Las verdades de su primer amor distorcionaron su mente por un engañó y ella lo mató. Su hermano menor busca justicia sin saber que después de un tiempo empieza a enamorarse de la asesina de su hermano.
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Ruptura
No quería sufrir más humillaciones por parte de esta familia, estaba arta de mi estado emocional. La madre de Enzo no soportaba escuchar más mi voz, se fue pensando en todo lo que le había dicho, mis palabras fueron muy claras, el miedo se desbordó de su tranquilidad.
—¿Mamá estás bien?— Enzo preguntó a su madre al verla algo pálida.
—Deja que esa mujer se valla de esta casa, antes de que nos destruya.
—¿Qué boludez estás diciendo mamá?
—Hazme casó Enzo, esa mujer es un demonio.
—Esa mujer es mi esposa y no sé irá de aquí.
—Te revolcaste con el enemigo, seguro lo volverás a hacer, ¿y luego que?, cuando estés vulnerable esa mujer te va a atacar.
—¿Crees que no puedo manejar la situación?
—Es muy claro eso.
—Mamá, hablamos más tarde queres, ahora se me hace tarde para ir a la oficina— fue lo último que dijo antes de salir de la casa.
—Enzo, ¡escúchame...!— grito su madre, pero él no escucho.
Baje las escaleras pude ver como habían quedado las cosas.
—Enzo no quiere que me valla, ¿verdad?— la provoque.
—Eres una maldita bruja.
—Deje que me valla, solo tiene que abrir las puertas de esta casa y le prometo que nadie más saldrá herido.
—Sos una maldita asesina, como me hubiese gustado que te mueras en ese accidente, pero algún día pagaras todo lo que has hecho.
Con sus bulliciosos tacones la señora fue a abrir la puerta.
—¡Vete! Que no se te ocurra volver a nuestras vidas hija de puta—con toda su furia mi suegra me echo de la casa.
No había tiempo para pensar y empacar mis cosas, tenía que salir de ese abismo sin fondo, con el pijama puesta y las ojotas salí de esa casa.
Tome un taxi, y me fui directamente al hospital, mi corazón palpitaba de miedo y ansiedad, busque a Demian, el doctor, por todo el hospital, cuando lo vi salir de una sala de quirófano sentí un gran alivió, le regale una sonrisa triste cuando dio vuelta para mirarme. Se sorprendió mucho cuando me vio en ese estado lamentable, sintió lástima.
—¡Aurora!, ¿Estás bien?— me preguntó preocupado.
—No tengo donde ir, el único rostro conocido es el tuyo— le dije mirando a sus ojos.
Él me tomó del brazo y me llevó a su consultorio.
—¿Dónde está tu esposo?— preguntó.
—No lo sé, tampoco quiero saberlo.
—¿Lo amas?
—No se puede amar a alguien que no conoces.
—¿Escapaste de él?
—Sí.
Enzo llegó a la casa, su vida de colores y sonrisas se había convertido en una historia confusa desde que llegué a su destino.
Abrió la puerta de la habitación creyendo que ahí me encontraría, pero no había señales que estaba ahí, fue al baño pensando que mi cuerpo maltratado después de una noche apasionada estaría ahí. Al darse cuanta que no estaba se volvió como loco.
Busco a María para preguntarle donde estaba, ella le dijo que su madre me abrió la puerta para que me fuera.
Le importo un carajo todo, empezó a tirar todo lo que había al rededor, grito muy fuerte mi nombre. Moldear su camino le iba a costar más rupturas, pero estaba decidido a buscarme y obligarme a estar a su lado para seguir dañándome. No se estaba dando cuenta que se estaba dañando, a veces a los humanos no gusta sentir dolor, porque así creemos que nos hacemos más duros.
El tiempo se estaba muriendo conmigo, no tenía ganas de seguir compartiendo este aire con los vivos, si un día fui feliz, esa felicidad no existía más. Del cielo caigan pequeñas gotas de lluvia que los podía ver por la ventanilla del auto de Demian, las calles me parecían silenciosas, Demian de rato en rato giraba la vista para verme. Le pedí que por unos días me tuviera en su casa, hasta que logré comunicarme con mis padres, le pedí como un gran favor, le explique un poco la situación, pero no con grandes detalles.
—Estamos cerca de casa— rompió el silencio.
—¿Hace cuanto tiempo vives solo?— Le pregunté.
—Desde que me gradué.
—Lamento mucho interrumpir tu hogar.
—No te preocupes.
—Un día te pagaré este favor, lo que estás haciendo por mi, es algo muy valioso.
—Estás en apuros, no podría negarme en ayudarte.
—Solo será unos días. Por favor, por ningún motivo le digas a mi esposo que estoy contigo, porque estoy segura que irá a buscarte al hospital.
—¿Le tienes miedo?, podríamos poner una denuncia en su contra.
—Enzo es abogado, sabrá como manejar la situación. Pero no le tengo miedo. Mi miedo se quedó en su casa.
—¿Por qué te casaste con él?
—Supuestamente, estaba enamorada de él, pero perdí ese recuerdo.
—Tal vez vos estabas enamorada de él, pero él de vos no.
—Él me odia, pero eso no me importa, mientras más me odie, más fácil será las cosas.
—¿Qué cosas?
—Cosas que están por venir.
Cuando baje del coche sentí un frío espantoso, Demian me cubrió con su saco. El edificio donde vivía se me hizo conocido, el porcelanato de la fachada lo había escogido yo, porque mi padre era el dueño, pero que al final terminó heredándome, sonríe sola conmigo misma, porque mi cabeza empezó a lubricarse con nuevas ideas, sabía como comenzar de nuevo.
Ezno muy furioso llegó a la casa de su madre, tenía ganas de decirle un montón de cosas, pero se contuvo toda palabra, porque no sabía que estaba con visitas.