sensación de paz y de aceptación. Cerró los ojos y permitió que su cuerpo se relajara, sintiendo la fatiga y el agotamiento de un día emocionalmente intenso.
Mientras se sumía en el sueño, Dayana sintió que su hermana estaba allí con ella, en su mente y en su corazón. La veía sonriendo, con sus ojos brillantes y su cabello largo y oscuro. La sentía abrazándola, consolándola y protegiéndola.
Dayana se sintió segura y protegida, sabiendo que su hermana siempre estaría con ella, incluso en los momentos más difíciles. Con una sonrisa en su rostro, Dayana se dejó llevar por el sueño, sintiendo que su corazón estaba lleno de amor y de paz.
La habitación se quedó en silencio, con solo el sonido de la respiración de Dayana rompiendo la quietud. La luna brillaba fuera de la ventana, iluminando la habitación con una luz suave y plateada. Y en la cama, Dayana dormía, rodeada por los recuerdos y el amor de su hermana.